México: "Falso positivo" en el rescate de víctimas de Trata de personas en la Merced (Brigada Callejera)
por Jaime Montejo
Viernes, 20 de septiembre de 2013
“Muchas estamos indignadas y molestas porque no fuimos rescatadas”:
Trabajadoras sexuales
"Falso positivo" en el rescate de víctimas de Trata en la
Merced
En los cuartitos, nunca
nos pidieron para la renta
Pusieron lo que
quisieron en nuestras declaraciones
Por Jaime Montejo de la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle,
México, D.F., 18 de septiembre de 2013.- El jueves 5 de septiembre, parecía ser
un día como los demás. Las marchantes yendo y viniendo hacia el mercado,
mirones y clientes, viéndonos fijamente en la calle, cada chica esperando
trabajar, para llevarse unos pesos a su casa. De pronto todo cambió y la tarde
como que se congeló por un breve instante. A partir de ese momento, todo
transcurrió lentamente, cuando eran detenidas trabajadoras sexuales, usuarios
de sus servicios y hasta babosos. Ningún operador fue privado de su libertad.
En
los cuartitos, nunca nos pidieron para la renta, eso es una mentira de la
procu, sólo pagábamos 50 pesos de cuarto, eso ningún hotelero lo regala. Nos
dijeron que llevaban una semana investigando y que nadie tenía derecho de
explotarnos y entonces ¿qué quieren, que se mueran de hambre nuestros hijos?
Todo
quedó tirado en la bodega. El dinero se lo guardaron en los bolsillos y algunos
condones. Los demás preservativos, los empacaron en bolsas como elementos de
prueba, tomaron fotos de todos los catres, botes de basura y de cada una de las
chicas y hombres detenidos.
La
procuraduría ya publicó su versión. Ahora lo que importa es la voz de nosotras
y no que un hijo de puta hable por ti. No es justo que uno se pare todo el día
y le metan la verga, para que un culero de esos, te etiquete como víctima. Yo
trabajo en esto por hambre, a mí nadie me tiene obligada, esas son mentiras.
En el bunker de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), la gente se
arremolina en los cubículos de los Ministerios Públicos, mientras ven llegar a
las trabajadoras sexuales de la Merced. Algunos las miran de forma morbosa.
Otros dicen, ya se les cayó el cantón. A otros, pareció no importarles su
llegada.
Si la justicia sabe de dónde
viene tanto padrote que se trae a muchachitas de la sierra, ¿por qué detienen a
gente inocente? Hay una red de corrupción muy grande y es mucho el dinero que
las autoridades ganan con nosotras. Esos son los meros padrotes.
Y es que la trayectoria de los
proxenetas se remonta a mucho tiempo atrás, cuando el pueblo tlaxcalteca debía
pagar tributo a los gobernantes aztecas. Si no cubrían la cuota, debía poner de
las mujeres de su propia raza. Luego, el conquistador procedente de España, se
quedó con el negocio. Por eso es difícil terminar con la Trata de mujeres,
niñas y adolescentes.
Yo
apenas acababa de llegar y me agarraron. Me gritaron, vente para acá babosa. Me
arrinconaron, me quitaron el celular y cuando fui al baño, tenía que dejar la
puerta abierta para que ellos vieran qué estaba haciendo. Yo estaba con varias
compañeras y a nosotras un judicial nos dijo que le diéramos nuestras cosas,
que le dijéramos nuestro nombre de verdad y si no, que íbamos a ver cómo nos
iba ir por culeras.
La
noticia cundió por la Merced. Todas las chicas de todas las esquinas se
enteraron y empezaron los nervios en todos lados y las preguntas a los
hoteleros si se quedaban a trabajar o mejor se iban del lugar… pero la casa
pierde si se van. Todo el mundo se puso alerta, algunas se fueron para su casa,
otras continuaron su jornada.
