Venezuela: Mentiras de la derecha, principal herramienta de la estrategia para impulsar un golpe de Estado
Fuente: AVN, 21-02-2014
La mentira es la principal
herramienta de la estrategia de propaganda de la ultraderecha venezolana.
Persigue victimizar y presentar como pacíficos a grupos fascistas que piden el
derrocamiento del gobierno constitucional y hasta la muerte del Presidente de
la República, Nicolás Maduro, elegido hace diez meses por la mayoría del
pueblo, a la que desconocen y rechazan.
Todo se dirige a crear un relato en el que "jóvenes soñadores" se enfrentan a un "Estado poderoso y opresivo",
sin incluir en el cuento el financiamiento de Estados Unidos, el entrenamiento
por parte de grupos especializados en la exportación de golpes de Estado, el
carácter fascista de las organizaciones comprometidas con la violencia y el
apoyo del poder económico y de las transnacionales de la comunicación.
Tal como en abril de 2002, cuando fue derrocado por 48 horas el
comandante Hugo Chávez, una vez más el papel principal del guion lo tiene la
mentira, no hay lugar para la verdad. La falsedad se expresa en diversas
formas: a la violencia se le llama paz
y a las acciones violentas se le llaman protestas
pacíficas.
Es interesante enumerar en grandes rasgos algunas de las falacias que
son difundidas y posicionadas como matrices de opinión para promover otro golpe
de Estado contra la Revolución Bolivariana. En este sentido, este 19 de febrero
decía el canciller Elías Jaua que, por continuar el rumbo chavista de construir
el socialismo, "durante los 10 meses
de Gobierno de Nicolás Maduro no ha habido un sólo día, una sola semana, un
solo mes donde no se haya intentado llevar al Gobierno a una situación de
desestabilización que justifique su derrocamiento".
“Son protestas”
Las protestas se caracterizan por
ser demandas con objetivos claros, una agenda de peticiones para soluciones
inmediatas a problemáticas sociales. Estas son acciones violentas, convocadas
con un sólo slogan: "la salida",
en referencia a su intento de golpe de Estado contra el presidente Maduro.
Eventualmente recurren a temas sentidos por los venezolanos y explotados
constantemente por la propaganda de las organizaciones de oposición y por los
medios privados como inseguridad, desabastecimiento e inflación.
Se reclama por la inseguridad ciudadana quemando vehículos policiales,
destruyendo la sede del Ministerio Público. Se quejan por la escasez de
alimentos quemando vehículos de la red pública de venta y distribución como
Mercal y Pdval.
Nuevamente el llamado a la paz del Gobierno Nacional y la mayoría del
pueblo venezolano -que enfrentan una cruenta guerra económica caracterizada por
el acaparamiento y la especulación- es omitido y los grupos de choque continúan
rechazando el dialogo y generando caos en la zonas donde el antichavismo
gobierna u obtiene más votos, como el Este de la ciudad capital.
“Son estudiantes quienes protestan”
La convocatoria a las acciones de
calle no viene del movimiento estudiantil, aunque participan estudiantes, la
movilización la promueve el partido político de ultraderecha Voluntad Popular.
No hay duda que hayan participado estudiantes, pero lo que caracteriza
estas manifestaciones no es el movimiento estudiantil sino los seguidores de la
derecha venezolana, entre los que destacan grupos entrenados en el exterior
para generar violencia.
“Hay represión y torturas”
La falsedad de la represión se
evidencia en el hecho de que -ante la ausencia de esta- la derecha se ha visto
en la necesidad de importar fotos de represión en otros países, como Egipto,
Brasil, Grecia, Siria y Chile, y las ha difundido por redes sociales y otros
medios como "muestra de la represión
estatal", para ello ha contado con la réplica de empresas de
comunicación nacionales e internacionales como ABC, Tal Cual, El Nacional y El
Mercurio, entre otros.
A diferencia del terrorismo de Estado, que imperó en los 40 años de la
IV República, cuando fueron asesinadas, desaparecidas y torturadas alrededor de
3.000 personas, en la Revolución Bolivariana ha prevalecido el respeto a los
derechos humanos.
