Escrito por Millaray Painemal
Lunes, 06 Mayo 2013
“De haber mujeres feministas
hay, pero nosotros como mujeres mapuche que nos definamos como feminista, no.
El pueblo mapuche involucra a toda la familia, no deja a nadie fuera. Pero, de
que hay violencia hay, violencia de una u otra manera, física o verbal, pero
como que no se muestra mucho, no se da a conocer” (dirigenta mapuche, Octava
región de Chile).
Para algunas mujeres Mapuche hablar del
feminismo no es un tema fácil ya que existe por un lado un desconocimiento de
esta temática y por otro se ha visto como un concepto occidental que nada tiene
que ver con la cultura mapuche. En general, en el plano discursivo se hace
referencia a la cosmovisión y a sus principios como la dualidad y
complementariedad entre hombres y mujeres que incluye el respeto y la reciprocidad
con la madre tierra y la naturaleza.
En cambio, existen otras voces de mujeres
Mapuche que plantean que tales elementos de la cosmovisión Mapuche han sido
trastocados y permeados por la estructura patriarcal de las sociedades
dominantes, por tanto se hace necesario retomar aquellos aspectos positivos de
la cosmovisión y se restablezca el equilibrio y nuevas relaciones de género
basadas en el respeto.
Para las mujeres Mapuche que han venido
participando en instancias propias desde la década de los años noventa, su
inserción en la vida pública no estuvo exenta de críticas de sus pares
masculinos quienes las acusaron de estar dividiendo el movimiento mapuche y de
estar siendo influenciadas por corrientes feministas occidentales.
No obstante, las mujeres continuaron trabajando
en sus organizaciones abordando temáticas propias como la violencia al interior
de sus familias que ha sido en la mayoría de los casos invisibilizada. Hoy en
día, las mujeres indígenas y campesinas articuladas a instancias más amplias de
representación se encuentran desarrollando una Campaña Mundial contra la
Violencia hacia las mujeres del campo y que nace de la VIA Campesina,
organización mundial de campesinos y campesinas del mundo.
El abordaje de la temática de violencia en el
mundo rural no ha sido un proceso fácil, debido a que la mayoría de las mujeres
no se atreve a denunciar a sus agresores y cuando lo hacen se deben enfrentar a
un estado machista y patriarcal que no da solución a sus problemáticas y que
más bien tiende a estigmatizar a todo un pueblo.
Un hecho reciente lo constituye la información
entregada por Sernam al diario Austral del día 11 de marzo del presente año.
Aquí se señala que en casos de violencia contra mujeres Mapuche fue invocada la
costumbre ancestral que se encuentra presente en el Convenio 169 de la OIT.
Esto significó que los agresores sólo pidieran disculpas públicas y se les dejó
libre de toda pena.
Frente a esta situación, las organizaciones de
mujeres mapuche realizaron una Declaración Pública manifestando su total
desacuerdo con esta medida en que el estado esta mal utilizando un instrumento
internacional de derechos humanos. Asimismo señalaron que la violencia
machista, heredada del sistema patriarcal, no forma parte de la cultura ancestral
del pueblo mapuche, y de ningún pueblo indígena de nuestro país.
La crítica al patriarcado, a las relaciones
desiguales de género ha sido una bandera constante de lucha del feminismo y su
propuesta apunta a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en los
aspectos social, político, cultural y económico.
Finalmente podemos decir que hoy en día, en
tiempos de globalización, el capitalismo y el patriarcado caminan de la mano,
por lo tanto el desafío de las mujeres indígenas es conocer los aportes de los
feminismos y establecer alianzas con los movimientos de mujeres para construir
una nueva sociedad más justa, respetuosa de la diversidad cultural y libre de
todo tipo de violencia.
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