Detuvieron
como a diez clientes, los demás eran judiciales que llegaron diciéndonos que
cuánto les cobrábamos por un rato. A ellos los revisaron bien feo y les decían
ya te chingaste cabrón por promover la trata de blancas. A ellos los
arrinconaron del lado izquierdo y a nosotras a la derecha y no nos dejaron
cambiar, nos obligaron a quedarnos con la ropa de trabajo, yo creo para
humillarnos más. A quien veía que se asomaba a ver qué estaba pasando durante
el operativo, se lo llevaban. Así le pasó al del tanque de gas, que por
chismoso se lo llevaron como cliente. Una chava llegó con un cliente que
resultó ser judicial y adentro de los cuartitos, la arrinconó contra la pared
bien feo, como le hacen a los teporochitos en la calle cuando les quitan su
dinero.
Decenas de trabajadoras
sexuales se sientan en la sala de espera de la Brigada Callejera de Apoyo a la
Mujer “Elisa Martínez”, A.C. Se miran
unas a otras, cuchichean y escuchan con atención a quien toma la palabra, es
tiempo de compartir con todas las demás lo que les ocurrió ese día en la
agencia del MP.
Cuando
nos detuvieron, nos subieron a una micro sin señas y nos quitaron nuestras
cosas. Allí arriba de la combi nos tuvieron un buen rato, con las ventanas
cerradas, casi nos estábamos asfixiando. Les dijimos que nos dejaran salir y
uno de ellos contestó que cuando ellos quisieran nos iban a sacar. Después, nos
dieron una bolsa negra donde pusimos todo lo que traíamos. Un licenciado me
dijo pásate y otro que diera mi nombre original y yo le dije que cómo sabía que
tenía dos nombres, si yo siempre uso el que me pusieron mis papás.
Abajo, en la calle
Corregidora, la raza del barrio sabe por qué se están juntando las trabajadoras
sexuales que suben presurosas hasta el local ubicado en el departamento 204 del
edificio marcado con el número 115. Un lugar de lucha: La Brigada Callejera con
20 años de trabajo contra la Trata de personas, por la defensa de los derechos
humanos de este sector social y contra el Vih/Sida en contextos de comercio
sexual.
A una chica le dijeron, ¿tú que te haces pendeja pinche puta, a
quién le estabas marcando? Y hasta le dijo de qué se iba a morir si no
colaboraba con ellos, bien feo le hablaron a ella que hasta la pusieron a
llorar y se burlaban de ella. A donde nos
llevaron, nos estaban grabando, luego a los clientes. Pobrecitos, ya no les va
a quedar ganas de regresar a ocuparse con nosotras en la Merced. Al que me
estaba interrogando, yo le pregunté ¿por qué me trajiste, si este es mi
trabajo? ¿A poco le vas a dar de tragar a mis hijos?
El miedo se siente entre las
mujeres que cuentan su experiencia, durante el operativo anti-trata de días
pasados. Sin embargo, se dan valor entre ellas y continúan narrando lo
sucedido, cada quién, lo que más le impactó o pareció más humillante.
Cuando
te agarran, nunca dices “Sí” a lo que ellos te quieren poner en tu boca como
declaración, sólo dices “No” y firmas sin leer porque no te dejan hacerlo, sólo
das tu testimonio que ellos acomodan a su antojo, porque no te dejan ver qué
fue lo que firmaste.
Abajo, en la calle, la policía
ya pasó el reporte de la reunión. Lo que no saben es que días antes ya habían
venido la mayoría de chicas a dar su testimonio personal, en solitario, sin la
compañía de sus demás compañeras para poder conversar con toda confianza.
La
mayoría de las chicas que fueron detenidas ese día tienen miedo y se fueron a
otro lado a trabajar. Se llevaron a unas 26 chavas y cuando yo me le puse al
judicial, nos gritonearon. Me decía que si yo conocía al tipo de la foto, que
si mentía y les decía que no, mi foto iba a salir en los periódicos y la tele,
así como salieron las fotos de las 3 personas que se quedaron presas por un
delito que no cometieron.
