por Gina Marrufo Corrales
Martes, 22 de octubre de 2013
A la sociedad en general
A
los propietarios de las pequeñas y medianas empresas, a los comerciantes, al
sector turístico, agencias de viajes, agencias de préstamos, prestadores de
bienes y servicios que tienen como consumidores de sus tiendas departamentales
y empresas diversas a maestros y padres de familia; les solicitamos de la
manera más atenta exigir al gobierno que cesen las hostilidades contra el
pueblo y que devuelvan la estabilidad a la educación pública.
Los maestros y los padres de familia somos sus clientes, todos estamos
relacionados de un modo u otro dentro de la economía estatal y nacional y si
los trabajadores perdemos la seguridad laboral y económica, también la economía
de sus empresas se verá dañada. Asimismo, les recordamos que la educación
pública no es solo de los docentes, sino de todo el pueblo.
Nuestro México querido está adolorido de tanta violencia, del desempleo,
del subempleo, de la inseguridad laboral y social, de la violencia ejercida en
las Cámaras de Diputados y Senadores al aprobar reformas que atentan contra los
derechos fundamentales del pueblo mexicano, como son el derecho al trabajo, a
la salud y a la educación. También la violencia generada en la lucha contra el
narcotráfico o entre cárteles diversos que nos ha dejado una cuota de muertos
civiles, pero sobre todo, la represión a la lucha social, promovida por algunos
medios de difusión entre los que destaca televisa; y de varios gobernantes que
han ejercido la fuerza pública con saña y lujo de violencia para reprimir las
protestas de los docentes y padres de familia, campesinos y otras protestas
ciudadanas, -con excepciones- que deberían ser regla; pues nada justifica la
violencia contra el pueblo.
¿Cómo pueden exigir cordura al pueblo, con un garrote en mano o a punta
de pistola?¿ Cómo esperan que los trabajadores y los padres de familia que
están viendo violentados sus derechos, se manifiesten pacíficamente, cuando el
gobierno federal ha declarado de manera reiterada que no se dará marcha atrás,
cuando el secretario de educación Chuayffett quien estuvo implicado en los
sucesos violentos de Acteal, se ha mostrado inflexible y la fuerza pública
cobra cada día más víctimas; como sucedió recientemente en Quintana Roo,
Campeche y en el centro del país, entre otros.
Pueblo de México, no son los maestros quienes con su intransigencia
perjudican la vialidad en las plazas, carreteras o con los paros, sino el
gobierno que ciego y sordo, no responde a sus justas demandas, no veas
impasible que golpeen y encarcelen a padres de familia, maestros, campesinos,
estudiantes, etc., la educación y el derecho al trabajo son derechos
inalienables del pueblo y el pueblo los está defendiendo.
Gobierno de México, aunque cambien la Constitución, aunque modifiquen las
leyes de los AMPAROS, aunque tengan la fuerza represiva; no tienen la razón,
con la violencia, no sofocarán los anhelos de justicia del pueblo, sino están
poniendo en riesgo la paz, Si siguen sordos y ciegos van a provocar un
estallido social y un innecesario derramamiento de sangre inocente. La
criminalización de la lucha social, es una vergüenza que llevará a los
gobernantes de los partidos en alianzas de cúpulas a su perdición, esperemos
prevalezca la cordura y se desistan de imponer las leyes y reformas
privatizadoras de la nación, porque serán la perdición de la economía del
pueblo y el inicio del fin de sus dictaduras partidistas.
Gina Marrufo C. Jubilada de Educación.
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