Escrito por Lucio Rivera
Artículo de opinión
Lunes, 15 Junio 2015
1. El engaño, la mentira,
la intimidación, o como se dice, el
convencimiento, es un método fundamental a través del cual el estado
legítima su dominación y existencia. El punto más alto de la farsa del estado,
es en el que la población se engaña creyendo que es parte de los intereses y de
la toma de decisiones del estado. El punto más alto de la mentira es la
representación del pueblo en los más asquerosos políticos. El punto más alto de
la intimidación es la amenaza y la imposición de la forma única de elegir el
presente y el futuro. El convencimiento,
es la resignación, la compra-venta de las consciencias y los corazones. El
miedo y la cobardía. Todo esto se resume en las elecciones. Las elecciones son
el momento clásico y fundamental de legitimación del estado-capital a ojos de
las poblaciones del mundo. Son un vil engaño. Por lo mismo, hay grandes
sectores que la asumen como verdad
absoluta y como el método único para
la existencia de la sociedad. Las elecciones son el estado. El estado
existe gracias a las elecciones. El estado, el ejército, la policía, el PRI, el
gran capital, se esconden tras las elecciones, tras el engaño, tras la farsa y
el miedo, se limpian las manos, se olvidan los crímenes de estado, se hacen
invisibles las luchas y los dolores de los pueblos, tras spots, urnas y boletas, espectaculares y toneladas de basura
electoral.
2. La herida, la semilla,
la grieta, 26 de septiembre de Ayotzinapa, en voz de madres, padres, hermanes,
dijo claramente desde el dolor y la rabia de la rebeldía y la resistencia,
desde las voces de todos los dolores y todas las rabias, recorridas en cada rincón,
por todo el territorio de este país, por el territorio del mundo: no vamos a
permitir que el estado se legitime, no vamos a permitir que los narco-fascistas
se hagan impune y legalmente gobierno, no vamos a permitir que sigan partiendo
al pueblo con sus partidos, gobernando mandando a sangre y fuego. ¿Les parece
poco? Boicot dijeron. Y fueron escuchadas, fueron escuchados. Por los pueblos
indígenas autónomos, en Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, donde de por sí
habían decidido autogobernarse. Por maestras y maestros de la CNTE, que luchan
contra el gobierno desde hace años y plantearon un “segundo round” en la toma de los territorios. Por estudiantes
universitarios y normalistas, que defienden con lucha y sangre la educación y
los derechos del pueblo. Por la población de tierras dignas y rebeldes. Por
compas de organizaciones comunistas, socialistas, anarquistas y libertarias.
Confluyen las rebeldías de los pueblos y personas en la escalada de la tensión
y la guerra de clases en México, en el contexto del boicot, que será una acción
histórica recordada por los pueblos como otros grandes boicots que llegaron a
hacer cambiar el rumbo de la historia.
3. La farsa, por lo tanto,
tiene que imponerse a partir de la fuerza bruta, de la violencia, de la
crueldad. Represión. Aviones, barcos, camiones, convoys, helicópteros, grupos
paramilitares, policía federal, marina, ejército. Toda la fuerza del
estado-capital para impedir la libre manifestación de los pueblos. Dicen ahora,
desde el olvido, que solo se impidió la instalación de pocas urnas. Se olvidan
de que quemaron esas urnas, de que las saquearon, de que las bloquearon, frente
a toda la fuerza del estado. Es decir, esta jornada de represión y resistencia,
fue un ensayo de guerra civil, fue como tal, un conato de enfrentamiento
abierto entre el estado-capital y los pueblos, la diferencia es que los pueblos
se empeñan en la paz, empuñan piedras, se defienden, tienen honor, son pobres,
y los de arriba son la maquinaria de la muerte que arrasa con todo. No es un
enfrentamiento físico y militarmente equilibrado, todo lo contrario, sin
embargo, ya es en los hechos un proceso de guerra entre la recuperación del
territorio y la vida, y la reconquista de la maquinaria capitalista. Es una
guerra distinta, tiene enfrentamientos abiertos pero no de ejércitos, sino de
los ejércitos del estado contra contingentes del pueblo, que aunque son
heroicos, no se distinguen por su capacidad de fuego ni van con el objetivo de
matar. Sin embargo, con toda esta batalla desigual, las fuerzas de abajo
lograron mantener y defender territorios, a sangre y fuego, y replegar a las
fuerzas asesinas de los de arriba. No fue centralizada en las ciudades sino en
las regiones de los estados rebeldes, fue una escalada de la capacidad del
pueblo y un ensayo para cuando la población recupere la tierra y la libertad y
expulse al estado-capital.