Nadie sabe en qué juzgado está
el caso de las 2 chicas y el otro detenido en el operativo. Esperan que alguno
de sus clientes judiciales, les diga dónde está radicado el caso para desmentir
las mentiras que les hayan hecho firmar los licenciados del bunker.
A
mí hasta me amenazaron. Me dijeron que si yo estaba al frente de ellas (mis compañeras), en el negocio.
Que dizque ellas ya habían declarado lo que era y solo faltaba yo y que si no
coincidía con las de ellas, me iba a quedar como cómplice. Esa es su forma de
trabajar de ellos, te intimidas para que digas lo que quieren oírte decir.
La
mayoría de las mujeres que estuvieron en el operativo, son madres y padres de
familia a la vez, no cuentan con otro apoyo que su trabajo en las calles donde
se ganan el pan de cada día. Ellas tienen a sus hijos en la escuela y pagan
para que los cuiden mientras llegan a casa.
Yo
le dije al que me estaba interrogando, que si yo acuso a esa persona que no
conozco y no me ha hecho daño, yo también tengo familia como ellas y él y no me
gustaría que me encarcelaran siendo inocente, porque quién iba a velar por mis
hijos.
A las muchachas que participan
en la asamblea informativa, les preocupa que les hayan hecho un estudio psicológico
sin su consentimiento. Estaban bien asustadas y piensan que la autoridad va a
manipular dicha información para decir que los padrotes las tienen en un hilo,
cuando es pánico hacia la policía, lo que les afecta su salud mental.
A
mí también me querían envolver con sus dichos. Sobre el detenido, dijeron que
ese perro ya estuvo en la cárcel y que una de las chicas era la madrota, si
ella también trabaja como yo, le dije. Me preguntaron que quién era mi padrote
y les dije que yo no tenía. Salí como mentirosa por decirles eso y me hicieron
formar toda la noche, hasta que firmé el papel y no leí nada, porque no me
dejaron hacerlo.
Algunas miran el reloj, otras
contestan mensajes de texto de sus celulares, pero ninguna se va antes de
terminar la reunión. Para algunas es su primera detención en un acto de
autoridad contra la trata de personas. Están muy preocupadas por lo que les
pueda pasar, ya que sus datos personales los tienen ellos en su poder.
Yo
si tengo miedo porque esto no es un juego, tan es así, que me amenazaron de
muchas cosas. Hasta me tomaron fotos, sin que yo les autorizara hacerlo. Me la
pasé rezando, pidiéndole a Dios que me preguntaran rápido y me dejaran ir. Que
cómo se llamaba el padre de mis hijas, que me las podían quitar sino delataba a
los demás, que no tenía derecho de tenerlas a mi lado por ser de la vida
galante.
Las edades de las mujeres que
brindan su testimonial, oscila entre los 20 y 32 años. Algunas no saben leer ni
escribir. Vienen de Puebla, Tlaxcala, Tabasco, Guerrero, Hidalgo, Veracruz,
Chiapas, Michoacán y del Distrito Federal; y ha sido la necesidad económica la
que las trajo al talón. Tienen una familia qué mantener y nadie que les apoye
en dicha empresa.
A
mí me dijeron que no me podía cambiar. No te hagas pendeja, me dijo uno de
ellos y me preguntó bien feo ¿quién te paró a trabajar en esta mierda? ¿Conoces
a este hijo de la chingada? Sí, sí lo conoces, no te hagas taruga. Mira cómo te
ponen a talonear, no te da vergüenza andar vestida así, como piruja?
No está presente este día,
ninguna senadora o diputada, de esas que están revisando la ley general en
materia de trata de personas, para que las escuche. De hecho, la Red Mexicana
de Trabajo Sexual hizo una propuesta de cita en el Senado, pero no hay ningún
aviso de cuándo las quieran recibir y la única diputada que ha venido a verlas
es Cristal Tovar Aragón.
