Atenco: a 11 años,
ni perdón ni olvido.
La
Casa de Todas y Todos
04
mayo, 2017
Hace ya once años que el nombre de Atenco se tornó
punto de abordaje a la pesadilla mexicana. En un día como ayer, murió
Francisco Javier Cortés, un menor, por una bala federal. Fue
herido, cayó en coma y no despertó ya el estudiante Alexis Ollín Benhumea. En un
día como hoy, las policías estatales y federales tomaron el pueblo, y
veintiséis compañeras sufrieron vejaciones y violaciones sexuales. Decenas
fueron golpeados, detenidos, encarcelados por años.
En el contexto de una
campaña anticapitalista, que buscaba frenar el despojo cotidiano que sufre el
pueblo mexicano entero; siguiendo la voz de una iniciativa distinta a la de las
elecciones, a la de la falsa democracia que no es sino otro instrumento de
la dominación, la mentira y el desprecio; en torno a lo que decía ser un
último llamado a la radical transformación civil y pacífica de nuestra
sociedad, fue que Atenco sucedió.
Atenco no es sólo eso. Es
también la solidaridad tenaz, es la dignidad de aquellas compañeras que
valientemente se han negado a ser víctimas, es tener la frente en alto, es el
trabajo por reconstruir, es aprender que el ser compañeros no es algo que se
condiciona, es la digna resistencia de quien sigue diciendo NO a la farsa; eso y tanto más.
Ni perdón ni olvido.
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