Escrito por
Heriberto Paredes
Agencia Autónoma de
Comunicación SubVersiones
Fotografías: Kolectivo
Zero
Video: Tejemedios
Martes, 23 Septiembre
2014
Te ch’abel ja
te yich’el ta muk’ te binti tulan sk’obal yu’un te kuxlejal, yu’un te teetik,
te jaetik, sok te sk’op jMejTatik
(El silencio es tomar la grandeza de todo aquello que tiene mucho valor, mucha importancia para la vida, para los árboles, para las aguas y la palabra de nuestras Madres-Padres)
(El silencio es tomar la grandeza de todo aquello que tiene mucho valor, mucha importancia para la vida, para los árboles, para las aguas y la palabra de nuestras Madres-Padres)
Santiago Gómez Miranda en
Educación, autonomía y lekil kuxlejal: Aproximaciones sociolingüísticas a la sabiduría de los tzeltales
Educación, autonomía y lekil kuxlejal: Aproximaciones sociolingüísticas a la sabiduría de los tzeltales
¿Quién no ha
escuchado hablar de las Cascadas de Agua Azul? Una de las paradas más
importantes en los recorridos turísticos de Chiapas es, sin duda, esta zona tzeltal
que en días sin lluvia permite el espectáculo de diversas cascadas y pozas
llenas de agua clara que desde ciertos puntos de vista va del azul al turquesa.
Cada año miles de personas de todos los países se detienen para contemplar este
lugar, algunos con más tiempo pasan una o dos noches en las austeras cabañas
que cerca de ahí permiten este lujo. Pero tal vez pocos conozcan la historia de
resistencia que ahí se ha gestado desde 2008, una historia que lleva consigo,
desafortunadamente, asesinatos y represión, presos políticos y desprecio, ya lo
apuntaba nuestro compañero José Aureliano Buendía en una entrega anterior:
Ante la
derrama económica que arroja el turismo en la región, empresas como Norton
Consulting INC y EDSA Construcción se han visto beneficiadas con el desarrollo
turístico que FONATUR tiene para la región, con el cual se pretende
transformar a la Reserva de la Biósfera de Aguas Azules en un complejo de
eco-turístico. La gran falacia de «desarrollo» que impulsó el perredista Juan
Sabines y que el actual gobernador Manuel Velasco Coello (Partido Verde
Ecologista) mantiene como una estrategia para el despojo y desplazamiento de
las comunidades indígenas en Chiapas. […]
El desarrollo en Agua Azul piensa
incluir campos de golf y hoteles para turismo de élite, hoteles tipo boutique, donde se piensa atraer al
turismo internacional o a todos aquellos que estén dispuestos a pagar
entre 4 mil y 10 mil pesos la noche, –Carlos Slim podría llegar a
alojarse ahí. Comentan los ejidatarios entre sonrisas, en un ánimo que dicen,
es de lucha.
Son los habitantes del ejido San
Sebastián Bachajón –municipio de Chilón, demarcación correspondiente a las
cascadas– quienes mantienen una lucha en contra de esta idea de desarrollo, en
contra del despojo de sus tierras y de los recursos naturales para beneficiar
aún más a la élite económica de éste y de otros países. Desde el año 2008, momento
en que comienzan a presentarse los proyectos para el desarrollo ecoturístico de la región, los
habitantes se organizan contra este despojo y se manifiestan en contra de los
proyectos. Adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, los tzeltales
han desarrollado su gobierno autónomo al mismo tiempo que desconocen a los
funcionarios del gobierno oficial, a quienes acusan de armar bandas
paramilitares y de ser los responsables de acusaciones, detenciones y
asesinatos de compañeros de lucha.
Además de las
difamaciones en contra de la resistencia indígena que se oponen al «verdadero desarrollo»,
algunos indígenas cayeron presos en 2010 y 2011, entre ellos: Antonio
Estrada Estrada, Miguel Vázquez Deara y Miguel Demeza Jiménez,
acusados de robo y secuestro. A pesar de haber sido liberados,
es preciso señalar que fueron víctimas de tortura y pasaron más de dos años de
injusta prisión.