Cuando
llegamos al ministerio público nos pusieron a todas en un cuarto y nos
empezaron a nombrar a cada una para ponernos un número y así llamarnos después,
como le hacen con los presos de la cárcel. Luego nos dijeron, ahorita sí, la
que quiera cooperar, se va, y la que no, se queda por pendeja.
Brillan por su ausencia
mujeres que dicen querer rescatarlas de la Trata y la prostitución desde el
abolicionismo feminista y la cristiandad, pero a ellas tampoco les interesa oír
a quienes no se asumen como víctimas, aunque hayan sobrevivido a dicho delito y
reivindiquen el derecho a ganarse la vida honradamente en el trabajo sexual.
Una mujer, la mera mera, nos
dijo, facilítenme mi trabajo, hablen con la verdad, si no quieren que esto se
tarde. Es que tenemos hijos, le respondimos varias chicas. Entonces se dirigió
a nosotras y señaló que podíamos hablar a nuestras casas. Cuando mi amiga le
dijo “mija” se enojó y le dijo que le
hablara con respeto, que ella era licenciada y le había costado trabajo, no
como nosotras que ni a primaria llegamos muchas veces.
Unas sillas están vacías. Son
las de quienes dieron las órdenes de detenerlas, de amenazarlas mientras
declaraban, de obtener datos de sus celulares en contra de la ley. También
están sin ocupar los lugares de los funcionarios de la Comisión de Derechos
Humanos del Distrito Federal (CDHDF), que ejercen violencia simbólica hacia
este sector de trabajadoras, al negar su existencia misma y cancelar la
posibilidad de reconocer sus derechos, a través de la publicación de una
cartilla, como la que ya tiene la población LGBTTTI, personas con VIH/Sida,
jóvenes, mujeres que desean interrumpir su embarazo, entre otros más.
Nos
agarraron en grupitos de cinco mujeres para tomarnos declaraciones. A ver, ¿qué
pasó? ¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives? Dame tu credencial. No, pues no la traigo.
Pues vamos por ella, me dijo el judicial. Es que yo sólo sé que es la avenida
Barranca del Muerto. ¿Cómo no vas a saber dónde vives, pendeja? Entonces hablé
a mi casa y mi hijo le dio la dirección completa. Mi hijo se espantó cuando me
escuchó, la verdad y me preguntó que qué me pasaba. Yo le contesté que nada me
pasaba, pero él no es tonto y se quedó llorando. Apenas tiene 9 años, nada más.
Los testimonios están a flor
de piel. Alguien llega solicitando condones, otra chica pide informes sobre el
servicio de colposcopía. Afuera les dan las instrucciones solicitadas. Miran al
interior del departamento, con mirada sorprendida a sus mismas compañeras. Se
quedan a escuchar y asientan con su cabeza, cuando hablan quienes no fueron
rescatadas en el operativo judicial.
Me
preguntó si conocía a Virgilio y a las otras chavas que se quedaron detenidas.
Les dije que no. Le traté de explicar que llevo 3 años en esto y sólo trabajo
en hoteles. Que pocas veces he entrado a estos cuartitos y que me vine para
acá, porque donde me paro todos los días, ya no me llegan clientes. Qué ¿quién
chingados me trajo a la calle? Pues una muchacha que ya se murió. Qué cómo así?
Pues así mismo, falleció al nacer su primer hijo en su rancho. Le expliqué que
cobro 140 pesos por un rato de 15 minutos y que no pago nada más, porque yo
traigo mi papel higiénico, mi condón. Me insistía enojado que eso no coincidía
con lo que decían las demás mujeres.
Hay quienes no han tomado
nunca un taller sobre derechos humanos y trabajo sexual. Será porque les han
dicho que no suban a la Brigada, que allí hacen detener a padrotes. Por ello,
algunas ni siquiera supieron qué derechos tenían para exigirlos ante los
ministeriales de la PGJDF. Otras acaban de llegar al comercio sexual, hace
pocos meses. En todo caso, ninguna resultó ser menor de 18 años.
