NOTA: Hemos compilado una serie de escritos en
torno al Auditorio Che Guevara. Posturas distintas, divergentes en relación a
las diversas formas en que se conciben la ocupación y las actividades que ahí
se realizan desde hace años, siempre bajo el acoso y hostigamiento de la
rectoría de la UNAM y la vigilancia policíaca desde ‘Auxilio UNAM’ hasta el CISEN (por lo menos). La primera parte de
esta compilación, que agrupa escritos del 19 al 23 de diciembre, está en: http://sexta-azcapotzalco.blogspot.mx/2013/12/tres-escritos-de-la-diversidad-de.html.
Por razones de espacio y dificultades
técnicas para seguir actualizando esa ‘entrada’,
aquí la continuamos. Esperamos que la lectura de estos escritos ayude a tener
claridad sobre la historia de esta ocupación y entender lo que ahora sucede.
Auditorio Che Guevara: 14 años de lucha por la autonomía, la libertad y la
justicia.
A los compañeros de La Sexta
A los compañeros Anarquistas y Libertarios
Al Pueblo Trabajador
A los medios libres
A los compañeros Anarquistas y Libertarios
Al Pueblo Trabajador
A los medios libres
Para el guerrero Kuykendall
uno de los muchos compañeros que se ha solidarizado con la lucha del Auditorio
Che Guevara. A un año del brutal ataque en su contra seguimos exigiendo justicia.
¡Ni perdón, ni olvido!
El principal problema a la hora de intentar analizar la
situación (siempre) actual del Auditorio Che Guevara es que se pretende obviar
la ocurrencia de un proceso de lucha, no de uno, de cuatro o de ocho años, sino
mínimo de catorce años, que es el periodo en que el Auditorio Che Guevara se ha
mantenido como un espacio autónomo y autogestivo, pero que sus antecedentes más
cercanos de lucha datan de por lo menos hace 20 años, cuando en 1994 en la
selva lacandona del suroriental estado de Chiapas el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional, un ejército milenario de mayas, le declaró la guerra al
estado mexicano, generando así la mayor insurrección social de la que se tenga
memoria en los últimos 20 años. Dicha insurrección ha impactado en varias
generaciones de estudiantes y jóvenes que periódicamente nos hemos movilizado
para responder a las coyunturas abiertas por el EZLN por libertad, justicia y
autonomía.
Entre muchos de los aprendizajes que
en la lucha zapatista hemos tenido nos gustaría mencionar al menos cuatro y que
nos dan la certeza de que otros mundos son posibles, en primer lugar, que la lucha constante y cotidiana busca el
beneficio del para todos todo, nada
unos cuantos; en segundo lugar, pero no menos importante, que no nos interesa participar en la lucha por
el poder del estado o de cualquier otra institución opresora, sino que nuestra lucha es por autonomía, libertad y
justicia. Una tercera enseñanza es que la
unidad sólo puede nacer en el respeto a la diversidad cultural y ontológica,
y que por lo tanto, nos negamos y resistimos cualquier intento de unidad donde
alguien gana y alguien pierde, pero no pierden los de arriba sino los de más
abajo. Finalmente, otra de las enseñanzas capitales es que la historia que nos
une, es la historia de la digna rabia,
de la lucha contra el desprecio, contra la represión, contra el despojo y
contra la opresión, lucha que nos
hermana abajo y a la izquierda con indígenas, obreros, campesinos,
maestros, estudiantes, amas de casa, colonos, jubilados, discapacitados,
científicos, artistas, intelectuales, jóvenes, mujeres, ancianos, homosexuales
y lesbianas, niños y niñas, feministas, punks, anarquistas, comunistas,
guerrilleros, zapatistas, etcétera.
La toma del auditorio Che Guevara,
el principal referente simbólico de la lucha universitaria por la
democratización de la universidad y del país, hace ya casi 14 años, abrió un
proceso de lucha y conflictividad permanente contra la caduca institución
universitaria, y el Estado mexicano. El fin político de esta lucha nunca ha
sido ni será el de luchar por la toma del poder en la universidad y del Estado,
sino el de abrir una senda de autorrealización y liberación colectiva e
individual por medio del trabajo autónomo, colectivo, horizontal, rotativo,
igualitario, diverso, respetuoso y solidario.
