ALAI,
América Latina en Movimiento
México, 2013-10-24
México, 2013-10-24
A Elisa
Mujeres zapatistas
Cuando estábamos bajo el dominio
de nuestros padres no nos daban esa libertad de salir pues
era mucho el machismo que se vivía antes.
Eloísa
Cuando veo en San Cristóbal de Las Casas a las
mujeres trabajadoras marginales no dejo de admirar su fortaleza y capacidades.
Una de ellas es una vendedora de dulces que ocupa eventualmente una banca en el
Andador Guadalupano. Se la pasa buena parte del día sin importar si hace calor
o frío. Con ella están dos niñas y un bebé de meses, esperando que de un
momento a otro el personal del Ayuntamiento les ordene abandonar ese espacio
turístico. Es muy probablemente que las ganancias del día no rebasen los 30 o
40 pesos y sin embargo sobreviven. Otras son las mujeres que barren las
calles y plazas de la ciudad que por mil 500 pesos a la quincena trabajan la
jornada de 8 horas diarias. Algunas de ellas tienen que llevar a sus pequeños
hijos al trabajo. Los niños que caminan, caminan la jornada y los bebes van enrebozados
a la espalda de su madre. Ellas -además de estar sujetas a los jefes de Limpia
del Ayuntamiento-, pepenan para los empresarios coletos del
reciclaje. Para sobrevivir en la marginalidad, familias enteras se han sumado a
la pepena. Algunas mujeres son obligadas a la pepena por el
marido alcohólico y golpeador. Decenas de mujeres de todas las edades recorren
los Andadores Turísticos, calles y plazas de la ciudad vendiendo artesanías
acompañadas de sus pequeñas hijas/os.
En estos días conocí a una niña
de un poco más de dos años, en su brazo izquierdo colgaban collares y con su
mano derecha ofrecía otro en venta. Apenas habla pero ya ofrece en la
castilla su mercancía. El entrenamiento comienza en la niñez, a muy
temprana edad. Cuestión de sobrevivencia. En los barrios a la orillada de
la ciudad, las jóvenes son iniciadas en la vida sexual de forma tumultuaria, en
veces con consentimiento, en veces violadas. Las vendedoras ambulantes, las
barrenderas, pepenadoras e iniciadas sexualmente son mujeres indígenas.
Decenas de jóvenes y guapas
mujeres ladinas son contratadas como edecanes que lucen ajustados y cortos
vestidos para ofrecer -moviéndose al ritmo de música ruidosa- cerveza,
refrescos o productos electrónicos a la puerta de los comercios. En su rostro
se refleja su malestar y las ganas de no estar ahí… esquivan miradas y
resisten.
Cientos de jóvenes mujeres, con
un presente inhumano y sin futuro, son administrados por empresas tratantes
de mano de obra que las mandan a cubrir, por miserables
salarios, injustas jornadas de trabajo en las tiendotas Wal-Mart, Soriana
y Chedraui. Otro tanto pasa en hoteles, posadas, comercios, farmacias y
restaurantes donde las jóvenes firman su renuncia - antes que un contrato -,
y son despedidas al arbitrio del o la patrona. La trata de mujeres, los
centros de prostitución, la desaparición de mujeres y los feminicidios van en
aumento, tal y como se ha incrementado la feminización de la pobreza, de las
fuerzas armadas (Ejército, Armada y policías), del box, la lucha libre, el
futbol o las televisoras. Ahí está la desgraciada de la Bozzo, la López Azuara,
La Riata de Brozo que se contonea frente a una “feminista” que aprendió a “comer
sapos”. Ahí están las exitosas como la Micha, la cautivadora diva de las
noticias, las Netas Divinas, las QPoqar, las Mo Joe y un montón de
bizcochitos tele-noveleras. Desde las alturas, con Peña Nieto, se
feminizan con equidad, los puestos de elección popular.
Cuando comenté estas realidades
con una mujer con décadas de digna y honesta actuancia respondió: “Cómo dijo fulana: Perdimos”.
Las asimetrías en el bestial
Sistema Patriarcal Capitalista Neoliberal Conservador Mundial son brutales. Un
ejemplo: el cintillo del Brozonoticiero del día 22 de octubre noticiaba
que los tribunales italianos han sentenciado a Silvio Berlusconi a pagar
¡¡2 millones de dólares mensuales de manutención a una de sus ex
esposas!! Si usted hace cuentas -a $12.50 el dólar-, esa mujer recibiría
diariamente unos 833 mil 333 pesos 33 centavos diarios. Para que la indígena
vendedora de dulces en el Andador Turístico de San Cristóbal junte con su
ganancia diaria esa cantidad, tendrían que pasar 57 años sin gastar un solo
peso.
En los “rincones dignos
de la Patria”
En las montañas y selva de Chiapas, miles de
mujeres zapatistas del EZLN actúan todos los días para liberarse del dominio
Patriarcal que está en ellas, en su familia, en su cultura, en sus
hogares, en sus pueblos y en el proceso mismo de construcción de su Autonomía.
