Compartición: encuentro de dolores y rabias en un país poblado de horrores en que la indignación se desborda
¿De qué sirven las comparticiones?
Fecha: 24 dic 2014
Xochicuautla, 23 de
diciembre de 2014
Alejandro Reyes,
Colectivo Radio
Zapatista
“Nosotros sabemos que lo que le hagan a la
tribu yaqui se lo van a querer hacer a todos los pueblos indígenas de México.
Que lo que le hagan a los normalistas de Ayotzinapa se lo van a querer hacer a
todos los estudiantes de México. Que lo que le hagan a los pueblos indígenas y
a los estudiantes se lo van a querer hacer a todos los mexicanos.”
-
Representante de la tribu yaqui
El
8 de agosto, en San Cristóbal de Las Casas y en los alrededores sobrevolaban helicópteros
militares y en San Juan Chamula el presidente de México y el gobernador de
Chiapas se disfrazaban de indígenas tzotziles. “Ratificamos hoy más que nunca nuestro compromiso…”, sonaron las
palabras, huecas, sin traducción y sin ningún vínculo con la realidad. Mientras
eso, en el Caracol de La Realidad, en la selva lacandona, se llevaba a cabo la compartición entre 28 pueblos
originarios de México organizados en el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el
EZLN.
La palabra compartición
no existe en los diccionarios, aunque se anuncia que se incluirá en la 23ª
edición del de la Real Academia Española. En ese diccionario la definición
será: “Acción y efecto de compartir”.
Pero para los zapatistas y los pueblos indígenas la compartición es algo mucho
más profundo y tiene un sentido político. Para entenderlo, habría que escribir
un ensayo. O no. Para entenderlo, hay que practicar la compartición, cueste lo
que cueste. Y cuesta. Tan es así, que desde el poder se hizo todo lo posible
para evitar que se realizara la compartición entre el CNI y el EZLN. Primero
con el ataque por parte de miembros de la CIOAC Histórica al Caracol de La
Realidad y el asesinato del maestro Galeano, justo tres semanas antes de que
iniciara la compartición planeada para finales de mayo, y que por eso se tuvo
que posponer. Después, las agresiones, amenazas y desplazamiento forzado, por
parte de paramilitares de la ORCAO, a varias comunidades pertenecientes al Caracol
de la Garrucha, que empezaron a una semana del inicio de la compartición
(reprogramada para agosto) y que continuaron durante el evento. Y, finalmente,
con el simulacro mediático de la aparición de Peña Nieto y Manuel Velasco en
Chamula justo el último día de la compartición.
Compartición es el encuentro de dolores y rabias en un país
que se desmorona, en un país poblado de horrores en que la indignación
acumulada finalmente se desborda y sale a las calles ante los asesinatos y
desapariciones cometidas por el narcoestado contra los normalistas de
Ayotzinapa. Pero compartición es también el encuentro de dignidades y de
alternativas de vida ante la muerte impuesta desde el poder.
Una de las resoluciones de la compartición entre el CNI y el
EZLN en agosto en La Realidad fue la creación de una gran compartición: el
Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el capitalismo “Donde los de arriba destruyen, los de abajo
reconstruimos”, que inició el 21 de diciembre en la comunidad de
Xochicuautla, Estado de México, y que terminará en San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, el 3 de enero de 2015.
Aquí, en Xochicuautla, comunidad hñähñu amenazada en su
territorio y cultura por el megaproyecto carretero Toluca-Naucalpan impulsado
por el otrora gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, se reunieron
durante dos días cientos de delegados de pueblos indígenas de todo el país y de
organizaciones y colectivos en México y el mundo. Como invitados especiales
estaban los familiares de los normalistas desaparecidos, heridos y asesinados
de Ayotzinapa. “Mi hermano, tan alegre
que iba, se despidió de la familia contento porque iba a ser un gran maestro”,
escuchamos, y las sillas vacías frente al altar, reservadas a los normalistas
desaparecidos, son un dolor presente en todas y todos. Pero del dolor y la
rabia nace también la esperanza, la convicción de que, para cambiar este país y
este mundo, hay que construir alternativas de vida fuera de la lógica del
capital y el Estado.
Así escuchamos a Miguel Sánchez, totonacú de la sierra norte
de Puebla, quien cuenta que hace tres años la lucha contra el despojo de su
territorio se inició con diez personas que se instalaron durante tres días en
un plantón contra un proyecto ganadero impulsado por la Sagarpa. El éxito de su
atrevimiento los inspiró a organizarse meses después, cuando el gobierno
anunció grandes proyectos que supuestamente traerían el progreso a la región,
en particular una planta hidroeléctrica sobre el río Ajajalpan, municipio de
Olintla, un emprendimiento del Grupo México. Los viejos no sabían que era una
hidroeléctrica, así que convocaron a los jóvenes. Éstos investigaron e
informaron que generaría energía, pero que significaría la destrucción de sus
tierras. Cuando las máquinas llegaron en diciembre de 2012, ocho mujeres de la
comunidad de Ignacio Zaragoza se plantaron frente a ellas y pronto se unieron
campesinos de otras comunidades. A finales de 2013, lograron la cancelación del
proyecto. Pero quizás lo más importante haya sido la organización de los
pueblos, que hoy resiste a la imposición de megaproyectos que afectan a decenas
de miles de hectáreas. Más de 10 proyectos hidroeléctricos, más de 100
concesiones mineras, carreteras y puertos para facilitar el despojo, acueductos
que benefician complejos industriales, ciudades rurales para lidiar con el
desplazamiento forzado, técnicas extractivas devastadoras como el fracking. Todo eso aunado a
la reforma energética, que elimina las defensas legales del territorio por los
pueblos, a la represión militar y policial y a la connivencia entre éstas, el
crimen organizado y las grandes empresas.
