Domingo 27 de octubre de 2013
DENUNCIAN
COMUNIDADES INDÍGENAS DE LA MONTAÑA DESATENCIÓN Y AUSENCIA DE PARTICIPACIÓN A
UN MES DEL PASO DE MANUEL POR GUERRERO
Acusan comunidades Na Savi, Me’phaa y Nahuas persistencia de campamentos de
desplazados, a más de 30 días del inicio de las lluvias.
Señalan insuficiencia de la atención gubernamental brindada a la Montaña;
alertan sobre posible crisis alimentaria.
La identidad indígena de la región exige al gobierno el diseño de programas
interculturales con participación directa de las comunidades: Tlachinollan
México D.F. a 23 de octubre de
2013.- Representantes del Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña de
Guerrero, que articula a más de 100 comunidades afectadas por la tormenta
Manuel y el huracán Ingrid, denunciaron hoy en la Ciudad de México que a más de
un mes de que inició el desastre natural en Guerrero persisten en los 19
municipios estragos que no han sido atendidos por las instancias
gubernamentales, sin que se hayan generado mecanismos para garantizar la
participación de las comunidades en los trabajos de reconstrucción.
En conferencia de prensa
celebrada en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín
Pro Juárez, cerca de 40 representantes comunitarios de los pueblos Me’phaa, Na
Savi y Nahua de la Montaña recordaron cómo las lluvias azotaron la región sin
que hubiese ningún aviso previo sobre la magnitud de las tormentas que se
avecinaban. Asimismo las y los representantes del Consejo, surgido a iniciativa
de los afectados para dar voz a las comunidades, refirieron cómo fue preciso
apelar a la opinión pública y a la solidaridad civil para denunciar los daños
causados por el meteoro en los municipios indígenas de Guerrero, ante la
indiferencia gubernamental que prevaleció los primeros días.
En un corte informativo
provisional y actualizado, a efecto de presentar a la sociedad datos de
contraste frente al Informe gubernamental que se presentará en breve y con la
intención de mostrar que la crisis humanitaria no se ha superado, las y los
representantes del Consejo de Comunidades Damnificadas enfatizaron su
preocupación en torno a los siguientes temas:
1· Fallecimientos. El
número exacto de decesos es aún incierto pues la información no ha terminado de
recopilarse. Sin embargo, es posible afirmar que se verificaron alrededor de 40
fallecimientos tan solo en la región de la Montaña. Si se considera que el
total de fallecimientos que dejaron las tormentas asciende a 130 personas y que
en Guerrero se reportan 78 en las cifras oficiales, las muertes de hombres,
mujeres, niños y niñas indígenas de la región representarían casi una tercera
parte del total nacional y prácticamente la mitad del número de decesos en el
estado, lo que confirma la magnitud de la tragedia en la Montaña. Respecto de
las familias de las personas fallecidas, no se han entregado hasta ahora apoyos
específicos para quienes sufragaron gastos extraordinarios o perdieron a quien
era la única fuente de ingresos.
2· Campamentos. La
situación sigue siendo crítica pues las y los habitantes de comunidades como
Filo de Acatepec, Unión de las Peras, El Tejocote, La Lucerna, Moyotepec, El
Tepeyac y San Miguel Amoltepec permanecen en calidad de desplazadas, viviendo
en precarios campamentos crecidos a las orillas de los caminos. Respecto de las
comunidades desplazadas, que en su momento el propio gobierno estatal estimó se
elevaban a 215, es urgente la realización de estudios geológicos que, en
diálogo y consulta con las comunidades, permitan determinar si se precisa su
reubicación o bien si es conveniente realizar obras en las comunidades para
contrarrestar el reblandecimiento de los suelos.
3· Caminos. Luego de que
colapsaron las principales arterias de la región, las autoridades han
publicitado la apertura de casi la totalidad de los caminos de la Montaña. No
obstante, rutas de vital importancia permanecen cortadas como la parte baja de
la carretera Tlapa–Marquelia, de Tres Marías a El Rincón; o bien como el camino
intermunicipal que conecta a Huehuetepec, municipio de Atlamajalcingo del
Monte, con Chilixtlahuaca, municipio de Metlatónoc. Esto pese a que las
autoridades reportan un 60% de avance en este rubro. Aunado a ello, la apertura
de los caminos está teniendo un carácter provisional pues en municipios como
Acatepec, las nuevas lluvias generadas por el huracán Raymundo han vuelto a
colapsar caminos recién abiertos.
4· Vivienda. Las
afectaciones causadas por las lluvias ocurrieron en prácticamente todas las
comunidades. No obstante, los padrones de daños que se levantan bajo la
coordinación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(SEDATU), únicamente están considerando las casas que sufrieron pérdida total y
no aquellas donde se generó una afectación estructural permanente. Este proceder
aumenta los riesgos para quienes siguen viviendo en sus casas por no ser
beneficiarios de los programas gubernamentales y no tener a dónde ir, como lo
puso en evidencia la muerte de un menor de edad en Tlacoapa acaecida el 28 de
septiembre de este año, quien falleció cuando colapsó un muro de su casa que
había quedado dañado tras las tormentas.
