México, DF, 20 de noviembre: Miles toman calles y Zócalo con dos reclamos: “Vivos los queremos” y “Fuera EPN”
Sin Embargo
Redacción / Sin embargo
Por David Martínez, Humberto Padgett, Linaloe R. Flores, Shaila Rosagel y
Mayela Sánchez
Ciudad
de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).– Miles de mexicanos se han movilizado
este día, cuando se conmemora el 104 aniversario de la Revolución, en distintas
marchas que reclaman al Estado la presentación con vida de 43 estudiantes que
fueron secuestrados por fuerzas gubernamentales en Iguala, Guerrero, el 26 de
septiembre pasado.
Al llegar al Zócalo de la ciudad, alrededor de las siete de
la tarde, los contingentes llenaron la plancha de inmediato, aunque el flujo
masivo de ciudadanos inconformes continúa su trayecto por las calles del centro
del Distrito Federal -entre las cortinas metálicas que protegen los locales
comerciales-, pasando lista a los 43 jóvenes desaparecidos y coreando: “¡Vivos se los llevaron, vivos los
queremos!”
Felipe de la Cruz, padre de uno de los normalistas que sobrevivió
al ataque del 26 de septiembre, fue el primero en hablar desde el templete
instalado en esta plaza nacional, diciendo: “Cómo
estará temblando Peña Nieto de que estemos aquí que hasta puso guardias
presidenciales en el Palacio Nacional. Lo hacemos responsable si algo nos
sucede”.
También en el Zócalo, un grupo de manifestantes quemó la
figura del Presidente Enrique Peña Nieto en una fogata que prendieron junto al
asta bandera. “Fuera Peña Nieto”, se
escuchaba mientras distintos oradores hacían uso de la palabra. Asimismo,
lanzaron una gran rechifla a los elementos de seguridad y trabajadores que se
encuentran en el primer piso de Palacio Nacional, donde se observan las luces
encendidas. Otros cuestionaban al Presidente a coro “¡Ellos no están [los 43 normalistas], ¿dónde estás tú?”
Alrededor de las 19:30 horas, un grupo de desconocidos
intentó brincarse las vallas instaladas en los alrededores de la plancha
mientras que también se observó a encapuchados llegar a las puertas de la sede
del Ejecutivo.
La movilización en este punto se encuentra vigilada por un
grupo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal
y elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), quienes resguardan las zonas
aledañas al Zócalo capitalino. Los granaderos están ubicados en la calle de
Moneda, mientras que unos 100 elementos del EMP resguardan la sede del
Ejecutivo.
Antes, alrededor de las 18:45, cuando uno de los
contingentes pasó frente al Palacio de Bellas Artes, un familiar de los
desaparecidos tomó la palabra y dijo: “Venimos
a decirle a [Enrique] Peña Nieto que
vamos a insistir hasta que se vaya [...] si le queda grande el puesto que se vaya, y se lo deje a otro”,
agregando que ellos ya no creen en lo que dice el Gobierno y aun que creen que
sus hijos están vivos. “¡Vivos se los
llevaron, vivos los queramos!”, exigió.
Las demandas de los indignados mexicanos, principalmente,
son dos: “Vivos los queremos”, que
reclama la presentación de los normalistas desaparecidos, y “Fuera EPN”, el
referencia directa al Jefe del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto.
A su paso en dirección al Zócalo, mientras avanzaban por las
calles, los manifestantes también fueron sustituyendo las placas con distintos
nombres: “Calle Normalistas”, “Calle Impunidad”, “Calle Estudiantes”, “Calle
Represión”, entre otras.
La furia explotó en la Ciudad de México después del
mediodía, cuando cientos de jóvenes se enfrentaron con policías que les
lanzaron gases lacrimógenos y que, a cambio, recibieron bombas molotov,
pedradas y hasta cohetones. Siete horas y media después de estos choques, este
contingente agrupado al oriente de la capital llegó al Zócalo capitalino y
reportó la detención de al menos 10 personas.
