La historia del 1º
de mayo
Por Kaos Internacional
01 mayo, 2017
En
los tiempos que corren donde los derechos laborales y sociales de la clase
trabajadora están en retroceso por las políticas neoliberales que aplican los
distintos gobiernos, conviene echar una mirada al pasado y recordar cuándo y
por qué surgió la conmemoración del 1º de Mayo como jornada internacional de
lucha de la clase obrera: una movilización y unos motivos que siguen siendo
prácticamente los mismos desde aquella lejana fecha. Un 1º de mayo pues que,
como señala la letra de la misma Internacional, exige que “nosotros mismos
realicemos el esfuerzo redentor” para acabar con la barbarie y desolación
que siembra el decadente y anácronico sistema capitalista.
En 1886 cinco sindicalistas
de Chicago fueron ejecutados acusados de cometer
un atentado contra la policía, aunque nunca se supo quién fue el verdadero
responsable. Pedían reducir la jornada laboral a 8 horas.
Luchaban por reducir la
jornada laboral de 12 y 16 horas corridas a una de 8. Eran un grupo de
sindicalistas anarquistas de la ciudad de Chicago que el 1 de mayo de 1886
comenzaron una protesta por sus derechos.
La huelga que duró tres días
desencadenó en un trágico episodio entre los trabajadores y la policía que fue
muy sangriento. Tres días después, se convocó a una concentración en Haymarket
Square y tras una explosión murieron varios policías.
Por el hecho, acusaron a 31
trabajadores y condenaron a cinco a la horca y tres a prisión. El juicio fue
una farsa y nunca se descubrió quién fue el responsable del atentado.
¿Cuál es la historia del Día
del Trabajador?
Los Mártires de Chicago
Estas ocho personas se convirtieron en los “Mártires de Chicago”, y por ellos y por haber logrado con esta lucha la reducción de la jornada laboral a 8 horas es que en 1889 se declaró que el 1° de mayo sería el Día Internacional del Trabajador.
La fecha fue instaurada en París en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, y si bien los hechos se generaron en Estados Unidos, este país y Canadá celebran la fecha el primer lunes de septiembre.
Preguntas de un
obrero que lee
(Bertolt Brecht)
¿Quién construyó Tebas, la de las
siete Puertas?
En los libros
aparecen los nombres de los reyes.
¿Arrastraron
los reyes los bloques de piedra?
Y Babilonia,
destruida tantas veces,
¿quién la
volvió siempre a construir?
¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los constructores?
¿A dónde
fueron los albañiles la noche en que fue terminada la Muralla China?
La gran Roma
está llena de arcos de triunfo.
¿Quién los
erigió?
¿Sobre
quiénes triunfaron los Césares?
¿Es que Bizancio,
la tan cantada, sólo tenía palacios para sus habitantes?
Hasta en la
legendaria Atlántida, la noche en que el mar se la tragaba,
los que se
hundían, gritaban llamando a sus esclavos.
El joven
Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César derrotó
a los galos.
¿No llevaba
siquiera cocinero?
Felipe de
España lloró cuando su flota fue hundida.
¿No lloró
nadie más?
Federico II
venció en la Guerra de los Siete Años
¿Quién venció
además de él?
Cada página
una victoria.
¿Quién cocinó
el banquete de la victoria?
Cada diez
años un gran hombre.
¿Quién pagó
los gastos?
Tantas
historias.
Tantas preguntas.
COLOMBIA. ELN: DÍA
INTERNACIONAL, SIN TRABAJO
Por ELN Voces
01 mayo, 2017
El primero de
mayo es reconocido como el día
mundial de los trabajadores, en conmemoración de las históricas luchas por
justicia y dignidad laboral.
Hoy en el marco del
neoliberalismo y la globalización, los trabajadores del mundo, lejos de contar
con garantías y derechos que dignifiquen su quehacer, están siendo condenados a
su desaparición como sujetos políticos y agentes de transformación social.
El derecho al trabajo se ha
relegado a lo que empresarios y políticos denominan “mercado laboral”, convirtiendo a la mano de obra y especialmente
al ser humano que la posee en una mercancía
más. Esta concepción desfigura al trabajo como agente dignificador del ser
humano, para degradarlo hasta ser una transacción económica, que desdibuja su
potencial organizativo y hace del trabajador una cosa que se compra y se vende.
En Colombia, las cifras de
desempleo rondan el 10% y tienden a aumentar. Además, el 90% restante no cuenta
con condiciones laborales reales, pues la cifra del empleo mal llamado ‘informal’ es del 50%. Esto quiere decir
que en nuestro país la mitad de los trabajadores no cuentan con contratos
indefinidos, salarios justos, atención de salud, posibilidades de jubilación y
demás condiciones necesarias para su desarrollo personal y colectivo.
