Conferencia de prensa de los detenidos en el marco de las movilizaciones del #20NovMx. Foto: Twitter @CentroProdh |
Sin Embargo
Redacción / Sin embargo
Ciudad
de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).– Los detenidos durante el operativo
policiaco del 20 de noviembre (conocido en redes sociales como #20NovMx) en el
Zócalo capitalino, en el que participaron autoridades federales y fueron
auxiliadas por la Policía del Distrito Federal, denunciaron hoy, en una
conferencia de prensa, que fueron tratados como delincuentes, y recibieron
distintos tipos de tortura, física y sicológica, tanto en su desplazamiento
como en la instalaciones de las autoridades.
Los detenidos, que salieron ayer en libertad sin ningún
cargo, dijeron que el maltrato fue por parte de las agencias policiacas
federales y de las de la Ciudad de México. Entre los 11 liberados se encuentran
los que cayeron presos en las acciones policiacas del Zócalo capitalino.
Los detenidos en el marco de las movilizaciones de las
manifestaciones del pasado 20 de noviembre en solidaridad con los 43
normalistas de Ayotzinapa ofrecieron esta tarde una conferencia de prensa donde
denunciaron golpes, tortura y malos tratos en la Subprocuraduría Especializada
en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y en los penales de
Veracruz y Nayarit.
Atzin Andrade, uno de los 11 liberados ayer luego de que un
juez resolviera que no había pruebas en su contra, relató cómo se llevó a cabo
la detención arbitraria de la que fue víctima. Narró que lo subieron a un
autobús de la Policía Federal y los trasladaron a la SEIDO. “Nos trataron como la peor escoria, nos
hicieron muchas pruebas”, aseguró.
“El trato fue
denigrante, nos dijeron que nos iban a desaparecer, nos torturaron
sicológicamente”,
continuó Andrade.
En tanto Lilia Garduño aseveró que el día de la marcha ella
acudió a documentar la movilización. Sin embargo, en el Zócalo capitalino fue
golpeada por policías. Luego la llevaron a un costado de Palacio Nacional,
donde la amenazaron y la golpearon nuevamente. “Pensé que me iban a desaparecer”, declaró.
“Jamás se me dijo que
quedaba detenida ni porqué, me llevaron a la SEIDO y ahí se burlaron de mí, no
recibí atención médica ahí”, recordó. La mujer quien salió ayer del penal de alta
seguridad en Tepic, Nayarit, a donde fueron consignadas las tres mujeres
detenidas en las inmediaciones del Zócalo capitalino, indicó que cuando las
llevaron al penal, no les informaron a dónde se dirigían, “cuando vimos ya estábamos en el aeropuerto”.
En el penal, aseguró Liliana, “nos torturaron psicológicamente”.
En tanto Tania Damián, detenida también en el Centro
Histórico, aseguró que ella sí estaba marchando cuando fue agredida por
granaderos. “No me da miedo decirlo, yo
sí estaba marchando, luego vimos a la gente corriendo, había humo”, dijo
este día.
“Pregunté qué estaba
pasando y un policía me golpeó con el puño en la cabeza. A mi novio también lo
golpearon, nos subieron a un camión azul”, describió sobre el momento de su
detención.
Declaró que como ella no dejó que le tomaran fotos ni sus
datos en la SEIDO, la separaron del grupo de los otros detenidos luego de la
movilización de ese día. Damián sostuvo que las autoridades le propusieron que
sí ella declaraba, le quitarían delitos. “Me
condicionaron a hacer la llamada a la que tenía derecho, me torturaron y por
ello fue que firmé lo que me pidieron”, dijo.
“Cuando iba para el
aeropuerto, pensé que nos iban a matar, que ya no íbamos a aparecer”, recordó Tania.
Hillary González relata que el 20 de noviembre la marcha fue
muy “tranquila”. Después fue testigo
de los desmanes en Palacio Nacional y de cómo los granaderos comenzaron a
entrar al Zócalo.