Norberto Cruz Florentino, hñähñu de Querétaro, relata que en
1995 y 1996, miembros de la comunidad se formaron el Frente Independiente de
Organizaciones Sociales, y por considerarse pro zapatistas fueron fuertemente
reprimidos y varios de ellos fueron encarcelados. La represión logró
desarticularlos, pero hace unos años lograron reconstituirse en el Frente
Estatal de Lucha. Tras una consulta, las tres regiones organizadas decidieron
impulsar el Programa de Desarrollo Integral, que abarca salud, educación,
vivienda, producción, cultura y deporte. Se trata de un proyecto de autonomía
en el que las asambleas comunitarias deciden qué se necesita y se organizan sin
pedirle nada al gobierno.
En el Distrito Federal, el Movimiento de Pueblos, Comunidades
y Organizaciones Indígenas se organizan desde hace cinco años para construir
comunidad y defender los derechos de los pueblos indígenas en la ciudad de
México. Una compañera, que era ambulante en la Alameda, cuenta que nadie les
avisó que renovarían el espacio y serían expulsados. Acudieron a la delegación,
pero las y los ignoraron, y ahora les decomisan la mercancía cuando intentan
trabajar en otros espacios. “Yo como
mujer estoy tan enojada, tan indignada”, dice, y añade: “Ya no tenemos miedo de ellos porque el
pueblo es el que manda, no ellos”. El tata purépecha Juan Francisco, narra
uno de los miembros del Movimiento, decía: “Haz
de tu vida en la ciudad una lucha, pero no luches contra las personas, lucha
contra las ideas del turish, que tus flechas den contra esas formas de pensar,
si piensas en el nosotros, resistirá la razón, recuerda que por el pensar en el
nosotros es que todavía existimos”.
En Sonora, la tribu yaqui lleva una lucha a muerte contra el
Acueducto Independencia, que arrebata más de mil metros cúbicos por segundo de
agua del río Yaqui, fuente de vida para los yaquis, a pesar de su ilegalidad.
Tres controversias constitucionales, siete juicios de amparo y la consulta
ambiental ordenada por la Suprema Corte no han logrado detener la operación del
acueducto. En vez de eso, la represión ha caído sobre los luchadores yaquis.
Desde hace meses, Mario Luna y Fernando Jiménez Gutiérrez están presos, con
delitos fabricados. La hermana de Fernando lee una carta escrita desde la
cárcel: “No nos cansaremos, no callaremos
y jamás claudicaremos por la lealtad a nuestros ancestros caídos, a los cuales
honraremos defendiendo lo que a ellos les costó casi el exterminio en el
pasado. Hoy nuestra encomienda es igual: velar por nuestro territorio y nuestro
río hasta que quede el último yaqui en pie”.
En otras partes del mundo la resistencia contra los
proyectos de muerte y la construcción de alternativas de vida se reproducen. La Zona que Defender, de Notre Dame de
Londres, Francia, lucha contra la construcción de un aeropuerto en una región
que no sólo es fuente importante de agua, sino que alberga una población de
fauna en peligro de extinción. Miles de heridos, un muerto y una brutal
represión no han logrado destruir la organización, que se inspira y solidariza
por las luchas autonomistas en México. En tarjetas postales presentadas en el
Festival, los miembros del movimiento mandan 117 mensajes de solidaridad.
En Canadá, la Red de Solidaridad contra la Injusticia Minera
lucha contra las mineras canadienses que destruyen territorios tanto en Canadá
como en muchas partes el mundo y apoyan a las comunidades afectadas. Nadie es
Ilegal y Solidaridad sin Fronteras luchan por la justicia migrante. Con
migrantes indocumentados en Canadá, promueven proyectos de defensa de los
derechos migrantes, pero también contra las actividades canadienses en el
exterior que fomentan el desplazamiento forzado. Activistas indígenas de ese
país entienden vinculan su lucha a la de los pueblos originarios del
continente, así como a los elementos globales del despojo (mineras, tratados de
libre comercio, migración, etc.).
La Federación Anarquista de Francia lucha contra la
violencia policial, los proyectos de muerte como aeropuertos y minas y el
crecimiento del fascismo en Europa. La Red Internacional de la Lengua Francesa
reúne colectivos y organizaciones al rededor del mundo y se inspiran en la
autonomía zapatista. En julio de 2014, colectivos e individuos, algunos de
ellos estudiantes en la Escuelita de la libertad zapatista, una compartición en
el sur de Francia, en la que se compartieron experiencias autónomas las más variadas.