Juan
Vázquez Guzmán fue asesinado en su domicilio con armas de grueso
calibre, casi un año después, Juan Carlos Gómez Silvano es abatido el 21 de
marzo de 2014. En los dos casos no se cuenta con investigaciones serias y
aunque en el segundo caso hay personas detenidas, no se ha podido demostrar su
verdadera responsabilidad por lo que ambos crímenes siguen impunes. Pero a
diferencia de lo que sucedería, tal vez, en otros contextos, la muerte y la
cárcel sólo han fortalecido a los habitantes de Bachajón.
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Detenciones e ilegalidades
El gobierno de
Manuel Velasco derogó hace unos meses la ley conocida como «ley Garrote» (en un claro ejemplo de creatividad lingüística) y
aseguró que todos los procesos jurídicos se llevarían conforme a la ley y el
Estado de derecho. Sin embargo, la policía del municipio de Chilón no permite
certificar la legalidad y continúa cometiendo abusos, ejemplo de ello son las
detenciones ilegales de Juan Antonio Gómez Silvano, Mario Aguilar Silvano y
Roberto Gómez Hernández ocurridas el pasado 16 de septiembre. Luego de ser
agredidos con arma de fuego por algunos elementos policiales, los tzeltales
fueron detenidos y trasladados con rumbo desconocido. Algunos de los
acompañantes de los detenidos lograron escapar e informaron a la comunidad de
Virgen Dolores –tierras recuperadas dentro del marco de la lucha de Bachajón–
lo acontecido.
Día y medio
después, los tres agredidos aparecieron en
las instalaciones del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía especializada
de justicia indígena con sede en Chilón y fueron consignados por el Juez
Mixto de Primera Instancia del Distrito Judicial de Ocosingo. Se les acusa del
delito de lesiones calificadas en agravio de elementos de la policía municipal
de Chilón, hechos ocurridos, a decir de las autoridades,
en la madrugada del 16 de septiembre de 2014.
Los tres tzeltales denunciaron que
fueron víctimas de tortura y maltratos, que se les arrastró por el
camino de tercería mientras los policías se burlaban; uno de ellos, Mario
Aguilar Silvano, señaló que la tarde del 17 de septiembre, el Lic. Rodolfo
Gómez Gutiérrez, ministerio público adscrito a la Fiscalía, le puso una bolsa
de plástico en la cabeza para provocarle asfixia, además de amenazarlo con un
arma de fuego para forzar la auto-incriminación.
En este mismo
sentido, los tres detenidos identificaron al policía Agustín Sánchez como uno
de sus agresores, señalaron que él es amigo cercano de Sebastián Méndez
Hernández quien se encuentra preso por su participación en el asesinato de Juan
Carlos Gómez Silvano, por lo que suponen que los policías de Chilón están
tomando represalias y venganza.
Para continuar
con los abusos, el juez mixto de primera instancia de Ocosingo, Omar Heleria
Reyes, fijó una fianza por $300 mil pesos a cada uno de los indígenas detenidos.
Este hecho es completamente inconstitucional, en primer lugar por la
desproporción de la situación económica de los detenidos y, en segundo lugar,
porque es violatorio del principio de presunción de inocencia. El término
constitucional para resolver su situación jurídica –y definir si existen
posibilidades de pagar la fianza o si pasan el proceso penal presos– vence el
miércoles 24 de septiembre.
Tal parece que
las violaciones a los derechos humanos fundamentales continúan y que los
habitantes de esta región no cuentan con el derecho a la consulta para el
establecimiento o no, de proyectos de gran envergadura o de profundo cambio en
la constitución de su territorio. Por el silencio del gobierno estatal y sus
prácticas paramilitares es posible deducir que las agresiones continuarán y que
será la organización social, acompañada de la solidaridad internacional, las
que tendrán que resistir y buscar mecanismos para detener el despojo y la
imposición de esta idea capitalista de desarrollo.
Al igual que en
el norte de México, quienes luchan por el bienestar de su pueblo y por la
defensa de los recursos naturales son criminalizados, basta recordar la reciente detención de Mario Luna,
vocero de la Tribu Yaqui.
Tierra y Resistencia en San Sebastián Bachajón,
Chiapas, México.
Publicado
el 14/10/2013
Video sobre la resistencia del
Ejido San Sebastián Bachajón, en el municipio de Chilón Chiapas, primero por su
derecho a la tierra, luego por la defensa y la construcción de su autonomía
donde han sido reprimidos por exigir sus derechos.
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