Dado lo anterior es obvio que el fin
político de quienes hemos mantenido al Auditorio Che Guevara como un espacio
okupado dentro la UNAM, como un Espacio
Autónomo de Trabajo Autogestivo, no es el mismo de quienes ahora pretenden
ostentarse como los “salvadores” y
dueños por haber trabajado en el Auditorio durante los últimos cuatro años. Es
una vergüenza que estos grupos aun no hayan entendido que la trascendencia del
auditorio Che Guevara radica, en tanto espacio universitario, en ser un espacio
histórico de lucha contrahegemónica, diverso, contracultural, cotidiano y
libertario, de abajo y a la izquierda, lo cual está más allá de cualquier
ideología dogmática, pseudocomunista o de derecha.
Somos conscientes de las
deficiencias y limitaciones del proceso autogestionario y autonomista que se ha
impulsado en estos 14 años en el Auditorio Che Guevara pero nos negamos a
asumir las mentiras que sobre nosotros se han inventado desde el poder y
difundido en los pasillos del oportunismo y la mediocridad. Al mismo tiempo,
sin dudarlo, reivindicamos también nuestro derecho a la rebeldía, nuestro
derecho a la libertad de construir nuevos mundos más allá de lo políticamente
correcto, de la epistemología occidental y del racionalismo liberal individualista.
Quienes nos acusan de drogadictos y reventados, y se autoproclaman como los únicos que en 4 años han
organizado foros, mesas redondas, encuentros, talleres, teatro, danza, cine,
pretenden borrar de un plumazo un amplio proceso histórico de lucha, al cual
nos hemos referido antes, en el que no solamente se ha hecho todo lo que ellos
dicen hacer, sino mucho más, pero que sobre todo no ha dependido nunca de la
labor de unos cuantos sino del trabajo constante y desinteresado de decenas de
personas para las cuales el Auditorio Che Guevara ha estado abierto, y a las
que ellos han cerrado sus puertas por no comulgar con su ideología, lo cual
además de ser un atropello es muestra de su sectarismo, su oportunismo y su
dogmatismo. Dogmatismos con los que no comulgamos, mucho menos si se disfrazan
de anarquistas.
Cuando hace cuatro años se les
abrieron las puertas a quienes desde hace un tiempo han pretendido desalojarnos
(con difamaciones, delaciones, amenazas, sabotajes etc.), jamás pensamos que
sus intenciones eran las de apoderarse del Auditorio Che Guevara, lo cual es
lamentable, no tanto porque hayamos de reconocer que nos equivocamos, sino
porque cada vez, con mayor ahínco, ellos hacen patente que sus discursos de
revolución no son sino un burdo engaño y que lo que nos espera cuando triunfe
su revolución no será sino más de lo mismo: despojo, desprecio, represión y
opresión, así lo han demostrado con sus acciones politiqueras con las que han
tratado de difamar el trabajo de muchos que lleva ya casi 14 años en el
Auditorio.
Cabe aclarar que nunca hemos lucrado
con el espacio, ni con las actividades que dentro de él realizamos. De las
miles de horas que en 14 años se han invertido y reinvertido en la construcción
del Espacio Autónomo de Trabajo Autogestivo que es el Auditorio Che Guevara, no
hemos obtenido sino satisfacción individual y beneficio colectivo. Habiendo
sido arrasado por la policía federal en el año 2000, autogestivamente y
solidariamente, consecutiva y permanentemente se ha dado mantenimiento,
modelado y remodelado decenas de veces los distintos espacios con los que
cuenta el Auditorio Che Guevara. Echarnos en cara unos cuantos botes de
pintura, una impermeabilización que ellos no hicieron, así como bocinas y
focos, para decir que ellos sí han trabajado por el auditorio, es poco menos
que infantil, ¿es qué no les ha quedado claro que para todos todo, para algunos cuantos nada?, ¿saben cuántos focos y
bocinas se han fundido en 14 años?, ¿cuántos litros de pintura se han gastado
en pintar decenas de metros de pared? ¿cuántos kilogramos de papel se han
utilizado en papel para volantes, carteles y periódicos murales? ¿cuántas
escobas y jergas se han acabado barriendo y trapeando pisos? No hay que ser
ridículos.