Éstas son sólo algunas de las experiencias compartidas en
esta primera fase del Festival de las Resistencias y Rebeldías. En el clima de
festividad indignada del cierre, después de que los niños rompieron una piñata
con el rostro de Peña Nieto y las compañeras que durante tres días dedicaron su
esfuerzo a alimentar a los cientos de asistentes nos ofrecieran un baile,
salimos todas y todos con el llanto del dolor atravesado y la esperanza de
seguir creyendo que otro mundo es posible.
Arranca la compartición del Festival de las Resistencias y Rebeldías en
Xochicuautla
Despojo, represión, asesinatos, secuestros, detenciones arbitrarias,
violaciones a los derechos humanos y explotación de recursos naturales, se
escuchó en la presentación.
por
Fabiola Gutiérrez Quiroz
Diciembre 23, 2014
Foto: Isabel Sanginés/Somoselmedio.org |
Xochicuautla, Edo Mex, 22 de diciembre 2014.- Inició la compartición
del primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías, en San
Francisco Xochicuautla, con la participación de la Sociedad Civil de Las Abejas
de Acteal. A 17 años de la masacre indígena chiapaneca, los voceros de la
organización demandan justicia para los 45 asesinados, comentaron que de los 87
detenidos por este hecho sólo dos son los que están en la cárcel y hasta la
fecha los actores intelectuales siguen sin recibir castigo.
Antes de continuar con las demás participaciones de los voceros indígenas,
provenientes de distintas partes del país, se dio lectura al comunicado del
Congreso Nacional Indígena (CNI), donde se habló de las luchas que tienen en
común: “a través de los espejos profundos
que son nuestras culturas originarias, pudimos ver el despojo que tratan de
imponer en nuestros pueblos y así conformamos un reflejo en diferentes espejos,
en donde nos vimos y reconocimos nuestro propio rostro, nuestra rabia, nuestros
dolores que forman nuestra resistencia; pero también reconocimos nuestra cultura,
nuestras tradiciones, autonomía y proyectos de vida. Sabemos que esos 30
espejos no son todos los espejos de los pueblos originarios, ni mucho menos son
todos los espejos del país, pero este reflejo tiene un eco que se multiplica
por toda la república y por el mundo”. En el comunicado del CNI se relató
la lucha y la resistencia que llevan durante años los pueblos ancestrales. “Desde que nos vimos en este espejo han
surgido otros dolores como el de los 43 alumnos de la normal rural de Ayotzinpa
y eso ha multiplicado nuestros dolores y nuestra rabia”, comentó uno de los
delegados del CNI.
Despojo, represión, asesinatos, secuestros, detenciones arbitrarias,
violaciones a los derechos humanos y explotación de recursos naturales, se
escuchó en la presentación de los 30 espejos: “en la costa náhuatl del estado de Michoacán, las riquezas naturales
han sido motivo del asesinato -en el 2009- de 31 personas y cinco desapariciones en manos de Los Caballeros
templarios, que forman parte de la corrupción en las estructuras del mal
gobierno (…) El saqueo ilegal de
minerales y maderas preciosas son explotadas por empresas internacionales, como
China, desde los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas; eso ha provocado una
ola de luto y dolor en la comunidad de Ostula, donde han mantenido su propia
seguridad para detener el saqueo de sus recursos naturales, pero los malos
gobiernos no dejan de amenazar con desarticular las autodefensas, con
encarcelar a los líderes comunitarios.”
Dentro de los participantes en el primer día de compartimiento, se
escuchó la palabra de Alberto Patishtán, quien fue encarcelado durante 13 años
por defender el despojo de su pueblo y acusado por haber matado a siete
policías. Durante su intervención narró las protestas realizadas en la cárcel
-que consistían en huelgas de hambre y plantones- las cuales llevaron a la
creación de la organización La Voz del
Amate -en el 2004- dedicada a brindar asesoramiento a los presos que eran
maltratados durante su encierro; gracias a esta organización muchos lograron la
libertad.
Por su parte, los voceros de la tribu Yaqui, del estado de Sonora,
comentaron la ilegalidad en la que está funcionando el Acueducto Independencia,
pues antes de empezar la construcción se habían girado amparos para detener su
avance y cancelación, sin embargo no fueron respetados. Mencionaron que desde
hace más de un año mantienen bloqueada la carretera internacional, para detener
el saqueo del agua de sus comunidades. Denunciaron las detenciones ilegales de
sus compañeros acusados por secuestro y robo de auto, como el caso de Tomás
Rojo.
Durante esta compartición se señaló al presidente Enrique Peña Nieto de
ser el máximo jefe del paramilitarismo, que ha impulsado las reformas
estructurales, que no son más que el despojo y explotación de territorios
ancestrales de todo México.
Cada uno de los voceros de los 30 espejos, manifestaron su solidaridad y
apoyo a los padres de los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural Raúl
Isidro Burgos de Ayotzinapa.
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