Antonio Vivar, panadero, activista, padre, músico y radialista: asesinado por el estado en Tlapa, Guerrero.
Escrito por Gallo Téenek. Doo & Cacomixtle
Miércoles, 10 Junio 2015
En la colonia San Antonio de ese municipio
se le dio el último adiós al luchador social Antonio Vivar, asesinado por el
estado mexicano el 7 de junio durante el operativo policiaco-militar que golpeó
fuertemente al movimiento social de esta región. Joven maestro, integrante del
Movimiento Popular Guerrerense, fue masacrado de un tiro certero en el pecho
disparado por la policía federal en la colonia Tepeyac.
Alrededor
de las 2 de la tarde, dos autobuses salieron de la Normal Rural de Ayotzinapa
con dirección a Tlapa, el objetivo es la solidaridad, apoyar con víveres a la
familia de Vivar Díaz. En el camino un retén de la policía estatal hace que los
pasajeros del autobús bajen para que éstos sean revisados. Se pasa el retén sin
contratiempos; alrededor de las 7 de la noche se llega al lugar. La caravana
integrada por el Comité de familiares de los 43 de Ayotzinapa, normalistas y
solidarios es recibida por la familia Vivar Díaz; dolor y rabia se dibuja en el
rostro.
En el
velorio, cientos de personas entre amigos, familiares y compañeros de lucha se
forman para pasar a despedir a “Toño”.
Una banda de viento interpreta música triste. Mucha gente llora la partida: “te queremos mucho Toñito, siempre te
apoyamos”, se escucha entre lamentos.
Cerca
del mediodía del martes 9 de junio continuaba el velorio en la humilde casa del
compañero Antonio, hasta ahí llegaron cientos de personas a compartir los
últimos momentos de su compañero asesinado por el estado el domingo 7 de junio,
cuando policías federales dispararon indiscriminadamente contra un grupo de
personas en la capilla de la virgen del Tepeyac, en Tlapa de Comonfort, en el
estado de Guerrero.
Entrada
la tarde salió el féretro en donde yacía el cuerpo del compa Toño a quien
conocían como “el Comandante”; la
dirección era hacia la iglesia del Santuario a una misa y posteriormente rumbo
a donde serían sembrados sus restos. Los contingentes que acompañaron a la
familia estuvieron conformados por una amplia representación del comité de
padres de familia de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa junto con
estudiantes de dicha normal, maestros de la Coordinadora Estatal de
Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), miembros del Movimiento
Popular Guerrerense (MPG), distintas escuelas de Tlapa, familiares, amigos y
vecinos.
En la
marcha procesión que acompañó a Toño en su último recorrido por el pueblo que
defendió hasta el día de su muerte se hizo presente el cariño y trabajo que lo
respaldó hasta el final. Caminaron junto con él aproximadamente 3000 mil
personas exigiendo justicia, haciendo énfasis en que la lucha que emprendió
aquel hombre no termina con su muerte y que no descansaran hasta lograr el
objetivo de una mejor condición de vida.
Al
llegar al Ayuntamiento se realizó una toma simbólica como la de finales de
septiembre de 2014, la cual fue encabezada por el Comandante Antonio como
exigencia de presentación con vida de los 43 jóvenes ausentes de Ayotzinapa, a
lo cual se le sumarían la búsqueda de la instalación de los consejos populares
municipales, así como el rechazo a la clase política.
Antonio
dejó en vida a Itzel, su esposa, y Galeano, su hijo que en días cumplirá su
primera año. Itzel comenta que Antonio murió con una sonrisa hasta el final,
porque cayó luchando contra el gobierno.
Por la
tarde en conferencia de prensa, Vidulfo Rosales del Centro de Derechos Humanos
de la Montaña Tlachinollan, recordó que la intervención de la policía federal
ha sido violatoria de los derechos humanos, al momento de intentar disuadir las
manifestaciones sociales públicas, en donde no se observan los protocolos que
establecen los tratados internacionales y que establecen los derechos humanos:
hay un uso excesivo de la fuerza, y utilización de armas letales en
manifestaciones públicas lo cual está prohibido por los tratados
internacionales. También exigió una investigación pronta y exhaustiva en contra
de las autoridades que ordenaron la represión en Tlapa y que dio como
consecuencia la muerte de Antonio Vivar. Señaló que a dos días de su asesinato
no ha acudido ningún ministerio público para realizar la investigación
correspondiente.
El
gobernador interino, Rogelio Ortega, justificó a los policías federales que
accionaron sus armas y que desembocaron en el asesinato del joven, al señalar que
actuaron en defensa propia.
Escucha las palabras de
Alma Vivar Díaz e Itzel Narciso Martínez, hermana y esposa de Antonio Vivar,
quienes nos comparten un poco de quién era el Comandante Antonio, como se
referían a él sus compañeros de lucha.
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