Las mentiras antizapatistas caen ante la iniciativa del CIG-CNI y vocera
Zapateando
Babel
Javier Hernández Alpízar
Publicado
el 19 / octubre / 2017
1.- Que “los zapatistas son cada vez más poquitos”: Falso, han crecido en
todos los sentidos de la palabra crecer.
2.- Que “a los zapatistas ya no los teme nadie”: Falso, los temen el
sistema político mexicano entero, el INE y el sistema de partidos.
3.- Que “los zapatistas son un fenómeno mediático y de internet”: Falso,
aun bloqueando la internet y la telefonía en los lugares por donde pasan, su
multitudinario movimiento está mandando el mensaje: “Aquí estamos, no hemos claudicado jamás y pasamos a la ofensiva y
vamos por todo”.
4.- Que “los zapatistas están en iguales o peores condiciones que antes del
alzamiento”: Falso, están en mejores condiciones que nunca, con sus propios
gobiernos e instituciones autónomas y apoyando incluso a los indígenas no
zapatistas que ahora quieren dar su apoyo al CIG aun desafiando amenazas de los
caciques partidistas.
5.- Que “los zapatistas son mero folklor y su modus vivendi es el turismo”:
Falso, ellos han dado lugar a una alternativa política que no se puede
encasillar en los dogmas ortodoxos “reformismo
vs. revolución”, “democracia directa
vs. democracia representativa”, “local vs. global”, “vía armada vs. vía civil”,
y muchos otros compartimientos estancos que han superado con hechos (y
también con su pensamiento anticapitalista).
6.- Que los zapatistas son
meramente “un complot” contra “la izquierda” sistémica; Falso: por el
contrario, mientras las izquierdas domésticas se disputan el apoyo de los
empresarios, los zapatistas están cambiando la vida y el mundo en sus
territorios y desafiando al capital con una propuesta política diferente, tanto
que las mentes cuadradas no la entienden y ni siquiera lo intentan.
7.- Que la autonomía
zapatista llevaría “al atraso y la
violación de derechos humanos”, Falso: el desarrollo humano de las
comunidades zapatistas, las mujeres, los jóvenes y las jóvenes, contrasta con
el hundimiento en la barbarie en que ha sumido el capitalismo al resto del
país.
Parece claro que querer
cambiar el mundo y no tomar en cuenta a los zapatistas actuales es un absurdo.
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