El drama de las y los
colombianos no termina al conseguir un empleo, pues además de no existir oferta
laboral y de no tener derechos amparados, legalmente quienes logran emplearse
se estrellan contra un salario mínimo incapaz de cubrir los gastos básicos de
su familia. Esta pérdida de capacidad adquisitiva del salario mínimo tiene que
ver con su incremento anual, que no es concertado con las centrales obreras,
sino que lo imponen el Estado y los empresarios, de manera que dicho aumento
termina siendo devorado por la inflación, sin mejorar la calidad de vida de los
trabajadores.
El Estado, lejos de
garantizar el derecho al trabajo, se convirtió en un aliado de los empresarios
privados. Con el invento del trabajo informal y con la figura de la “prestación de servicios”, impiden la
vinculación laboral estable de los trabajadores, ya sea a una empresa o al
Estado mismo, estafa conocida como tercerización
laboral; mecanismo perverso y fuente de inequidad, que convierte a Colombia
en el noveno país más desigual del mundo.
A la falta de condiciones
laborales estables, las clases dominantes agregan la persecución y el
terrorismo estatal y paraestatal contra las organizaciones y líderes
sindicales, que reclaman garantías para el ejercicio político y trabajo digno;
persecución que deja la destrucción de las organizaciones sindicales
colombianas, medida en el desplome del índice de sindicalización, que pasó de
estar en sus mejores épocas en el 30%, a estar hoy apenas en el 3%.
Es positivo para Colombia la
reactivación del movimiento sindical y sus esfuerzos por coordinar con el
movimiento social y popular, convergiendo en reivindicaciones comunes,
presionadas con acciones de movilización; como lograron hacerlo el año anterior
al condensar una Plataforma de 15 cambios básicos.
El neoliberalismo imperante
en Colombia, al igual que en el resto del continente y el mundo, impone
empobrecimiento y exclusión social generalizada; crisis social que ha
desencadenado una alta conflictividad y movilización popular por parte de los
trabajadores y demás sectores empobrecidos. Claro ejemplo de hasta dónde están
dispuestos los pueblos a llegar, son hoy Paraguay donde ante la corrupción del Congreso
la voluntad popular le prendió fuego; Argentina y Brasil donde por las medidas
regresivas de sus nuevos presidentes -uno electo y otro impuesto por un golpe
parlamentario-, están en movilización permanente y caminan hacia la huelga
general; y que el pasado 28 de abril contó con la movilización de 35 millones
de trabajadores protestando en las calles brasileñas.
A los trabajadores de
Colombia, enviamos un saludo especial, en el entendido que sus derechos y
mejores garantías sólo serán posibles mediante la organización y la
movilización, pues la voluntad del régimen sigue siendo robar a los pobres para
enriquecer más a los ricos. Sea esta una oportunidad más para reiterar nuestro
llamado a las organizaciones sindicales y trabajadores a participar de este
proceso de solución política y a construir entre todos un gran diálogo nacional
que se ocupe de plantear salidas políticas, económicas y sociales, para acabar
con la inequidad social, que sin duda debe partir por la dignificación del
trabajo y una reforma al sistema laboral.
Lo usual e inusual
en una marcha del 1º de Mayo
La Voz del Anáhuac
01 mayo, 2017
Hoy, como es usual cada
año, las calles de la ciudad de México presencian el desfile de miles de personas,
con motivo, se dice, que del Día Internacional de l@s Trabajador@s.
Desde las 8 de la mañana, los
sindicatos corporativizados en el Congreso del Trabajo reúnen en el zócalo a
sus agremiados para pasarles lista y para que utilicen el uniforme que
usualmente les compran con sus cuotas sindicales.
A las 9 de la mañana la Unión Nacional
de Trabajadores convoca a sus agremiados frente a Bellas Artes, para caminar de
ahí al Zócalo. El de telefonistas es uno de sus mayores contingentes. De manera
inusual este año este contingente acordó vestir de rojo y negro (lo usual es
vestir de verde, color adoptado por la planilla oficial, encabezada desde hace
40 años por Francisco Hernández Juárez). Inusual rojo y negro porque ahora
están ante doble emplazamiento a huelga: por revisión salarial y por
violaciones al Contrato Colectivo (Ifetel, Secretaría del Trabajo y Telmex
traman la separación “funcional” de
Telmex). Aunque dichos emplazamientos vencían el 25 de abril, como es ya usual,
se prorrogó al 12 de mayo, de manera que, como es usual, en el último momento y
gracias a la intervención del secretario general, todo llegará a un final feliz… para Carlos Slim, el aliado
“estratégico”.
Y como es también usual, los
contingentes de la Nueva Central de Trabajadores se dan cita en el Ángel de la
Independencia (también llamada la “Victoria
Alada”) para marchar desde ahí hasta el zócalo. Es el denominado
contingente independiente, formado no
sólo por trabajadores, ahí también se forman diversas agrupaciones políticas
independientes y no tanto (como Morena), pero también diversas luchas y
resistencias populares: los usuarios de energía eléctrica contras las altas
tarifas, movimientos urbano-populares y, por supuesto, como desde hace casi
tres años, los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos de
manera forzada por el Estado.
Comentarios