Profesores
de Oaxaca acusados de “secuestro”, la mentira para desprestigiar la lucha en defensa de
la educación pública y gratuita, contra la “reforma
educativa” neoliberal.
|
http://www.proyectoambulante.org/index.php/noticias/oaxaca/item/1627-la-mentira-como-arma-de-la-guerra-de-baja-intensidad-caso-presos-oaxaca
“La victoria se acerca, la lucha toca a su
fin. Se libran ya los últimos combates y en estos instantes solemnes, de pie y
respetuosamente descubiertos ante la nación, aguardamos la hora decisiva, el
momento preciso en que los pueblos se hunden o se salvan, según el uso que
hacen de la soberanía conquistada, esa soberanía por tanto tiempo arrebatada a
nuestro pueblo, y la que con el triunfo de la revolución volverá ilesa, tal
como se ha conservado y la hemos defendido aquí, en las montañas que han sido
su solio y nuestro baluarte. Volverá dignificada y fortalecida para nunca más
ser mancillada por la impostura ni encadenada por la tiranía.”
“Manifiesto
a la Nación”
Emiliano
Zapata
La aplicación de procedimientos propios de los "conflictos de baja intensidad" no
son novedosos en México, pues siempre han tratado de separar a los luchadores
sociales que pugnan por la justicia y la democracia, del resto de la población,
ya utilizando el desplazamiento forzoso de los pobladores hacia zonas
vigiladas, ya procurando "neutralizar"
a los individuos sospechosos de ser combatientes, ya persiguiendo,
encarcelando, desapareciendo, estigmatizando a quien se oponga al régimen.
Durante este
breve período, el Gobierno de Enrique Peña Nieto, con plena justificación a sus
intereses que, a su vez, obedecen al capital financiero internacional, envía un
mensaje político utilizando a las estructuras policiacas y militares, al
detener a miembros de la oposición que militan en organizaciones sociales y
sindicales como el Frente Amplio de Comunidades Marginadas del Estado de Oaxaca
(FACMEO) y la Sección XXII del SNTE, incriminándolos para, de este modo,
completar el mensaje político reviviendo las viejas fobias del PRI aprendidas
en la formación de sus estructuras policíacas que derivaron en la guerra sucia
de los años setentas.
Los compañeros
activistas del FACMEO, cuyas plataformas de lucha estaban en los canales de la
legalidad, han sido sometidos al escarnio público y al linchamiento mediático
al acusarlos de un montaje que obedece a un claro interés: demeritar la lucha
de los trabajadores de la educación en contra de la reforma educativa y que
ahora son juzgados desde lo monopolios de la comunicación y sus títeres para
con ello anular la solidaridad de la sociedad al exhibirlos como parte de la
delincuencia organizada.
El papel del
Estado, al emplear propaganda y acción psicológica, se orienta a
direccionar la conducta de la población en contra de la disidencia política,
proponiéndose metas de control social, político y hasta militar.
En esta lógica
de terrorismo de Estado, la militarización de la geografía nacional y de la
vida sociopolítica del país se sigue reproduciendo como política de gobierno,
reforzando mediática y demagógicamente el fetiche de la seguridad pública como
condición del desarrollo económico.
Los detenidos
son parte del pueblo, sin distinción de banderas y trincheras políticas, de su
origen y condición social. Su privación de la libertad es un crimen de Estado y
constituye un agravio permanente hacia el pueblo, herida que no cicatrizará
hasta verlos con vida y en libertad. La exigencia de su presentación con vida y
liberación, con nombre y apellido, es un deber de todos aquellos quienes nos
asumimos como mujeres y hombres progresistas, luchadores sociales y/o
revolucionarios. En esta noble lucha no hay lugar al miedo, al cansancio, mucho
menos la renuncia y abandono de esta exigencia popular.
Por estas
razones se proponen que la sociedad reflexione sobre los acontecimientos que
involucran a los espacios organizados, cuestione las acciones gubernamentales y
se involucre desde sus diferentes trincheras, la detención y estigmatización de
los compañeros del FACMEO y miembros del SNTE lleva un mensaje que es asimilado
muy bien con la tibieza del CES de la Sección XXII una inmovilidad pactada que
evidencia los convenios previos entre el estado y los grupos de poder en la
estructura sindical.
Por ello los
miembros del Circulo Teoría y Práctica “Karl Marx” exigimos:
Libertad inmediata de los miembros del FACMEO y la Sección XXII
Que el CES de la Sección XXII defina una postura firme e inamovible con
respecto a los compañeros ahora detenidos.
Cese al hostigamiento de las organizaciones sociales.
Fraternalmente
Círculo de Teoría y Práctica
“Karl Marx”
Comentarios