Me
preguntaron por “Wendy”, Karla en realidad. Les dije que era como yo, que ella
también atendía clientes. No es cierto que nos cuidara, eso es una mentira. A alguien
más tenían que dejar detenido. Seguramente no quiso colaborar como las demás.
Yo no soy nerviosa, ellos me pusieron los nervios de punta ese día. Me dijeron
que iban a investigar a mi marido. Si él no es padrote como ellos que sí viven
de extorsionar a los dueños de los lugares donde nos ocupamos para ganarnos la
vida. Por eso tengo miedo. A mí si se hizo chiquita la cola. Saben dónde vivo,
dónde estudian mis hijos, tienen todos mis datos personales. Quién dice que al
rato no nos van a querer padrotear? ¿Quién me lo garantiza?
El timbre de la oficina suena
varias veces, imitando el canto de un pájaro. Por un momento todas se le quedan
escuchando y luego siguen con su narración, a ratos atropellada. Hace falta
contar varias cosas más para que la gente se entere de lo que ocurrió ese
jueves.
¿Que
si nos dieron de comer? Nos ofrecieron 3 mitades de salchicha, frijoles, arroz
con grasa batido y agua. Yo no comí nada, para eso trabajo, para comer bien con
mis hijos, no chingaderas. Me dijeron que si no tenía hambre. Les dije que no
estaba acostumbrada a tragar como perro. Tíralo, pues y así le hice. La mujer
que estaba a cargo dijo que ella se iba a encargar de que hubiera más
operativos en los hoteles de a aquí de la Merced, que los iban a cerrar todos y
que mejor nos buscáramos un trabajo decente. Juana Camila Bautista, se llama,
es la fiscal. Que iban a agarrar a todos los padrotes, que solas no llegábamos
a esto y que a todas, alguien siempre nos tiene obligadas. Que con lo que
habíamos declarado, nos iban a linchar las demás compañeras por soplonas.
Mientras hablan las diferentes
oradoras, un cartel parece declamar en silencio su leyenda: “La trata de personas, es el resultado de la
violación de los derechos humanos”. ¿Por qué entonces insistir en violar los
derechos humanos de presuntas víctimas de Trata?
Yo
le contesté que llegué a este lugar, porque me gusta el dinero, porque necesito
sacar adelante a mis hijos y con 200 pesos diarios no la iba a hacer pagando
renta, comida, escuela, transporte y libros de los niños. Que yo ya me
prostituía desde mi otro trabajo con mi jefe. Que la persona que tiene estudios
y oficio, lo piensa diferente porque ya no pisa nuestros tacones, nos critican
y nos dicen groserías, sin saber que nosotras nos protegemos, revisamos al
cliente y usamos condón. A madres solteras como yo, se nos hace difícil
mantener a nuestros hijos, por eso recurrimos a la prostitución. Soportamos la
lluvia. Por eso yo me ocupo barato y escojo a mis clientes y si uno de ellos
está guapo, lo disfruto y además me paga. Yo les hablo bonito, les digo que
tengo necesidad y ellos me entienden.
El trabajo sexual no se ha
detenido en la zona, se ha abierto paso como los riachuelos cuando su cauce es
cambiado por la humanidad. Muchas chicas siguen ofreciendo sus caricias, a los
clientes presurosos que pasan por el vecindario. La trata de personas se
fortalece con el operativo, ya que si había víctimas entre las detenidas,
ninguna quiso declarar contra sus explotadores por la forma violenta e
intimidante en la que fueron tratadas por ellos. Sólo firmaron lo que en el
bunker les obligaron a firmar.
Le
dije a la licenciada que ella y sus judiciales nos tuvieron retenidas, privadas
de la libertad y que donde yo trabajaba, nadie nunca me obligó ni me encerró.
