La negociación con el ELN debe conducir a la construcción de una
paz estable y duradera
La Haine
11
febrero, 2017
Una guerrilla más volcada a
la sociedad puede ser un actor revolucionario y puede desatar un poderío bélico
aún más desestabilizador que otra de corte más militar.
La negociación
con el ELN debe conducir al reforzamiento de los acuerdos con FARC-EP y a la
inclusión de nuevos temas para la construcción de esa paz estable y duradera
que añoramos los colombianos. Una negociación con el ELN es compleja, si
compleja significa amplia e integral, y radical, si radical significa ir a la
raíz del problema, y la raíz del problema no es otra que la situación concreta
en la que las sociedades viven sus procesos históricos y luchan por
transformarlos de manera revolucionaria. Falta ver hasta dónde llega a voluntad
de conversar del régimen de Santos y del establecimiento nacional.
Este artículo,
publicado en la 'Revista Izquierda',
se propone analizar la naturaleza diferencial del ELN como organización
insurgente y, con ello, derivar, en lo posible, un esquema de negociación
diferente con esta guerrilla.
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