Reporteros sin Fronteras: Informe Anual 2016,
la libertad de prensa en 180 países
Publicada 08/02/2017
La organización ha presentado su informe anual 2016 sobre la
libertad de prensa en 180 países a nivel mundial
España ha descendido un puesto en la
clasificación como consecuencia del "impacto
negativo contra el libre ejercicio del periodismo que ha supuesto la ley de
Seguridad Ciudadana"
Alerta sobre las leyes antiterroristas que
"afectan directamente a la libertad
de prensa o el ejercicio profesional", y señala como ejemplo la ley mordaza española o las medidas de
espionaje y vigilancia masiva aprobadas en Alemania y Francia. La organización
denuncia que, además, "se han
registrado intentos de limitar el acceso a la información o de controlar las
filtraciones a los medios" y destaca que en España, "la justicia ha perseguido a varios
periodistas por revelar información de interés público, desde el caso Bárcenas al Footbal Leaks". España ocupa el puesto 34 del total de 180 países analizados, por
detrás de territorios como Australia (25), Letonia (28) o Luxemburgo (15).
Respecto al 2015, España ha retrocedido un lugar en la clasificación mundial,
mientras que Francia cayó del 38 al 45, Alemania del 12 al 16 y Reino Unido del
34 al 38.
Retroceso
"a pasos agigantados"
El informe elaborado por la plataforma resulta tajante: "Europa retrocede a pasos
agigantados en materia de libertad de prensa". La
aprobación de las legislaciones destinadas a preservar la seguridad de los
ciudadanos, ha puesto "en
riesgo el periodismo de investigación, la confidencialidad de las fuentes
y, en general, la privacidad de las comunicaciones de los informadores".
"El año 2016
ha sido nefasto para las fuentes y los periodistas que han intentado hacer
prevalecer su derecho a no revelarlas", lamentan los autores del documento, quienes señalan a los
casos de Luxleaks o Vaticanleaks2, en
Luxemburgo y los Estados Pontificios respectivamente, que "mostraron el largo calvario al que se pueden exponer en Europa
los informadores que sacan a la luz información de interés público".
Señalan, asimismo, el caso de Polonia y su polémica Ley de Prensa como ejemplo
que "tuvo en vilo a la Unión
Europea" y provocó que RSF pidiera la aplicación de la inusual medida
de privar a un miembro de la UE de todos los sus derechos como tal por
violar los valores fundamentales de la comunidad.
"Pese a todo,
el protagonismo en cifras de agresiones a la libertad de prensa en el
continente europeo, tiene, indiscutiblemente, el nombre de Erdogan", señala el informe. El presidente turco "ha llevado a su país al límite en materia de libertad de prensa",
producto del cierre de "más de un
centenar de medios de comunicación y el despido de miles de periodistas",
y de los 40 periodistas que han sido encarcelados, lo que lo posiciona como
líder mundial en esta materia. "Encarcelamientos
de periodistas, detenciones, cierres de medios, juicios arbitrarios, condenas
abusivas, periodistas exiliados, despidos masivos de profesionales, censuras,
leyes represivas…", es la cadena de acontecimientos que han hecho de
Turquía la "principal protagonista
del retroceso de la libertad de información en el mundo".
Por su parte, Rusia ha puesto
en marcha una nueva legislación que permite la retirada de contenidos online en
24 horas y hace responsables a los portales de noticias de más de 1.000.000 de
visitantes de todos los contenidos que publiquen. En el caso de Ucrania, el informe asegura que "el conflicto sigue afectando
gravemente a sus informadores, blanco de represalias de los grupos
enfrentados, que, o bien les acusan de complicidad con el terrorismo, o bien
siembran el terror en las sedes de sus medios de comunicación". En
algunos casos les quitan la vida, como ocurrió con el periodista Pavel
Sheremet, en julio. Rusia ocupa el puesto 148 del total de 180 países
analizados, mientras que Ucrania se encuentra en el 107.
Finalmente, Europa del este continúa un año más siendo "la región más peligrosa del continente
para ejercer el periodismo". RSF denuncia el "continuo enjuiciamiento a periodistas y el
mantenimiento en prisión de muchos de ellos, pese a las presiones
internacionales" en regiones como Azerbaiyán, que se sitúa en el
puesto 163 de la clasificación.
Siria,
el país más peligroso
En 2016 fueron asesinados 75
periodistas mientras ejercían su trabajo o a causa de su
profesión, según documenta el informe. En este contexto, Siria fue de
nuevo el país más peligroso del mundo para los periodistas, con un récord de 19
informadores asesinados –dos más que en el 2016– y de 16 secuestrados.
Tras Siria, los lugares en los que más muertes de
profesionales se produjeron fueron Irak, México y Afganistán. "La guerra, el terrorismo y el crimen
organizado siguen siendo los principales verdugos de periodistas",
lamenta el estudio, que además muestra preocupación hacia el aumento de la
represión en Irán, Bahréin, Arabia Saudí, Egipto o Yemen,
donde los periodistas "sufren una
implacable persecución que deriva en condenas arbitrarias a largas condenas de
cárcel y latigazos".
Finalmente, Eritrea repite como el país con
una mayor censura del mundo, ocupando el puesto 180. Desde el año
2001, "no existe desde prensa
privada" en el territorio, donde "sólo
sobreviven los medios oficiales". "Sin
poder comprobar datos exactos, se sabe que decenas de periodistas han muerto en
esos 15 años, decenas se han suicidado, exiliado o desaparecido, y más decenas
han pasado por la prisión sin que sus familias hayan vuelto a saber de
ellos", denuncia la organización.
Países como Vietnam (puesto 175), Turkmenistán
(178), Arabia Saudí (165) o Marruecos (131) se encuentran
en estado crítico respecto a libertad de prensa, al ocupar los últimos lugares
en la clasificación.
Violencia
en América Latina
Según la organización, "el
crimen organizado, la corrupción generalizada y la
impunidad siguen causando estragos entre los periodistas de
América Latina". Pone como ejemplo el caso de México, donde a 13
periodistas les fue arrebatada su vida por ejercer su profesión, y donde "los carteles de la droga, entre otros
responsables, siguen implantando un clima de terror con amenazas,
intimidaciones, secuestros y actos de extrema violencia".
En Honduras, donde en cinco años han sido
asesinados más de 60 periodistas, "reina la impunidad y las posibilidades de que esos crímenes se
esclarezcan son casi nulas". RSF denuncia que el trabajo de los
periodistas es "cada día más difícil
por la violencia de las maras y la corrupción de los políticos y las fuerzas de
seguridad".
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