Carta a los medios de comunicación y al público en general sobre el asunto de los estudiantes en la rectoría de la UNAM
Periódico estudiantil Ventanal (FFyL-UNAM)
Por medio de la presente rogamos a los medios de comunicación hagan una
cobertura más imparcial y amplia de la toma por estudiantes manifestantes de la
rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México. Las noticias que se
publican al respecto dan a entender equivocadamente que los estudiantes
universitarios en general tenemos un repudio hacia ellos y que queremos que los
echen de la rectoría lo más pronto posible. Esa idea es falsa e ingenua, ya que
aunque muchos estudiantes no creemos que fue lo mejor que hayan tomado la
rectoría, no apoyamos la postura que han adoptado las autoridades universitarias,
de no dialogar con ellos, y criminalizarlos.
La imagen que han pintado de los sucesos los medios de comunicación es
errónea, no solo hacia los estudiantes, sino a los sucesos mismos. La toma no
se realizó violentamente como se hace creer, sino que originalmente solo iba a
hacerse un mitin, pero el rector ordenó a los empleados desalojar el edificio
de la rectoría, y algunos manifestantes cayeron en la tentación de entrar a la
rectoría, que estaba ya vacía cuando entraron. El hecho de que el rector
desalojara la torre sin razón aparente despierta sospechas entre algunos de
forma que les hace creer que fue una trampa.
La protesta de los estudiantes de Derecho contra los manifestantes en la
torre de rectoría, del martes 23 de abril de 2013, no fue una auténtica y
loable muestra de nuestro supuesto repudio hacia los manifestantes; sino un
acto de mero escándalo y casi ridículo en momentos, pues a pesar de que
gritaban que querían un diálogo, la muchedumbre de estudiantes de Derecho nunca
se acercó totalmente a donde estaban los estudiantes encapuchados, y aunque eso
implicaba que no podía haber un diálogo con los estudiantes encapuchados, ellos
a la mitad del camino hicieron su mesa de
diálogo, quizás entre ellos, quizás con otros, pero no con los encapuchados.
Solo dos estudiantes de Derecho se acercaron a los estudiantes encapuchados
directamente, y en cierto momento otra estudiante igual de Derecho y parte de
su contingente, se acercó a regañarlos porque estaban ahí dialogando con los
encapuchados en lugar de participar en la mesa
de diálogo que habían establecido a unos 30 metros. Al respecto puede
consultarse esta crónica: http://tiny.cc/kofaww
Las supuestas muestras de repudio en cartas firmadas masivamente han
sido en gran parte organizadas por las autoridades. En el caso de la Facultad
de Filosofía y Letras, la dirección mandó un comunicado a todos los estudiantes
en el cual los invitaba a firmar una de esas cartas; y eso es muy extraño y
molesto para varios de los estudiantes de la susodicha Facultad, dado que la
dirección ha ignorado las peticiones de los estudiantes, y no ha resuelto
problemas que le atañen, como que la suciedad indignante de los baños, los
carísimos precios de la cafetería, el acervo carente de la biblioteca, o el
ineficiente transporte al edificio anexo. Cuando los estudiantes exigieron un
diálogo con los candidatos a la dirección (que no elegirían los estudiantes
porque los estudiantes no tienen derecho a tomar esas decisiones en la
Universidad), ellos supuestamente accedieron, pero cuando los estudiantes se
quejaron porque descubrieron que su supuesto diálogo era responder tres
preguntas al azar, todos los candidatos se fueron del lugar sin responder a las
quejas; es decir, suelen repeler los diálogos y las cooperaciones con los
estudiantes. Por ello es sospechoso que de pronto sí cooperen con los estudiantes.
En el caso de la marcha del jueves 25 de abril en apoyo a los
estudiantes que tomaron la rectoría, se dijo en los medios que al pasar frente
a las facultades la marcha era ignorada o repudiada, y nadie se unía a ella de
forma tal que la consideraron un fracaso. Pero la realidad fue que los cuerpos
de seguridad de la Universidad cerraron todas las puertas que daban a la calle
donde pasaría la marcha, antes de que pasara, supuestamente como medida de
seguridad, de forma tal que los estudiantes no podían salir de la Facultad a
unirse a los que marchaban (al respecto puede consultarse esta nota http://tiny.cc/4lhaww).
Hasta el momento ninguna de las autoridades nos ha preguntado nuestra
opinión sobre la toma de la rectoría. Lo más parecido solamente ha sido una
encuesta estudiantil por internet sobre el tema, que aún se lleva a cabo en
esta dirección http://tiny.cc/dsgaww y
cuyos resultados pueden consultarse en esta dirección http://tiny.cc/r2b8vw
La encuesta, que a las cero horas del día 29 de abril había consultado a
279 estudiantes universitarios (consúltese aquí el registro http://tiny.cc/z5gaww), contrasta mucho
con la imagen que pintan los medios, pues muestra que el 82% sí quiere que las
autoridades dialoguen con los manifestantes (la postura de las autoridades ha
sido la contraria), que el 48% quiere que anulen los procesos judiciales en
contra de los manifestantes, que el 42% cumpliría sus demandas o si no otro 25%
los dejaría ir sin represalias, que el 71% considera que el rector y las
autoridades han actuado imprudente e injustamente, y que el 73% tiene una
opinión negativa del rector. Otras preguntas muestran concordia con las
demandas de los manifestantes, pues 72% está en contra de las reformas
educativas neoliberales, 58% considera que como estudiante no tiene el poder
justo o suficiente en la toma de decisiones universitarias, y 71% considera que
el sistema de gobierno universitario no es democrático.
Esto revela que no es verdad que los estudiantes repudien a los
manifestantes, y más importante aún, que comparten las demandas de los
manifestantes.
Así, la imagen que se ha pintado de los estudiantes es equívoca e
injusta. Por eso, reiteramos nuestra solicitud de que se haga una cobertura más
imparcial y más amplia del asunto. No solo pedimos que se abandonen esas
especulaciones falsas sobre los estudiantes, sino que se investigue a fondo lo
que sucede, pues nadie cuenta detalles tan cruciales como los mencionados, y eso
hace que nadie se entere de lo que realmente sucede en la Universidad. Los
medios podrían por ejemplo realizar la misma encuesta pero a mayor escala para
revelar la verdadera opinión de los estudiantes, o entrevistar a las
autoridades sobre sus actos sospechosos, en lugar de solo intentar hacer ver a
los manifestantes como criminales locos y solos, y al rector como el gran
caudillo y auténtico representante del sentir de la comunidad universitaria.
Atte. Estudiantes universitarios participantes del periódico estudiantil
Ventanal
de la Facultad de Filosofía y Letras
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