Por otro lado, la constante referencia
a que la intención es hacer del auditorio “el
mejor antro del sur”, cuando ninguno de los grupos e individuos que se
adjudicaron la retoma del foro central del Auditorio Che Guevara, ni la actual
Asamblea de Individuxs, Proyectos y colectivos de la Okupa Che, participó en
las actividades político culturales musicales que se realizaron entre 2002 y
2009, nos obliga a referirnos a un punto sobre el cual poco se ha dicho
públicamente. En 2009, la derecha universitaria y grupos de pseudoactivistas
revolucionarios presionaron, boicotearon y conjuntaron esfuerzos para que se
dejarán de realizar las actividades musicales (tokadas masivas) que desde
varios años atrás se venían realizando y que representaban la entrada principal
de dinero para mantener las actividades políticas y culturales; intentaron
todo, arrancaron carteles, pegaron propaganda apócrifa, hostigaron y amenazaron
a compañeros, a los que se sumaron seguimientos e intentos de levantón,
difamaciones en prensa y en los círculos “cerrados”
del activismo revolucionario. Cuando se dejaron de realizar dichas actividades
musicales se afectó el trabajo que se venía realizando, se cerró un espacio
independiente para la presentación de bandas alternativas y contraculturales,
no solo de diferentes géneros, sino de muchas partes del mundo, se coartaron
los medios para continuar dando apoyo solidarios amplio a distintas luchas, y
se truncó el proceso organizativo de quienes trabajaban en dichas actividades.
No es casual pues que estos grupos continúen vertiendo mentiras sobre que la
intención es hacer del auditorio un lugar para drogarse, beber, hacer fiestas y
lucrar. Nada más alejado de la realidad, el interés del trabajo político
cultural en el auditorio es el de la lucha por la libertad, la justicia y la
autonomía
Tras el supuesto de que con tales
actividades musicales se lucraba con el espacio, se rompía “la moral revolucionaria”, y se daba motivo a las autoridades para
que el auditorio fuera desalojado, se escondía un interés por coartar el
proceso de auto sustentabilidad económica sobre el que habíamos estado
trabajando. Al respecto, queremos recordar que en distintas ocasiones, a los
grupos que firman el “Comunicado ante la
«reapertura» del Auditorio Che Guevara”, les apoyamos en organizar eventos
para financiar sus proyectos, o al menos eso dijeron que harían; igualmente
varios de ellos participaron en foros y mesas de debate que nosotros
organizamos sin importar que políticamente tenemos diferentes visiones. No se
nos olvida tampoco que el grupo que ostenta varios membretes de organizaciones
fantasma se quedó con el servidor acervo.org el cual fue
financiado con nuestro trabajo. Qué poco ético es adjudicarse un trabajo
organizativo que no hacen, ¿a quién pretenden engañar, si su labor se limita a
dizque supervisar e impedir el trabajo de otros, tal como hace cualquier
administrador de casa cultura de gobierno, montándose y adjudicándose el
trabajo de otros?
Ellos sabían que la prohibición de
las tokadas llevaba el fin de atacar una de las bases económicas del Auditorio
y de varios proyectos. Después de la Gira contra el racismo con 8 bandas de 5
estados del país decidimos dejar de realizar eventos ante el hostigamiento cada
vez más fuerte de la policía y de estos grupos, por lo que entramos en un
proceso interno de reflexión. La represión, la entrada de nuevos grupos e
individuos que se sumaron al trabajo en el Auditorio, y nuestras ganas de hacer
otras cosas llevó a la disolución del Colectivo Radiokupa, que era quien
realizaba las actividades político culturales musicales masivas antes
mencionadas. Desde finales del 2010 dejamos de hacer actividades en el
Auditorio Che Guevara, sin embargo, eso no quiere decir que estemos dispuestos
a aceptar que se pretenda desalojar a quienes se aferran a seguir construyendo
un Espacio Autónomo de Trabajo Autogestivo, o aceptar las mentiras que dicen
sobre el trabajo que en 14 años muchos hemos realizado en el auditorio, ello
dentro de un proceso largo, difícil y complejo de construcción de Autogestión y
Autonomía.
Por ello y más, es que apoyamos la
retoma del foro central del Auditorio Che Guevara. Hacemos extensivo el llamado
a apoyar la permanente construcción del Auditorio como un Espacio Autónomo de
Trabajo Autogestivo; un llamado a fortalecer, donde nos encontremos, la lucha
por la libertad, la justicia y la autonomía, así como mantener la
conflictividad permanente y cotidiana contra el poder y la dominación.
La definición del anarquista no se
hace con falsos debates y siguiendo espejismos paradigmáticos, surge y es en la
cotidianidad de la lucha, con la acción diaria, que se le da contenido a la
palabra anarquía. Somos Anarquistas y Somos de la Sexta. Luchamos en todas
partes por libertad, justicia y autonomía.
Presos políticos, Libertad!
Viva el EZLN y la Sexta.
Viva el EZLN y la Sexta.
Atentamente.
La hamaca
libertaria (ex integrantes del disuelto colectivo Radiokupa)
¡Guerra al estado!
¡Muerte al dios kapital!
¡Muerte al dios kapital!
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