El resto de los ciudadanos que participan en la movilización
partió entre cinco y seis de la tarde desde los tres puntos acordados en la
Ciudad de México (el Ángel de la Independencia, la Plaza de las Tres Culturas y
el Monumento a la Revolución), con dirección al Zócalo y encabezados por las
familias de los estudiantes desaparecidos. Estos, a su vez, avanzaron
acompañados por integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de
San Salvador Atenco, los cuales llegaron a esta capital en caballos y portando
machetes. Junto a los ciudadanos empezaron a congregarse también, desde
Tlatelolco, visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) e incluso
observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el Ángel de la Independencia, la congregación de miles de
ciudadanos se extendió desde las cinco de la tarde hasta la glorieta de Las
Palmas. De ahí partieron el Movimiento Popular Guerrerense Nueva Generación
A.C. y el Frente Popular de la Ciudad de México, además de un grupo de jóvenes
que portan decenas de cruces blancas y pasaron lista a los 43 estudiantes de
Ayotzinapa. En este mismo punto, los organizadores solicitaron a los
manifestantes que se retiraren capuchas y que marcharan con el rostro
descubierto. Alrededor de las 6:30 de la tarde, el contingente llegó a la
altura de la Glorieta de Colón, donde alcanzó a la movilización que inició en
el Monumento a la Revolución.
Mientras el contingente avanzaba sobre Reforma, varios
artistas se sumaron a la marcha, entre ellos los integrantes de la banda
Panteón Rococó, quienes avanzaron tocando para amenizar la manifestación.
“Convocamos a todas las
personas a que se sumen a esta movilización. A todos aquellos que han sido
lastimados por el crimen organizado o algún funcionario público”, se escuchó decir a uno
de los organizadores a través del aparato de sonido que encabezó la marcha.
En el Monumento a la Revolución, la concentración de
ciudadanos inició con maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de
la Educación (CNTE), asociaciones en contra de la Ley de Telecomunicaciones y
estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
En los alrededores, sobre todo sobre Avenida Paseo de la
Reforma, empleados de diferentes oficinas salieron a las calles también
portando cartulinas con consignas en contra de la violencia y, siguiendo la
convocatoria denominada en redes sociales #CorbatasPorAyotzinapa, formaron
sobre las banquetas el número 43 con sus corbatas.
Al partir en dirección al Centro Histórico, en la esquina de
la calle Gante y 5 de mayo, el contingente que partió del Monumento colocó una
placa nombrando a la primera como calle “Normalistas”.
Ahí también, un grupo de católicos que se unió a la manifestación gritando “¡La Iglesia consciente se une al
contingente!”, mientras que integrantes del Sindicato Mexicano de
Electricistas repartieron volantes convocando a la población no pagar la luz
hasta que no se detenga la Reforma Energética.
Al llegar al Zócalo, un grupo proveniente de Oaxaca hizo
explotar un cohetón al pie del asta bandera mientras una fila de hombres
disfrazados de diablo, con el número 43 en el pecho, bailaron sobre las
cenizas. Un orador de la Coordinadora Nacional, Valentín Campa, lanzaba desde
el micrófono el nombre del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a lo
que los asistentes respondían “¡que se
largue!”
La mayoría de los estudiantes inició su recorrido desde la
Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, de donde partieron alumnos del
Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Superior de Ingeniería
Mecánica y Eléctrica (ESIME), la Escuela Superior de Comercio y
Administración (ESCA), y la Escuela Superior de Ingeniería Química e
Industrias Extractivas (ESIQIE), además de alumnos de la Universidad
Iberoamericana, la Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Nacional de
Bellas Artes (INBA) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Junto con ellos, partieron en la marcha personas de la tercera edad y familias
con niños.
De este punto, donde en 1968 se registró la peor matanza de
manifestantes en la historia del país, también partieron alumnos y académicos
de las Facultades de Ingeniería, Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y
Sociales, Química, Contaduría, Arquitectura y Ciencias de la UNAM, así como del
Colegio Madrid y del Instituto Luis Vives.
El medio de los reclamos de justicia, los estudiantes
también dieron muestras de ánimo armando batucadas y entonando sones jarochos.
También pintaron algunas unidades del Trolebús con frases como “Muera Peña”, “Gobierno socialista” y “Peña
asesino”.
Este reclamo de justicia para México se ha estado replicando
en diferentes ciudades del país y del extranjero. En Sonora, por ejemplo, se
reportó la toma del Congreso por parte de familiares de los niños víctimas del
incendio de la Guardería ABC, así como marchas de maestros y normalistas en
Guerrero y en Chiapas.