Aun cuando las acciones violentas de calle disfrazadas de protestas han
incluido destrozos a propiedades públicas y privadas: daños a la sede del
Ministerio Público, de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM), del
Ministerio de Transporte Terrestre, estaciones del Metro de Caracas, los bancos
Venezuela y Provincial, las casas de los gobernadores de los estados Táchira y
Aragua, la quema de patrullas del Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas (Cicpc), viviendas y vehículos de personas
particulares, entre otros, los cuerpos de seguridad estatales han actuado
apegados a la Constitución y las leyes. No hay ningún elemento que demuestre lo
contrario.
Respecto a la supuesta tortura de manifestantes, hasta la conocida ONG
Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea)
-financiada por Estados Unidos- confirma la ausencia de casos de tortura.
“Los manifestantes son pacíficos”
Los destrozos, registrados en
fotografías y vídeos, con piedras, bombas molotov, hechos violentos en lo que
han resultado personas muertas y heridas, hacen que este argumento caiga por su
propio peso.
El motivo de la movilización es violento: salir de un gobierno
democráticamente electo, en base a demandas generales como mejora de la
seguridad ciudadana.
Por otra parte, hay un rechazo rotundo al diálogo con el Gobierno
Nacional, porque lo desconocen e irrespetan.
Se han violado derechos fundamentales como el libre tránsito y la sana
convivencia. Hasta el opositor alcalde de Chacao (Este de Caracas), Ramón
Muchacho, denunció que desde hace varios días, los habitantes de ese municipio
sufren por el "humo por la quema de
todo tipo de cosas en la calle".
Este jueves 20 de febrero, los grupos violentos impiden el tránsito de
los venezolanos que se han trasladado al Cementerio del Este, en Caracas, para
asistir al sepelio del cantautor venezolano, Simón Díaz.
“No hay libertad de expresión”
Esta mentira es repetida una y
mil veces -de manera contradictoria- a gritos frente a las cámaras de
televisión, agencias y otros medios públicos y privados, nacionales e
internacionales.
En redes sociales el llamado a la violencia y muerte del presidente es
expresado sin más, fotos y comentarios ruedan libres en muros virtuales y de
concreto.
Las agencias internacionales cubren todas las manifestaciones, los
medios nacionales también, el principal canal del Estado, Venezolana de
Televisión (VTV), tiene días asediado, piedras, tiros, expresiones de desprecio
son arrojadas a su sede en Caracas.
La libertad de expresión y la libertad política, alcanzan su clímax en
las calles frente a los guardias y policías insultados y golpeados al paso de "una manifestación pacífica".
Tal como en 2002, los medios son actores políticos y caja de resonancia
del golpe de Estado. El titular de El Nacional el pasado martes 11 de febrero
fue: "Nos mantendremos en la calle
hasta el final del gobierno". Muy parecido al publicado el 11 de abril
de 2002, en una versión extra del diario, donde decía: "La batalla final será en Miraflores".
Además, el título principal de ese diario el 13 de febrero, tras la
violencia que dejó dos muertos en las inmediaciones de la Fiscalía, fue: "Manifestación por la paz fue atacada
por violentos".
Los medios internacionales no se quedan atrás, este 19 de febrero, El
País de España dedicó la foto central de su primera página a una foto de Leopoldo
López en la que se "describe"
que fue "arrancado por la policía de
la mano de sus seguidores", cuando él ya había concertado días antes
con las autoridades su voluntaria entrega. Se manipula, se miente.
“La violencia le conviene al Gobierno”
¿Le conviene a un gobierno la
destrucción de las instituciones públicas y la alteración del orden? La derecha
acusa que la violencia es generada por grupos infiltrados del chavismo; sin
embargo, cuando son apresados los violentos en seguida exigen su liberación,
otra contradicción que desmonta la mentira.
El llamado a la violencia se puede constatar en las expresiones de la
derecha en todas las redes sociales y en el apoyo que les brindan partidos y
gobernantes de esa ideología, al convocar a las calles con una demanda
anticonstitucional: la salida inmediata del gobierno democráticamente electo.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha insistido en el llamado a
la paz, activó el Plan de pacificación
nacional y promueve el Movimiento por
la Vida y la Paz, iniciativas a las que se han sumado diversos sectores de
la vida nacional, incluidos alcaldes y gobernadores opositores, quienes se han
reunido con el Ejecutivo.
Otro aspecto que sobresale es que la violencia ocurre en las zonas donde
la oposición tiene mayor apoyo, en Caracas las guarimbas se dan en el Este de
la ciudad. Los sectores populares no participan en estos grupos de choque.
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