Saludos a míster
Trump
América
Latina En Movimiento
La
Jornada
18
abril, 2017
Una tras otra, cinco mujeres toman la palabra en su
lengua. Son comandantas del EZLN. Amada lo hace en chol. Everilda en tojolabal. Yésica en tzoltzil. Miriam en tzeltal. Y Dalia en castilla. Mandan un saludo al
presidente de Estados Unidos: ¡Vete a la chingada, Trump! Galeano se encarga de traducirlo al inglés: “Fuck you, Trump!”
Así comenzó el seminario Los muros del capital. Las
grietas de la izquierda, realizado por el EZLN en las
portentosas instalaciones de Cideci/Universidad de la Tierra, en San Cristóbal
de las Casas, Chiapas, entre el 11 y el 16 de abril pasados. Un acto que tuvo
como objetivo principal darle un abrazo colectivo a don Pablo González
Casanova, de quien les enorgullece la compañía de su paso, su palabra crítica
y, sobre todo, su compromiso sin tibiezas ni dobleces.
El seminario fue parte de la
campaña mundial: Frente a los muros del capital:
la resistencia, la rebeldía, la solidaridad y el apoyo de abajo y a la
izquierda, convocada por los rebeldes chiapanecos. Su objetivo
consiste en llamar a la organización y la resistencia mundial, frente a la
agresividad de los grandes dineros y sus respectivos capataces en el planeta, y
que aterroriza ya a millones de personas en todo el mundo.
Organizada en el contexto de
la llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump, convoca a
organizarse con autonomía, a resistir y rebelarse contra las persecuciones,
detenciones y deportaciones. Sostiene que cada ser humano tiene derecho a una
existencia libre y digna en el lugar que mejor le parezca, y tiene el derecho a
luchar para seguir ahí.
El mandatario estadunidense
fue recordado a lo largo de todo el encuentro. En muy interesantes trabajos,
Gilberto López y Rivas, Tom Hansen y Sergio Rodríguez analizaron la naturaleza
del proyecto trumpista.
El 14 de abril, mientras leía
la ponencia Lecciones de geografía y calendarios globalizados (https://goo.gl/NPvB8Y),
el subcomandante Galeano colocó
sobre la mesa una figura de madera de mister Trump
que fue derribada por una muñeca de tela que representa a la niña Defensa
Zapatista.
“Cuando Trump habla de recuperar las fronteras de EU –leyó Galeano– es
la de México, pero la mirada del finquero apunta a territorio del mapuche. La
lucha de los originarios no puede ni debe circunscribirse a México, debe alzar
la mirada, el oído y la palabra, e incluir todo el continente, desde Alaska
hasta Tierra de Fuego”.
Un par de días antes, en el
arranque del encuentro, el subcomandante Moisés explicó,
en una ponencia titulada El mundo capitalista es una
finca amurallada, cómo el planeta entero se está convirtiendo en
una finca y los gobiernos nacionales en capataces que simulan poder e
independencia. “Porque el que manda
–señaló– ya no es el que manda. El que
manda son el patrón capitalista. Esos gobiernos que se dicen: el de Peña Nieto,
el de Guatemala, que el de El Salvador y todo lo demás son capataces. Los
mayordomos: los gobernadores. Los presidentes municipales son los caporales.
Todo está al servicio del capitalismo”.
La llegada al poder de Trump
representa una nueva amenaza para quienes han emprendido el éxodo al vecino
país del norte. El mismo Moisés, en un
discurso titulado Café organizado contra el muro (https://goo.gl/CCcbG1)
expresó su apoyo a los que han emigrado a Estados Unidos, debido a la pobreza y
violencia en su lugar de origen, donde los explotan, reprimen y despojan, como
en una finca de hace 100 años. “Los
migrantes –puntualizó– no se fueron
porque quisieron, sino porque ya no pudieron estar en su finca, mejor conocida
como país”.
Ante esta emergencia, los
zapatistas decidieron solidarizarse con los migrantes del otro lado de la
frontera. Lo harán donándoles a sus luchas 3 mil 791 kilos de café tostado (5
mil kilos en pergamino). Son iguales que
nosotros, asegura Moisés. Hay
que apoyar a los que nos apoyaron. Nos toca decirles que luchen con resistencia
y con rebeldía, porque ya no les queda de otra.
Café contra el muro es un formidable ejemplo de cómo los rebeldes
chiapanecos están cambiando las relaciones sociales, poniéndolas de cabeza. El
aromático fue durante muchos años un cultivo de finca destinado a la
exportación que se convirtió en un producto campesino e indígena porque los
jornaleros que lo cosechaban en condiciones de explotación salvaje lo hicieron
un cultivo propio en sus parcelas. También, por la acción combinada de la
reforma agraria y el extensionismo estatal.
Desde hace casi tres
décadas, los pequeños productores comenzaron a apropiarse de la cadena
productiva y a exportar su grano sin intermediarios. Los mejor organizados
lograron entablar relaciones de cooperación con consumidores conscientes de
países del norte para tratar de construir un mercado justo.
Los caficultores zapatistas
dieron un salto en estas experiencias al organizarse y funcionar sin recibir un
solo centavo de ayuda gubernamental. Trabajando en colectivo, derrotaron a los coyotes locales y comenzaron a adquirir
paulatinamente infraestructura para industrializar su grano. Desde hace años,
colectivos trasnacionales cercanos a ellos, adquieren el café pagando precios
por arriba de los del mercado internacional.
Hoy, los zapatistas le han
dado la vuelta a la tortilla a esa relación, y, de ser beneficiarios de la
solidaridad internacional, se han convertido, a pesar de la escasez material
con que viven, en generosos donantes. No dan lo que les sobra. Necesitamos ayudarnos entre los de abajo,
para demostrar que no necesitamos a los que dan apoyo condicionado, señaló Moisés.
En el camino, han formado
cooperativas como Yach’il Xojobal Ch’ulchan (Nueva Luz del Cielo), con presencia en más de ocho municipios de
los Altos, y oficinas en San Cristóbal de las Casas. Además del aromático,
comercializan miel, cacao y té limón.
Explican el avance de su
proyecto como sueños que se van realizando. Y, cuando se les pregunta cómo es
que le hacen para que el café, que sirve para no dormir, produzca tantos
sueños, responden: no descansamos, somos los hombres murciélago, los hombres de
la noche.
Ahí lo mandan a saludar, míster Trump...
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