Sindicatos independientes, democráticos, incluyentes. Todos pregonan la unidad pero promueven la división.
Añoranzas.
Las partes del 1º de Mayo. 1 / 2.
Víctor Sánchez.
Este Primero de Mayo de 2015 se mostró un movimiento
obrero en partes. Imposible lograr la unidad de los sindicatos en un movimiento
obrero nacional, aunque existen organizaciones cuyos nombres pretenden o
presumen la unificación de la clase obrera, esta no existe. No existe una
central que una a los sindicatos. El intento más reciente abarcó sólo a los
sindicatos llamados independientes, pero justo el día de su nacimiento se
dividió. La Unión Nacional de Trabajadores sigue en su mismo parecer, su
política sindical, dentro de la izquierda procuran la división.
El
Frente Sindical Mexicano eran las otras agrupaciones que parecían llegar a
formar a la UNT, venían de impulsar el Foro: el sindicalismo ante la Nación en busca de la unidad del movimiento
obrero.
Pregonan
éste objetivo de clase pero persisten en la división, ahora proponen la
creación de la “nueva” Central de los
Trabajadores de México incluyente
como la UNT, nacional como la UNT, representativa como la UNT, democrática como la UNT y, ante todo, clasistas e independientes.
Cada
cual tiene prácticas sindicales diferentes y hasta contradictorias con esos
objetivos. La primera, tiene una dirección colegiada –de 3 miembros- a la fecha
permanente y sus congresos debaten la situación del momento pero las decisiones
se definen desde el colegio. Busca la creación de un nuevo Estado social
especie de consenso nacional entre los sectores productivos, políticos y nuevas
organizaciones civiles; “creación de un
Consejo Económico y Social que elabore alternativas al modelo económico imperante”
[Manifiesto del Primero de Mayo, STUNAM, La Jornada, 30 de abril, 2015]. No
hemos logrado comprender el postulado, pues son los mismos factores que su
orden –sea cual fuese- no altera el producto. La segunda, está en construcción,
sin expectativas llamativas –exuberantes- están en el marco de la izquierda,
con una estructura de cuadros con un mecanismo de dirección derivado de las
decisiones de los generales y, le falta definir las prácticas de sus bases en
la estructura y en su construcción.
Se sabe
de las reuniones previas para definir las formas de la presencia unitaria para
el Primero de Mayo, donde irreductibles se termina por acordar la división, o
mejor dicho, el desfile de una en hora temprana y después, la otra. Las masas
obreras de las “centrales unitarias de las
izquierdas” siguen estando divididas, aunque los discursos y los documentos
señalen lo contrario. Las partes por su lado y el todo, olvidado. Una parte salió
temprano para ocupar el zócalo, marchaban los contingentes saludando a sus
dirigentes, sin detenerse para desalojar prontito, prontito. En seguida, los
otros quedándose en el zócalo para escuchar los discursos de dirigentes. Estas partes
entonces, no son parte del todo. El discurso de la izquierda se alejó de las
concepciones socialistas, comunistas. La teoría no aparece en los discursos de
la clase obrera, del movimiento orero sindical. La política obrera es
pragmática.
En esa
línea política expresa los acontecimientos que se han venido presentando, nos
tiene marcados la militarización del país o la criminalización de las luchas
sociales: es el gobierno quien la aplica. Los patrones aprovechan la situación
y los organismos financieros internacionales, indican los elementos
neoliberales a seguir. De nuevo estos son partes, en la concepción sindical no
son el todo.
“En buena medida este panorama sombrío ha
sido posible por la incipiente articulación entre las distintas expresiones del
sindicalismos democrático en México y otros países y por la aún débil vinculación
del movimiento obrero con los otros sectores de la sociedad civil como los
campesinos, las mujeres, los jóvenes y los movimientos de defensa de los
derechos civiles. Por ello, [en] nuestras organizaciones hemos decidido trabajar unidos en la
perspectiva de impulsar el cambio de rumbo que requiere nuestro país, ello es
más importante ante el riesgo de que se profundice el actual curso excluyente y
autoritario del gobierno federal”.
“Se
trata de construir un bloque de fuerzas que enarbole un programa mínimo para la
transformación democrática del régimen económico, político y social de nuestra
nación. Sostenemos que ha llegado el momento de un cambio de rumbo cuyo punto de
partida debe ser la solución de los conflictos que actualmente involucra a los
Jornaleros de San Quintín, a los Normalistas de Ayotzinapa, a los trabajadores de las empresas públicas
descentralizadas, a los trabajadores de la Universidad intercultural de Chiapas
y a otros sectores de trabajadores del campo y la ciudad en resistencia… y por
la defensa de las tierras, los territorios y los recursos naturales de las
comunidades del campo, como principio para la construcción de un nuevo
régimen…”. [Manifiesto de la UNT, La Jornada, 30 de abril de 2015].
Se
agregó el programa mínimo: por una nueva política económica, justicia y
derechos humanos plenos, nueva política laboral, nueva política social y, el
rescate del campo y una profunda reforma integral del mismo.
Estos
manifiestos son la postura política, sindical, de una de las izquierdas y, lo planteado
es muy semejante a lo expresado por la otra parte de esas izquierdas. En ello
no aparecen contradicciones. En ambas las categorías de análisis marxistas no
aparecen, su crítica esencial es el régimen o el actual modelo, pero no el
sistema total. En ambas se propone negociar con el gobierno o con los patrones.
No substituir las actuales relaciones sociales de producción capitalistas.
Se
cuenta que más temprano que todos, llegaron las huestes charras para ofrecer
sus congratulaciones al inquilino de Los Pinos –da pena-, por su política
económica y la paz social lograda de cero huelgas en dos años. Incluso por los
graciosos aumentos de dos pesos como los obsequiados a Bartola como comentó Chava Flores hace años.
El
sindicalismo independiente o democrático, este primero de Mayo, se dividió. Sus
partes proponen las prácticas sindicales con la división. La clase obrera no lo
es. Nos falta la acción del llamado sindicalismo oficial. Otra parte de la
clase.
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