Basta con leer los testimonios que 43 compañeras nos entregaron en el
Librito titulado: Participación de las mujeres en el Gobierno Autónomo.
Si revisa con detenimiento, no hay Librito donde las mujeres no hablen de las
grandes dificultades que están enfrentando en su proceso, pero también, de sus
avances. Es común que nos digan que la Ley Revolucionaria de Mujeres se ha
cumplido “un poquito”, sin embargo,
volteando a ver otras realidades, ese “poquito”
puede que no sea tan “poquito”.
Que en sus pueblos las mujeres
zapatistas sean “más de la mitad del
Cielo”, y cuenten con medios de producción, tierra y fuerza de
trabajo. Que tengan un referente ideológico político militar y estén
organizadas como bases de apoyo de un Ejército Zapatista de Liberación Nacional
que se ocupa y “empieza por su casa”.
Que se reconozcan en ese colectivo de miles sin paralelo en México donde
se combinan las inteligencias, fortalezas y la resistencia histórica de las
mujeres. Sus convicciones religiosas, estrategias de sobrevivencia, trabajo
familiar y/o comunitario, en un proyecto de liberación nacional, hacen posible
su caminar en medio del fango patriarcal y que valoren sus: “20 años de lucha frente a 520 años de
dominación”.
En La Escuelita las profesoras
zapatistas nos platicaron como están participando en los tres niveles del
Gobierno Autónomo: Comunidad, Municipio Rebelde, Junta de Buen Gobierno. En las
áreas de trabajo: Salud, Educación, Producción, Comunicación y en las fuerzas
armadas del EZLN. Buscan sus raíces culturales, sus tradiciones, construyen su
historia y se proponen una “buena
cultura” y una “nueva sociedad”.
Su método es: pensar, proponer, decidir y actuar.
Algo novedoso para mí fue la
propuesta de ampliación de la Ley Revolucionaria de Mujeres (1) que por 17 años
quedó por ahí: “Estos 33 puntos fueron
una propuesta que salió desde 1996, se ampliaron varios puntos, pero no se ha
confirmado se así quedan”. De botepronto la propuesta recibió la
crítica de las feministas urbanas: “Ahí
está la mano de la Diócesis, de la CODIMUJ. Lo bueno es que no la han aprobado”,
dijeron. Por cierto, chueco o derecho, la CODIMUJ es, desde hace medio
siglo, la mayor agrupación de mujeres en Chiapas y garante en su andar en la
historia. Al parecer, las mujeres zapatistas tienen la firme intención de
llevar la propuesta de modificación Ley Revolucionaria de Mujeres a la consulta
con sus bases.
Por supuesto que las mujeres
zapatistas nos presumen que están “eliminando
el machismo”, viendo las formas para que sus maridos aprendan y participen
de las labores domésticas. Como saben ustedes, las mujeres conocen y participan
en las labores de la milpa, del cafetal, del frijolar, del platanal familiares
y colectivos; cuidan ganados, cerdos, aves. Realizan los trabajos domésticos:
lavan, cocinan, limpian. Nacen a sus hijas/os, los crían, los cuidan, los
educan. Sus actividades superan las tareas del macho proveedor. Como
quiera, dicen las zapatistas, “mujeres y
hombres” deben de luchar juntos. Nos presumen que no han tenido que
recurrir a los apoyos gubernamentales. Que han podido sostenerse con sus
propios medios. Que en las clínicas autónomas reciben mejor atención. Que si
llegan a golpear a una mujer hay castigo para el golpeador, para el violador.
Para eso tienen su Sistema de Justicia.
Por norma, comentaron, los
divorcios los decide la pareja. Sin embargo, en algunas comunidades, para la
vida en pareja ambos son del EZLN o se salen. Si la familia se “salió de zapatista… se salió”. En veces
les permiten el retorno después de cumplir una sanción.
Las mujeres reivindican su
cultura, su idioma, su música, instrumentos y atuendo. Mientras eso decían yo
veía los cambios en el atuendo de la jóvenes mujeres zapatistas y los contados
atuendos tradicionales en las mujeres, no se diga, el uso de la ropa ladina en
los hombres de todas las edades.
En cada una de las zonas
zapatistas, es decir, de cada uno de los Caracoles, se han establecido planes
de estudio y de trabajo en Equidad de Género.
Durante el curso escuchamos
algunas frases:
“Este país tiene que mejorar”
“La autonomía no es sólo para nosotros, es para todos. Para un país
mejor, para un mundo mejor. La sociedad y el mundo va a ser así”. Esa es la utopía de las y los zapatistas ven.
Las mujeres afirmaron:
Las mujeres zapatistas somos
ricas por poder participar.
Somos ricas
por estar frente a ustedes.
Somos ricas
por ser libres.
¿Errores? ¡¡Muchos!! Pero no les voy a contar todos, dijo una de las
profesoras.
“Esperamos que hayan entendió que no es fácil conquistar la
libertad”.
P.D. Neta. Hace tiempo que las mejores enseñanzas las
he recibido de las mujeres.
(1). Librito: Participación de las mujeres en el
Gobierno Autónomo, págs. 28, 29 y 30.
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