Publicado por:
x carolina
Xochicuautla: Hacer valer nuestro derecho
Abren
el Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el
Capitalismo.
Rodeada por un bosque, valles, cerros y una montaña cercana, la hermosa
comunidad de Xochicuautla dio la bienvenida al evento de las Resistencias y las
Rebeldías el pasado domingo 21 – el día más corto del año.
Al entrar en la comunidad, uno siente la energía contagiosa del Festival.
Por todos lados hay murales que pintar, música que tocar, gente que saludar.
Además, sabiendo que la vida de esta comunidad está amenazada de muerte por la
construcción de una gran autopista, sabiendo que los pueblos indígenas
presentes están resistiendo un arrebato tras otro de sus tierras y sus vidas,
sabiendo que las 43 sillas vacías frente al templete representan a los
normalistas desaparecidos por el Estado desde hace casi tres meses, hay un
fuerte sentido de urgencia y la esperanza de que este Festival sea un impulso
para que las cosas no queden así.
Al dar la bienvenida a todos los pueblos indígenas, y a toda las personas
que llegaron desde lejos, la comunidad otomí y el Consejo Supremo de
Xochicuautla afirmó sus propósitos de compartir experiencias, problemas y
maneras de pensar y más que nada, “hermanarnos”
en el festival convocado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
“Nuestra misión es cuidar nuestra tierra, la que nosotros vemos como una
madre. Fuimos creados para recordarle al mundo que no hay valor más precioso
que la vida misma, manifestada en esta tierra. Y que esta no puede ser
reemplazada por el oro, plata o billetes creados por el hombre…”
La ignorancia, apatía, miedo y avaricia son enfermedades que afligen a la
gente y especialmente a los gobernantes, dicen.
“Para obtener dinero, hacen lo que sea, como destruir a nuestra Madre
Tierra. Si es posible, matan, desaparecen o se encarcelan a quien se oponga a
sus intereses…”
“Nuestra misión es
cuidar nuestra tierra, la que nosotros vemos como una madre. Fuimos creados
para recordarle al mundo que no hay valor más precioso que la vida misma,
manifestada en esta tierra. Y que esta no puede ser reemplazada por el oro,
plata o billetes creados por el hombre…”
La ignorancia, apatía, miedo y avaricia son enfermedades que afligen a la
gente y especialmente a los gobernantes, dicen.
“Para obtener dinero, hacen lo que sea, como destruir a nuestra Madre
Tierra. Si es posible, matan, desaparecen o se encarcelan a quien se oponga a
sus intereses…”
Todos los asistentes gritaron un fuerte NO al paso de la autopista Toluca-Naucalpan, NO a la presa la Parota, NO
al acueducto en Sonora, NO a las
mineras, NO a la violación de
derechos, NO a la corrupción, y SÍ al respeto, al amor, a la honestidad,
a la humildad y a la vida misma.
Todos también se comprometieron con la libertad
de las y los presos políticos –desde la tierra de los Yaquis hasta San
Pedro Tlanixco, hasta los pueblos del Volcán, hasta Guerrero, hasta Chiapas.
“Si en México si persiguiera la justicia, hoy las cárceles no estarían
llenas, llenas de hermanos que defienden sus derechas, sus tierras… Estas
cárceles deben de estar repletas de gobernantes asesinos, corruptos,
enriquecidos ilícitamente”.
“Xochicuautla es un ejemplo de hacer lo que deben hacer todos los seres
humanos. Hacer valer nuestro derecho…. Hay que difundir este mensaje de
fraternidad, de unión, para poder corregir el rumbo de nuestro futuro y nuestro
planeta y nuestras futuras generaciones”.
Doña Bertha Nava, madre de Julio César Ramírez Nava estudiante de
Ayotzinapa asesinado en Iguala el pasado 26 de septiembre, dijo: “Mi hijo tenía el sueño de ser maestro
para poder compartir sus conocimientos con los hijos de ustedes, los pueblos
indígenas de México, porque solo así podremos abrir los ojos frente a este mal
gobierno que mata y desaparece a quienes exigen sus derechos”.
Como Mario César González, padre de desaparecido estudiante César Manuel
González, ella y todos los padres y madres de familia escucharon un fuerte
grito: ¡No están solos!
Dos compañeros del ejido de Bachajón, Chiapas, informaron que desde las
seis de la mañana del día 21, las y los ejidatarios recuperaron de forma
pacífica la caseta de cobro que se ubica en la entrada del Centro Ecoturístico
Cascadas de Agua Azul, lugar de donde fueron desalojados en febrero de 2011.
“Esto que está sucediendo ahora,
algunos quisieran que no se visibilizara, que permaneciéramos ciegos, quisieran
también que nos resignáramos a la violencia y a la muerte provocada por sus
injusticias. Quisieran ver un pueblo resignado a padecer la impunidad. Les
gustaría que no se señalara la corrupción. Pero esto es imposible, lo que no
quieren entender quienes están destruyendo al mundo, los que están destrozando a
México que, nosotros mujeres, hombres, abuelos y niños siempre vamos a reclamar
que somos y seguiremos siendo los constructores de la historia del bien y de la
justicia”, dijo un mensaje del
Congreso Nacional Indígena.
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