Narra que se cayó. En ese momento los granaderos la
golpearon y patearon, la entregaron con unas oficiales de la Policía federal,
quienes la llevaron a la calle Corregidora, sin explicarle cuál era la razón de
la detención y a dónde la llevarían.
No le permitieron contactar a su familia hasta que rindiera
su declaración, asegura que fueron interrogados con la finalidad de
hostigarlos. Su familia se enteró de su situación hasta el día siguiente.
“En la SEIDO nos
trataron como si fuéramos delincuentes, cuando lo que hacíamos es un derecho
constitucional”,
comenta Hillary.
En tanto, Luis Carlos Pichardo, trabajador del Museo Memoria
y Tolerancia, aseguró que él arribó con su contingente a la plancha del Zócalo,
gritando: ¡No violencia!
“Los granaderos venían
con una actitud muy violenta, fui golpeado con un escudo, caí al suelo y me
golpearon 3 o 4 elementos de la Policía Federal”, detalló del momento en
que la situación se tornó tensa en las inmediaciones del Palacio Nacional.
Carlos Pichardo fue detenido esa noche del 20 de noviembre y
trasladado junto a las otras personas a la SEIDO, donde asegura: “se burlaron, nos trataron como si no
fuéramos personas, nos amedrentaron, nos bajaron a las celdas y ahí estuvimos
una noche”. Antes de ser aprehendido, él recuerda que gritó su nombre a
varios fotógrafos, “pensando que me
fueran a desaparecer”.
En tanto, los abogados de las 11 personas que fueron
detenidas arbitrariamente dijeron que la estrategia para su liberación
consistió en ofrecer como pruebas videos y fotografías en los que se mostrara
su participación activa en la marcha.
Señalaron que no se puede permitir que la Procuraduría
General del República (PGR) diga que se
equivocó con las detenciones porque no se trató de un error si no que se
realizó con intención.
“Es una estrategia que
está planteando el gobierno. La única intención es justamente criminalizar la
protesta por los 43 normalistas y generar miedo en la población”. Agregaron que
trasladar a las mujeres a un penal de Nayarit y a los hombres a Veracruz, mostró
la intencionalidad de dificultar el proceso de los manifestantes.
Asimismo, comentaron que se solicitó el Protocolo de
Estambul para documentar la tortura que recibieron las once personas.
Los liberados exigieron a los procuradores y secretarios de seguridad
capitalino y federal, así como al Presidente Enrique Peña Nieto que
se pronuncien al respecto para garantizar su seguridad.
Ayer el Juzgado Decimoséptimo de Distrito con sede en
Xalapa, Veracruz, resolvió el auto de libertad por la falta de elementos en
contra de los 11 detenidos por los delitos de tentativa de homicidio, motín
y asociación delictuosa.
Los jóvenes que fueron detenidos y que ayer
recuperaron su libertad son: Roberto César Jasso del Ángel, Ramón Domínguez
Patlán, Hugo Bautista Hernández, Atzin Andrade González, Juan Daniel López
Ávila, Laurence Maxwell Ilabaca, Luis Carlos Pichardo Moreno, Francisco García
Martínez, Hillary Analí González Olguín, Lilian Garduño Ortega o Liliana
Garduño Ortega y Tania Damián Rojas o Tania Ivonne Damián Rojas.
Siete hombres que se encontraban presos en el penal de alta
seguridad de Villa Aldama, Veracruz, salieron de las instalaciones alrededor de
las 16:00 horas de ayer sábado y fueron recibidos por sus familiares; en tanto
al chileno Laurence Maxwell fue trasladado a la estación migratoria de
Veracruz, para revisar su situación migratoria y horas después abandonó las
oficinas.
Por la noche las tres mujeres que se encontraban en el penal
de alta seguridad de Nayarit habían abandonado las instalaciones.
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