Nos obligaron a pasar con el médico y el psicólogo y cómo no vamos a estar
traumadas después del pinche operativo y las amenazas que nos hicieron todo el
tiempo. Después dice que este trabajo nos hace locas y ellos son los que nos
afectan en nuestras facultades mentales.
Afuera la vida sigue su curso.
Se escucha el altavoz, donde un merolico ofrece curas casi mágicas para todos
los males de la gente. La venta ambulante continuó, mientras se dio curso a la
junta con quienes denuncian un “falso
positivo” en el rescate de víctimas de Trata, inventadas por las
autoridades del GDF.
Muchas
estamos indignadas y molestas porque no fuimos rescatadas, sino levantadas, así
como hace el narco en la calle. Y ¿dónde están los de los derechos humanos?
Quiero ahorrar, poner un negocio y estudiar cómputo. Aquí en el trabajo sexual,
entro cuando yo quiero y salgo cuando quiero ir a ver a mis hijos para estar
más tiempos con ellos. A mí nadie me explota, trabajo porque me gusta tener
bien a mis hijos. No tengo padrote. Soy padre y madre a la vez. Tengo más
pantalones que muchos hombres que nos hacen hijos y se van. Y en las
declaraciones, no sé, qué fue lo que pusieron los del MP.
¿Que si hay clases sociales en la lucha contra la trata de personas? Por
supuesto. En La Merced los hoteles y fincas donde el gobierno presumió la
existencia de Trata, están clausurados y en proceso de extinción de dominio. En
cambio las mansiones utilizadas por algunas proxenetas de Sullivan denunciadas
por sobrevivientes, sólo fueron balconeadas públicamente y no hay detenidos. De
ese tamaño es el valor de las denuncias y el nivel socioeconómico de los
presuntos responsables.
El jueves 5 de septiembre fue
el operativo en los cuartitos de la calle General Anaya a las 2 de la tarde y
hasta el viernes a las 2:30 de la mañana nos dejaron salir. En los cuartitos
donde nos agarraron, se trabaja desde hace más de 30 años. Lo que pasa es que
lo habían cerrado unos días mientras se hacía trato con la delegación, comentó
una de las entrevistadas. No es un negocio nuevo. Minutos antes del operativo,
inspectores del Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal
(INVEA), pasaron por la calle y se dirigieron al hotel Hispano, un hombre y una
mujer, él con un chaleco de la institución y ella con una tabla donde traía un
formato que estaba llenando mientras caminaba. Ambos mayores de 40 años. Ellos
fueron los del pitazo, denunciaron varios testigos, que prefirieron omitir sus
nombres por temor a represalias. Seguramente no fue suficiente el pago que
hicieron a la autoridad.
La conmemoración de las
autoridades democráticas del Distrito Federal, del Día Internacional Contra la
Explotación Sexual Comercial que en el calendario ocupa el día 23 de
septiembre, se dio violando derechos humanos de trabajadoras sexuales y de
presuntas víctimas de Trata. No importa si no se actúa con rectitud, el caso es
quedar bien con sus votantes y simular una política de rescate que la opinión
pública aplaude sin cesar.
Brigada Callejera “Elisa Martínez” y la Red Mexicana de
Trabajo Sexual, conmemoran ese día, denunciando lo que pasó en el operativo de
los cuartitos: La violación de derechos humanos, sin importar de quién se
trataba. También, con un foro donde se presentará el libro el “ABC DE LA TRATA DE PERSONAS”, realizado
con trabajadoras sexuales, periodistas comunitarias, promotoras de salud y
educadoras de calle; sin otro título que el dado por la calle y su dignidad.
Brigada Callejera de Apoyo a
la Mujer “Elisa Martínez”, A.C.,
forma parte de la Red Latinoamericana y del Caribe (REDLAC – GAATW) de la
Alianza Global Contra la Trata de Mujeres (GAATW), única red internacional
anti-trata con presencia en todo el mundo, que reconoce los derechos civiles,
humanos y laborales de las trabajadoras sexuales.
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