5· Alimentación. La
inmensa solidaridad nacional e internacional ha permitido a algunas comunidades
de la Montaña enfrentar la carestía más inmediata. Sin embargo, la pérdida de
la siembra de este ciclo agrícola y el desabasto que se presenta en la red de
DICONSA, pueden conjugarse para generar en el corto plazo una crisis de
abastecimiento de maíz capaz de traducirse en hambruna, dado que como es sabido
éste es el componente central de la alimentación de las comunidades.
Recientemente, las autoridades informaron que se han comenzado a surtir 117
toneladas de maíz en la región y que se pretende alcanzarán al final del año
las mil toneladas, además de que se han surtido 100 toneladas de arroz; no
obstante, en las comunidades el desabasto es palpable y la necesidad de diseñar
un programa emergente de distribución extraordinaria de maíz es una realidad,
que ya está repercutiendo en un aumento del número de familias que se ven
obligadas a migrar como jornaleros agrícolas o a los Estados Unidos.
6· Uso político de los apoyos.
Las denuncias sobre el uso político de los programas emergentes han sido
recurrentes. En el municipio de Acatepec, por ejemplo, autoridades indígenas
tuvieron que abrir por la fuerza la bodega municipal donde el Ayuntamiento
acumulaba arbitrariamente despensas que la población requería ante el desabasto
de los productos de la canasta básica. Igualmente, en prácticamente todos los
municipios de la región se ha denunciado que las comunidades que no se
adscriben al partido que postuló al munícipe en turno han sido relegadas de los
apoyos.
Respecto de estos puntos de
preocupación, que develan los siglos de olvido en que la Montaña ha sido
relegada, las y los integrantes del Consejo de Comunidades Damnificadas
externaron que desde la conformación del mismo se han buscado propositivamente
acercamientos con las autoridades federales para formular sus planteamientos y
que incluso sostuvieron reuniones con la Secretaria de Desarrollo Social,
Rosario Robles Berlanga, y con su enlace en la región el Subsecretario Javier
Guerrero. No obstante, señalaron también que ante la persistencia de
situaciones que requieren atención urgente, se han visto orillados a acudir a
la Ciudad de México para difundir lo que ocurre en la Montaña y demandar un
plan específico de atención integral para la región.
Por su parte, el Centro de
Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan destacó que en una región indígena
como la Montaña, la atención gubernamental a la emergencia humanitaria y a la
reconstrucción deben incorporar pautas de interculturalidad, comenzando por
reconocer que son las comunidades y no los ayuntamientos los verdaderos
referentes identitarios de la gente, de suerte que éstas componen el tejido
social de la región y su plena participación debe garantizarse en la toma de
decisiones gubernamentales. En este sentido, Tlachinollan insistió en que así
como se apeló a la sociedad civil cuando se requirió su solidaridad para los acopios,
en la fase de reconstrucción se deben abrir espacios para que la misma sociedad
pueda efectuar sus labores de observación y contraloría social, pues sólo de
este modo se puede inhibir la corrupción. Lamentablemente, señaló el organismo
civil, esta perspectiva no está prevaleciendo en el diseño del Consejo Estatal
para la Reconstrucción de Guerrero, constituido por el Presidente Enrique Peña
Nieto recientemente, donde la participación ciudadana brilló por su ausencia,
lo que preocupa de manera especial en una entidad donde las autoridades
estatales cuentan con un amplio historial de corrupción como lo es Guerrero.
Por ello, en la conferencia de
prensa se anunció que el Consejo de Comunidades Damnificadas entregará el día
de hoy ante diversas autoridades federales la información difundida, a efecto
de seguir evidenciando la situación que prevalece en la Montaña.
Finalmente, de manera conjunta
el Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña y Tlachinollan externaron
su agradecimiento a la sociedad civil, por las múltiples expresiones de
solidaridad recibidas a partir del paso de la tormenta Manuel y el huracán Ingrid.
Y reconociendo que el panorama a futuro es sombrío y preocupante, llamaron a la
sociedad mexicana a no permitir que se invisibilice la situación de la región y
a exigir que se atiendan las causas estructurales que mantienen en la
marginación a miles de familias indígenas en la Montaña, pues de lo contrario
la temporada de lluvias del próximo año generará de nueva cuentas las mismas
afectaciones.
lapalabraqueayuda-2013-10-24
https://doc-0k-7s-docs.googleusercontent.com/docs/securesc/ha0ro937gcuc7l7deffksulhg5h7mbp1/tjeg494iotq9fasaoj494rpn89ldagem/1382932800000/01150049455425036071/*/0BzAO7MK6gfd7emtUMUQ1RThsSjQ?h=16653014193614665626&e=download
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