Escrito por
Laura Castellanos
Lunes, 20 Abril 2015
Video inédito: La masacre de Apatzingán
El pasado 6 de
enero, policías federales a bordo de decenas de vehículos irrumpieron en el
centro de Apatzingán y abrieron fuego contra civiles, lo que causó la muerte de
por lo menos 16 personas y heridas a muchas más. Sin embargo, Alfredo Castillo,
entonces comisionado federal de Seguridad en Michoacán y quien acaba de ser
nombrado director de la Conade, sostuvo que tales hechos fueron producto de un “fuego cruzado”. La periodista Laura
Castellanos reconstruye esa masacre con base en testimonios grabados de 39
personas –sobrevivientes, pobladores, familiares de víctimas y personal médico,
entre otros–, así como en fotografías y videos. Su investigación fue compartida
con el semanario Proceso, el portal Aristegui Noticias y la cadena televisiva Univisión.
APATZINGÁN, Mich. (Proceso).- “¡Mátenlos
como perros!”, gritaron los policías federales al atacar a tiros a un
centenar de miembros y simpatizantes de la Fuerza Rural que estaban en plantón
en los portales del Palacio Municipal de esta localidad, a las 2:30 de la
madrugada del pasado 6 de enero.
Ninguno de los manifestantes tenía armas largas.
Seis de ellos portaban pistolas registradas y las pusieron en el piso. Los
demás cargaban palos. Ninguno disparó.
Todos ellos obedecieron las indicaciones que les
dio Nicolás Sierra, El Gordo Coruco, líder del G-250, grupo creado por
quien entonces era comisionado federal de Seguridad en Michoacán, Alfredo
Castillo.
Durante ocho meses el G-250 persiguió en la
sierra a Servando Gómez, La Tuta, líder de Los Caballeros Templarios.
Sierra es uno de los siete hermanos conocidos
como Los Viagra, temidos y odiados en la región, acusados de ser extemplarios y
de cometer diversos atropellos. Castillo tuvo a cinco de ellos a su servicio en
Michoacán.
Los rurales, hombres forjados en la pizca del
limón, protestaban porque 20 días antes Castillo había disuelto al G-250 sin
pagarles. Además, padecían nuevas incursiones de templarios en sus localidades.
Rubén, miembro de la Fuerza Rural, escuchó la
balacera y saltó de su camioneta. Entonces un policía federal le gritó: “¡Levanta las manos y ponte de rodillas!”.
Estaba por obedecer cuando a pocos metros vio a otro hombre hincado, los brazos
en alto, encañonado por los uniformados.
“Le dispararon estando de
rodillas, rendido, sin armas –atestiguó–. Lo ejecutaron los federales”. Una camioneta de su grupo ingresó en
la plaza y Rubén logró escapar en ella.
Testimonios de 39 personas, grabados en audio,
revelan que policías federales dispararon contra civiles desarmados en dos
hechos distintos ocurridos en Apatzingán el pasado 6 de
enero: el primero, a las 2:30 horas en el jardín central y los portales del
Palacio Municipal; el segundo a las 7:45 horas en el cruce de Avenida
Constitución y Plutarco Elías Calles, cuando un comando de la Policía Federal
disparó con ametralladoras M-60 contra una docena de vehículos que
transportaban a guardias rurales y a sus familiares.
Según Nicolás Sierra, su grupo contabilizó
preliminarmente 16 muertos (ejecuciones extrajudiciales) y decenas de heridos
en ambos ataques.
(Fragmento del reportaje principal que se publica
en la revista Proceso 2007.)
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