VAMOS CAMINANDO CON
BERTA EN EL CORAZÓN Y EN LA MIRADA
Claudia Korol
Foto: Antonio Varela
Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía
Desinformémonos
Periodismo de abajo
02 marzo, 2017
El 2 de marzo se cumple
un año del crimen de Berta Cáceres, coordinadora general del COPINH, y
compañera de lucha con la que compartimos numerosos diálogos, encuentros,
acciones políticas en nuestra Argentina.
Con
Berta Cáceres aprendimos lecciones inolvidables, como la necesidad de conjugar las luchas
anticapitalistas, antipatriarcales y antirracistas. Con Berta aprendimos el
valor del ejemplo. Sus actos iban al lado de las palabras, ni antes ni después.
Con
Berta Cáceres, rehicimos nuestras convicciones internacionalistas. La vimos en
medio del golpe de estado en su país, movilizarse frente a la embajada de Chile
en solidaridad con los hermanos y hermanas mapuche. La vimos en Colombia,
recorriendo los caminos de la digna rebeldía. Sus palabras llegaron al Puente
Pueyrredón, en los aniversarios de la Masacre de Darío Santillan y Maximiliano
Kosteki. Con Berta entramos a la cárcel a visitar a la Galle, presa política
como consecuencia de sus acciones internacionalistas.
Con
Berta Cáceres aprendimos la legitimidad de rechazar las componendas
politiqueras, que legitimaban el golpe de estado en los organismos internacionales,
y la vimos marchar hasta El Salvador, para
demandar a la OEA que no acepte el ingreso de Honduras –suspendida por el golpe
de estado-, debido a que en Honduras no hay democracia.
Con
Berta Cáceres y el COPINH aprendimos la dignidad del pueblo lenca, que defiende
sus ríos, sus bosques, sus territorios y su libertad.
Con
Berta las mujeres aprendimos que hay un feminismo que se hace en comunidad, en
territorio, abrazando a la hermana que sufre las diferentes modalidades del
capitalismo patriarcal. Y la vimos ejercer la libertad de decidir sobre su
cuerpo, a pesar de las agresiones patriarcales y misóginas que recibió.
Berta
fue, por sobre todas las cosas, una mujer revolucionaria y libre, que vivió
como sintió y pensó.
Demasiado
desafío para el poder. El Estado hondureño, servidor de las empresas
transnacionales y de la oligarquía local, dio la orden de asesinarla.
El
crimen se consumó. Antes Berta había sido perseguida, encarcelada, calumniada,
criminalizada por ese mismo estado represor. Soportó también la ira de quienes
negociaban con el mismo algunas prebendas.
Desde
Argentina exigimos Justicia para Berta. Exigimos que el Estado hondureño asuma
su responsabilidad en el crimen, por la desprotección en que vivió, por las
amenazas que sufrió. Exigimos que el Estado hondureño se responsabilice por la
concesión inconsulta de territorios indígenas, que lleva a la muerte de las
comunidades. Que se responsabilice por la formación de estructuras criminales,
como parte de las Fuerzas Armadas, entrenadas en por los servicios de
inteligencia y los militares la Escuela de las Américas de EE.UU. Que se
responsabilice por amparar a los narcos y sicarios, imbricados con militares y
paramilitares.
Desde
Argentina exigimos que aparezcan los culpables intelectuales del crimen de
Berta y que se investiguen hasta el final las responsabilidades de la empresa
DESA, y de quienes la financiaron: el Banco Centroamericano de Integración
Económica, el FMO, el fondo Finnfund.
Exigimos
que cese la persecución al COPINH y a otros movimientos populares de Honduras
que siguen siendo amenazados, criminalizados y asesinados.
Exigimos
que se cancele definitivamente el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, y todos los proyectos de muerte. Exigimos que la
comunidad de Río Blanco sea resarcida en sus dolores. Exigimos la derogación de
las concesiones en los territorios indígenas, garífunas y negros que no fueron
aprobadas por las comunidades.
El
2 de marzo es el aniversario del crimen de Berta. El 4 de marzo es el
aniversario de su nacimiento. En estos días, de dolor, lucha, pensamiento y
acción, Berta se multiplica en nuestros corazones, trayendo desde su
tierra, desde su esperanza, toda la rabia, toda la furia, toda la dignidad, que
nos comprometemos a seguir multiplicando.
Desde
el sur del mundo le decimos al gobierno arrastrado ante los gringos de José
Orlando, que los pueblos lo están mirando con desprecio, y que más temprano que
tarde lo juzgarán por estos crímenes.
Desde
el sur del mundo le decimos a COPINH, y a las organizaciones hermanas en la
lucha de Honduras, que estamos junto a ustedes, reviviendo a Berta en nuestro
caminar. Que no están solos ni solas. Que los pueblos haremos la justicia
necesaria. Que decimos con nuestras Madres de Plaza de Mayo: No olvidamos. No
perdonamos. No nos reconciliamos.
Lo imposible, sólo tarda un poco más.
Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía
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