15-Noviembre-2014
Autor:
El Gran
Kilombo Antifascista
En el
marco del 8º aniversario de la represión de mayo del 2006 en San Salvador
Atenco y Texcoco, las 11 mujeres que sostienen la denuncia internacional ante
la Comisión Internacional de Derechos Humanos, en contra del Estado mexicano,
por la Tortura Sexual a la que fueron sujetas, durante las detenciones llevadas
a cabo por policías, tanto estatales como federales, y durante el traslado
hacia el penal de “Santiaguito”,
decidieron, conmemorar un año más de su lucha contra la impunidad, con la
acción de la SOLIDARIDAD, buscando –dicen ellas-, regresar la solidaridad que
se levantó en torno suyo, sin la cual, no hubieran –insisten-, logrado
levantarse y llevar a cabo esta lucha en contra de la tortura sexual que el
Estado mexicano ejecutó por medio de sus cuerpos policiacos.
Ellas, han centrado su lucha, en denunciar el actuar del Estado, señalando,
en contra de lo sostenido por mucho tiempo por el propio Estado, que lo
ocurrido en aquellos días, las agresiones sexuales a las que fueron sometidas,
no eran, como no lo son, actos individuales de policías “descontrolados”, sino un acto de Estado, con objetivos políticos y
sociales específicos, señalando con esto, no a un policía, o a un personaje
político, sino al Estado y toda su estructura en su totalidad. Emprendieron una
lucha contra la impunidad y el olvido que el Estado mexicano, desde los medios
de comunicación masiva y privados, intentó imponer a base de mentiras y
silencios.
En este contexto ellas han luchado por visibilizar y denunciar la Tortura
Sexual, además de como un acto de Estado, como un accionar constante y
cotidiano que busca someter, por un lado, a movimientos sociales,
organizaciones, colectivos y al descontento social, por medio del miedo, en
este caso, por medio de la agresión institucional en contra de las mujeres, sus
cuerpos y su sexualidad, que se ejecutan de la mano a los valores patriarcales
y a las prácticas machistas y misóginas que habitan en la sociedad y en el
mismo Estado, imprimirle a esta práctica un silencio, a partir del estigma, la
culpa, el miedo, que buscan imponer sobre las mujeres, y que éstas, se
trasladen a los colectivos, organizaciones, movimientos sociales, y por último
a la sociedad, buscando controlarla, y por el otro lado, una práctica que, hoy
vemos, se extiende más allá de los mismos movimientos sociales, hacia la
sociedad misma, pero con el mismo objetivo: generar terror para imponer su
control y su dominación.
En este sentido, en el 8ºaniversario de aquella represión, ellas deciden
hacer extensiva la solidaridad, de ellas hacia otras mujeres que han sido
sometidas a Tortura Sexual, durante las detenciones y represiones diferentes,
intentando tenderles un puente de solidaridad para, dicen ellas, ROMPER JUNTAS EL SILENCIO, EN CONTRA DE LA
TORTURA SEXUAL.
Así, en mayo del 2014 anuncian esta campaña: “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra
la Tortura Sexual”.
A esta iniciativa se suman, además del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, otros
organismos de derechos humanos como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña
“Tlachinollan”, del estado de
Guerrero, así como Jass Feminist “Asociadas
por lo Justo” y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos
Humanos, y abraza a diferentes casos de Tortura Sexual, en diferentes contextos
y lugares de México como el propio caso de las mujeres denunciantes por el “Caso Atenco”, además los casos de
Claudia Medina, detenida y torturada sexual, física y psicológicamente por la
Marina mexicana en el estado de Veracruz; Miriam Isaura López Vega, detenida y
torturada física, sexual y psicológicamente por el Ejército mexicano en Baja
California; Verónica Razo, quien fue detenida y torturada física, sexual y
psicológicamente por la Policía Federal en la ciudad de México y actualmente
presa; Belinda Garza Melo, detenida hace siete años en la ciudad de Torreón, y
torturada física, sexual y psicológicamente por la entonces Policía Federal
Preventiva, quien recientemente ha sido liberada; y las pioneras en la lucha
contra la Tortura Sexual Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú,
ambas, indígenas Me’phaa, quienes en eventos diferentes fueron torturadas
sexualmente por la Armada mexicana en el Estado de Guerrero.
Araceli Olivos y Claudia Medina, en cabina, junto con Italia Méndez, quien
es de las mujeres denunciantes por el “Caso
Atenco” (presente a partir de una entrevista grabada), nos hablan de qué es
la Tortura Sexual, qué tan recurrente es esta práctica del Estado mexicano, nos
cuentan sobre cómo surgió la idea de esta Campaña “Rompiendo el Silencio: Todas
Juntas contra la Tortura Sexual”, sus objetivos y quienes la conforman,
además de los casos que se han integrado a ésta, así como de la importancia de
señalar esta práctica de Estado como tal, como un práctica institucional,
ejecutada por las diferentes instituciones de “seguridad” pública, sea a nivel municipal, estatal y federal, en
contra de las mujeres, donde a la práctica de la Tortura, se le suma el
carácter sexual, como medio de inculcar el terror y el control político y
social, en contra de los movimientos sociales, pues recurrentemente es
utilizada como parte de las estrategias contra-insurgentes, con las que el
Estado mexicano busca erradicar a movimientos y organizaciones, pero que va más
allá, y se ejecuta sobre sociedad en general, en muchos casos, encubierta
dentro de lo que el Estado mexicano llama a su supuesta “Guerra contra el Narcotráfico”, que se traduce como una guerra en
contra de la sociedad, y en este caso en contra de las mujeres, sus cuerpos y
su sexualidad.
La Campaña “Rompiendo el Silencio:
Todas Juntas contra la Tortura Sexual”, busca, justamente visibilizar esta
práctica del Estado, y tender puentes de solidaridad con las mujeres que han
sido sometidas a ella, romper el silencio en colectivo y enfrentar el dolor, el
miedo y la impunidad juntas, codo a codo.
AUDIO AQUÍ.
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