Con información de: http://electronicintifada.net
En el marco de las acciones encaminadas a ‘fortalecer la seguridad en Chiapas’, a principios del mes de mayo
se concertó una reunión entre el recién designado Secretario de Seguridad y
Protección Ciudadana de la entidad, Jorge Luis Llaven Abarca y un representante
del Ministerio de Defensa de Israel en México. Los funcionarios tuvieron como
eje del encuentro la coordinación en seguridad a nivel policiaco, de prisiones
y uso de tecnología para la seguridad.
Hace 20 años que el
gobierno mexicano mantiene una guerra de baja intensidad en Chiapas,
específicamente contra las comunidades zapatistas en resistencia (encabezadas
por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional), que han sido referente
mundial de la lucha por la autonomía y contra el capitalismo neoliberal desde
1994. Al darse a conocer el nombramiento
de Llaven Abarca en diciembre pasado, múltiples organizaciones
de Derechos Humanos expresaron su preocupación ante una posible
escalada de violencia en Chiapas por el nombramiento de Llaven como Secretario
de Seguridad Pública en Chiapas dada su amplia historia en el uso de la fuerza,
detenciones arbitrarias y violaciones a los Derechos Humanos en el estado.
La presencia militarista
de Israel en Latinoamérica no es reciente, la exportación de armas desde ese
país hacia América inició en la década de los 50, época de dictaduras en
América Latina. Actualmente el armamento, capacitación policiaca y militar por
parte de Israel es enviada a por lo menos 140 países, incluyendo Guatemala
durante la dictadura de Efraín Ríos Montt. Recientemente se ha dado a conocer
información revelada por el ex oficial de inteligencia israelí Ari-Ben-Menasche,
que señala que el gobierno israelí suministró helicópteros y computadoras con
capacidad de realizar seguimiento de presuntos indígenas mayas-ixiles
subversivos para ‘identificarlos y luego
ejecutarlos’. El ex oficial de Israel aseguró que las autoridades israelíes
tenían conocimiento del genocidio que se realizaba en Guatemala, y que él mismo
informó a sus superiores sobre estos asesinatos masivos.
Para nadie son
desconocidas las recíprocas muestras de solidaridad entre las comunidades
zapatistas en resistencia de Chiapas y el digno pueblo palestino, tampoco para
los sistemas de ‘inteligencia’ del
gobierno federal mexicano o el gobierno israelí, quienes no intercambian
solidaridad, pero sí estrategias de aniquilamiento y métodos de represión a los
pueblos.
De acuerdo a documentos
desclasificados de la agencia de inteligencia para la defensa,
se sabe que personal israelí y español fue enviado a Chiapas para hacer labores
de entrenamiento, capacitación a la policía y al ejército en respuesta al
levantamiento zapatista de 1994. Además,
el gobierno mexicano utilizó aeronaves israelíes para desplazar al grupo de
operaciones especiales GAFE (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales), capacitado
por los ejércitos estadounidense e israelí, mismos que entrenaron a los
llamados kaibiles, soldados de élite
del ejército guatemalteco, juzgados por
masacres durante la dictadura en Guatemala.
Hoy es conocido que
miembros del cuerpo ‘élite’ de operaciones desertó
del ejército mexicano para conformar el cártel de Los Zetas, uno de los grupos del narcotráfico mexicano más violento
y poderoso, y con redes en distintos países. En repetidas ocasiones, Jorge Luis
Llaven Abarca ha mencionado que su objetivo principal como funcionario público
es ‘el combate al narcomenudeo, porque es
el primer eslabón de la delincuencia organizada’. ¿Sabrá Llaven Abarca del
origen ‘institucional’ de los Zetas? ¿Tendrá conocimiento Llaven
Abarca de las relaciones entre narcotraficantes y empleados de la PGR,
institución en la cual laboró?
Parece que la tendencia
de las luchas por el derecho a existir, contra el aniquilamiento en Chiapas,
Palestina, el Sáhara Occidental, entre muchas otras, es la de acercarse hasta
encontrarse y caminar en solidaridad. La solidaridad pasa de ser palabra a
acción y es relevante en este punto recordar las palabras del Subcomandante
Marcos en 2009:
‘..No muy lejos de aquí, en un lugar llamado Gaza, en Palestina, en
Medio Oriente, aquí al lado, un ejército fuertemente armado y entrenado, el del
gobierno de Israel, continúa su avance de muerte y destrucción’.
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