4. Además de las batallas
físicas, en la guerra hay también batallas en las mentes y corazones de los
pueblos, y esa también se ha librado y se ha consolidado en formas de
organización cada vez más fuertes. El rechazo a la dominación del estado
empieza a crecer por todos lados, la gente en cada vez más sectores ya no
encuentra salida ni sentido dentro del sistema capitalista. El sistema capitalista
sigue con el exterminio. Poco a poco las grietas surgen por todos lados. Esto
puede interpretarse a partir del gran abstencionismo en las campañas más caras,
y el gran porcentaje de votos nulos. En los territorios donde el boicot se
llevó a cabo hasta la fecha hay personas detenidas, heridas, muertas. El odio a
los opresores y el amor al pueblo se polariza en este sentido, pues mientras
esto ocurre, en todo el país las campañas fascistas aumentan. Un símbolo de
eso, es que a pesar de estos resultados electorales, en donde además distintos
partidos de oposición alcanzaron a sumar millones de votos en todo el país,
como Morena, una gran parte de esta minoría pro-elecciones sigue ardida,
triste, y bajoneada, pero además enojada con la población rebelde que luchó
valientemente arriesgando su vida para boicotear, y con la gente que se negó a
participar en el proceso electoral. Hasta culpan a las personas rebeldes de su
derrota y del triunfo electoral del PRI, como si eso no hubiera sido decidido
desde antes en las grandes cúpulas del poder y del dinero. Esta situación es
recurrente en todas las elecciones.
5. Esta vez se demostró de
nuevo que la organización y la unión hace la fuerza, y que la división y la
representación, es decir, delegar las responsabilidades, esperar líderes,
querer ser líder, no escuchar, no respetar a la gente, siempre traerán la debilidad,
la desorganización y la división entre las personas y los pueblos. Las
propuestas, de barricadas, de autogobierno, de bloqueos, de recuperación de
mercancías, de resistir tácticamente la intervención militar, de recuperación
de territorio, de autodefensa comunitaria, como se demostró en tantas
poblaciones, son soluciones prácticas a las agresiones del estado-capital que
viene a chingarnos a todxs, con todo. Ya se acabó esa farsa de las elecciones,
ese espectáculo. El asco todavía no pasa. Pero ya vuelven a verse entre la
niebla disipada del sangriento carnaval electoral, los verdaderos demonios que
nunca se fueron, los payasos se quitan las máscaras y se revelan como asesinos.
Al día siguiente de las elecciones vuelve la evaluación para maestras y maestros.
Se anuncian records en inversión de minería y de saqueo. La represión avanza
impune. Si queremos que la grieta no cierre, es necesario luchar porque se
agrande, de otro modo, terminará por cerrarse. Hay compas que mueren en la
lucha, pero ellxs renacen en nosotrxs, cuando nos organizamos y luchamos. Los
pueblos se van abriendo el camino, y esa es la única luz que nos podrá
iluminar. Como dicen, si vamos caminando, hay que trotar.
6. Un nombre se convierte
en fuego, se convierte en luz, Comandante Toño ¿Qué vamos a hacer con tu vida?
Escucho las narraciones del vil asesinato, miro la marcha de dolor. Estaba replegando a los federales con
piedras. No traía ni un machete, repite su madre. Lo mató la maldita policía federal. Miro una nota que dice:
panadero, activista, músico, padre, radialsita: asesinado por el estado.
Pienso: Qué gran ejemplo, todo un hijo del pueblo, era, es mucho más valioso
que cualquier politiquero de mierda, que cualquier policía. Toño, no merecías
morir así. No merecemos morir así. No merecemos vivir así. ¿No se ha esforzado
el pueblo hasta el último momento por guardar la paz? Toño no murió con un
fusil en sus manos, pero su nombre ahora se ha convertido en fuego y en luz. El
estado piensa que a lxs muertxs del pueblo se les entierra. Nunca. Se les
siembra. Toño crecerá y dará frutos de rebeldía, ahora está con la tierra y
desde ahí golpeará y vencerá. Nuestro es el dolor, nuestra es la rabia, con
ellos nos organizamos y nos rebelamos, nunca más nos resignaremos. En estos momentos
es preciso seguir organizando la solidaridad ante la represión, si están en
estados, o ciudades donde la situación no está tan canija podemos aportar un
billete para la banda herida, como en la Colonia Autónoma Álvaro Obregón en
Oaxaca y no olvidamos a lxs compas presxs políticxs que debemos apoyar y no
dejaremos que la grieta del 26 de septiembre se cierre, la haremos más grande
con nuestra sangre si es preciso. ¡Vivxs
se los llevaron, vivxs los queremos! Si pudiera hacer llegar mi fuerza y mi
amor a través de estas letras a todas las personas que luchan.
Comentarios