Rebelión, 28-02-2013
"Licenciado,
¿qué epitafio quiere que ponga en su tumba?".
Parece una frase proferida por el jefe de un cartel de la mafia mientras
juguetea con su vaso de whisky y mira a los ojos de su próxima víctima; pero
no, la frase le pertenece a una figura mítica del sindicalismo mexicano. Se
trata de Elba Esther Gordillo y se la profirió hace más de una década al
diputado Emilio Chuayffet, durante una disputa por la coordinación del grupo
parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Para
ese entonces ya era la cacique del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE), al que llegó en 1989; ya había sido dos veces diputada
federal (1979-82 y 1985-88), secretaria de Organización del Comité Ejecutivo
Nacional del PRI (1988-89) y había desfilado por la Secretaría General del PRI
(2002-2005). Para ese entonces ya Gordillo era La Maestra.
En
octubre del año pasado se reeligió nuevamente como presidenta del SNTE y
anunció por la puerta grande la creación de un Comité Nacional de Vigilancia, Transparencia y Rendición de Cuentas.
Hoy, Gordillo abandona la escena gremial que capitalizó por más de dos décadas
con una acusación por el desvío de más de dos millones de dólares, provenientes
de las arcas de uno de los principales sindicatos de México.
Entre
sus últimas alocuciones públicas la cacique se atrevió a decir: "caerá una, dos o tres personas, pero
no caerá el SNTE ni perderemos el rumbo del patrimonio nacional que es la
educación pública''.
Cayó
Gordillo y paradójicamente el "licenciado"
amenazado años atrás sigue en pie para ver a su colega de faenas legislativas:
Emilio Chuayffet fue designado por el presidente Enrique Peña Nieto al frente
de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En el
libro Cero en Conducta, Crónicas de la resistencia magisterial, Luis
Hernández Navarro recordó otro de las frases célebres de Gordillo: la prensa se
controla de dos maneras: con información y con dinero. "Fiel a su máxima, su generosidad ha sido desde entonces
proverbial. Conferencias pagadas, publicaciones de libros, financiamiento de
viajes, comidas en restaurantes lujosos, regalos, asesorías, trato político
privilegiado son algunas de las contribuciones que ha hecho esta cacique
sindical a intelectuales y formadores de opinión pública".
El 26
de septiembre de 2005, la organización Punto Crítico denunció a La Maestra ante la Procuraduría General
de la República (PGR) por presunto enriquecimiento ilícito. Dos años más tarde
la investigación fue cancelada.
Su
influencia no fue suficiente para frenar, en marzo de 2012, una multitudinaria
movilización de 60 mil maestros que reclamaban su salida del SNTE al grito de "Esther, tiene la mirada de
Lucifer".
En
2006, se divorció definitivamente del PRI con el apoyo al candidato
presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón y admitió que "el otro señor" (Andrés Manuel
López Obrador) no quiso reunirse con ella.
Confesó
que con la llegada de Felipe Calderón al gobierno, en Los Pinos se realizaron "acuerdos de orden político",
como por ejemplo las designaciones de Miguel Ángel Yunes en el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); Roberto
Campa en el Sistema Nacional de Seguridad Pública y Francisco Yáñez en la Lotería
Nacional.
El
bipartidismo mexicano no ha sido obstáculo y se ha disuelto bajo su tutela. Ha
sido la favorita del PRI y del PAN para recibir "recursos". De acuerdo a un reportaje publicado en la
revista Proceso, del presidente Salinas recibió 16.197 millones de pesos a
través del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica;
Ernesto Zedillo le otorgó 1.580 millones para el Programa de Desarrollo
Educativo; Vicente Fox desembolsó 41.333 millones de pesos para el Programa
Nacional de Educación y de Felipe Calderón consiguió más de 6.000 millones.
Durante
la investigación de la PGR fueron detectados depósitos por más de 27 millones
de pesos, utilizados para el pago a una cadena estadounidense de tiendas de
lujo llamada Neiman Marcus. Otra de
las transferencias bancarias internacionales arriba a 900.000 dólares, reportó
el diario La Jornada.
Hace un
mes, al cumplir 68 años, La Cacique definió el epitafio para su tumba: "aquí yace una guerrera y como guerrera
murió".
A las
10:49 pm del día martes, Elba Esther Gordillo ingresó finalmente al centro
penitenciario de Santa Martha. En prisión tendrá que rendir cuentas ante las
autoridades por una "glamorosa"
y rocambolesca carrera magisterial.
Rebelión ha publicado
este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia
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