En el extranjero, hay protestas en ciudades de Estados
Unidos, Europa y América Latina. En Washington, por lo menos 300 personas
vestidas de negro realizaron una vigilia frente a la Casa Blanca, frente a la
cual colocaron veladoras; también se manifestaron en la Universidad de Harvard,
en Cambridge, Massachusetts; y en la de Brown, en Rhode Island, donde los
alumnos colocaron 43 sillas con las fotografías de los normalistas
desaparecidos. Asimismo, hubo expresiones de solidaridad con la movilización
mexicana desde Buenos Aires, Sao Paulo y Santiago de Chile, así como Madrid
-donde más de 300 personas marcharon por de la plaza Callao hasta Ópera
demandando “Justicia para Ayotzinapa”;
Oslo, donde ciudadanos acudieron frente al Parlamento Noruego para gritar que “Fue el Estado” y colocar 43 veladoras;
Berlín, donde los manifestantes portaron linternas con las fotografías de los
normalistas; y en Bolonia, donde ciudadanos italianos y mexicanos marcharon
vestidos de negro, con el rostro cubierto con máscaras blancas y portando
también las fotografías de los estudiantes.
Las exigencias de fondo, expresadas en decenas de pancartas,
mantas y consignas, inician con la exigencia de que los estudiantes normalistas
sean devueltos con vida, pero incluyen también el reclamo para que las
instituciones políticas del país asuman responsabilidad por la violencia y la
impunidad que permiten que policías secuestren y desaparezcan estudiantes.
Granaderos
toman control de Zócalo y lanzan polvo extintor; habría 13 detenidos
Noviembre 20, 2014
Juan López Villanueva, visitador de
la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), reporta un saldo preliminar de 13
detenidos y cuatro lesionados.
Los agentes lanzaron cinco detonaciones, tres de polvo
extintor y dos más que habrían estado mezcladas con gas pimienta, según
testimonios de 24 HORAS. La policía capitalina reportó el uso de este polvo para contener
agresiones de los manifestantes, aunque no
ha confirmado o negado el uso del gas.
Ante su ingreso los manifestantes respondieron aventándoles botes,
cadenas y palos, lo que generó crispación. Incluso ante
un primer avance de los uniformados, un granadero fue heridos
por manifestantes con el rostro cubierto.
La situación comenzó a tensarse
luego de que los manifestantes lanzaron algunos cohetones contra la
puerta de Palacio Nacional, por lo que los elementos de la Policía Federal y la
Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) formaron un cerco para desalojar la plancha
del Zócalo.
Los policías capitalinos
avanzaron un poco y luego se replegaron. Posteriormente en grupo los cientos de
uniformados avanzaron en bloque semicircular y golpearon a personas
con escudos y macanas, aún teniéndolos detenidos ya en el piso.
Contingentes seguían llegando al
Zócalo desde diferentes puntos, y a su ingreso veían a personas correr en
diferentes direcciones ya que no sabían de la tensión que se vivía entre
manifestantes y policías.
Entre los detenidos
se tenía el reporte de una persona identificada como Roberto Aguilar del Ángel.
Luego de haber
despejado la plancha, cientos
de policías federales y capitalinos realizan un cordón de
seguridad en torno a la Plaza de la Constitución.
Detienen y golpean a joven
Minutos antes, un sujeto que se saltó las barricadas que se
colocaron frente a la puerta de Palacio Nacional fue detenido y golpeado por
elementos de la Policía Federal.
El joven fue llevado hacia la calle de Corregidora, en donde
los policías lo ocultaron y golpearon, tras interrogarlo lo dejaron en libertad
con el rostro ensangrentado.
Luego de que terminara el mitin encabezado por los padres de los 43
normalistas, el contingente comenzó a dispersarse y liberar la plancha del
Zócalo.
Sin embargo, un grupo de jóvenes, algunos encapuchados, permanecen en
inmediaciones de Palacio Nacional. Gritan consignas y arrojan objetos y
cohetones contra la puerta del inmueble.
En el lugar hay presencia de elementos del Estado Mayor Presidencial quienes solo
observan las acciones.
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