Solidaridad con las familias jornaleras de San Quintín en lucha contra la sobreexplotación capitalista
¡URGENTE!
Para nadie es oculto que todo el Valle de San Quintín, B.C., tiene años en
el completo olvido y abandono político, ha permanecido tan abandonado que los
patrones han hecho lo que quieren con los trabajadores: los salarios de
miseria, los malos tratos, la violación de los derechos humanos y garantías
individuales de los indígenas migrantes, el hacinamiento en los campos de
concentración donde tiene restringidos sus derechos básicos de libertad, de
tránsito, de libre comercio, la falta de servicios básicos como agua potable,
drenaje, pavimentación y viviendas dignas, la falta de atención medica rápida,
oportuna y de calidad, son solo algunos aspectos que han llevado a San Quintín
a vivir las mismas condiciones que vivieron los judíos en la segunda guerra
mundial en Alemania y para completar el cuadro de las cámaras de gas hasta a
los indígenas.
Llegó muy valiente el gobernador acompañado
del ejército, la marina, la policía federal, la policía estatal y la policía
municipal sacando a las familias de sus casas para encerrarlos y dispararles
gas lacrimógeno como si se tratara de cucarachas, disparando balas de goma como
si con eso se pudiera ocultar el hambre y la pobreza en la que se encuentran
los indígenas mixtecos en San Quintín, B.C., defendiendo y protegiendo a las
empresas que se han hecho ricas a base de la explotación de la mano de obra
barata de los indígenas.
Ha encerrado en la cárcel a mujeres,
hombres y niños que levantaron la voz para exigir mejores condiciones
laborales, inculpan a las familias de lo que hacen unos cuantos infiltrados
vándalos enviados por ellos mismos, sabemos que Kiko Vega tiene la mentalidad
de Hitler por lo que está haciendo, pero vivimos en pleno año 2015, y los
jornaleros hoy no tienen otra opción: que morir a manos del Estado, morir de
hambre que es lo mismo, o levantarse y luchar por acabar con esta
sobreexplotación capitalista y enfrentar a las fuerzas policíaco-militares al
servicio del Estado-Capital.
Urge levantar la voz para detener la represión
gubernamental y los abusos laborales en San Quintín.
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