Que nunca más signifique NUNCA MÁS de verdad…
No basta con
indignarse
Redacción
Desinformémonos
23
febrero, 2017
Video: Informe 2016, Amnistía Internacional México
Ciudad
de México/Desinformémonos. Diez años han pasado desde que inició “la guerra no reconocida oficialmente” en México. “Desde hace diez años, cuando el entonces
presidente Felipe Calderón inició la llamada guerra contra el narcotráfico y el
crimen organizado, la violencia en México se ha generalizado en medio de la
impunidad casi absoluta” señala el informe de Amnistía Internacional (AI)
2016-2017.
En
su apartado de México, la organización global -que trabaja en más de 150 países
y territorios para poner fin a los abusos contra los derechos humanos- sostiene
que la tortura y los tratos crueles e inhumanos, desapariciones forzadas,
ejecuciones extrajudiciales y detenciones arbitrarias, son una práctica
cotidiana en el país, donde varias de las leyes en esta materia siguen sin
resolverse en el Congreso de la Unión.
Tras
cumplirse una década de esta “guerra
contra el narco”, los registros oficiales indican que hay un aumento del
número de soldados y marinos desplegados en operaciones de seguridad en todo el
país y los índices de violencia y de violaciones a los derechos humanos también
están en aumento.
En
2016 se aceleró la crisis de derechos humanos en América Latina, según el
Informe Anual de Amnistía Internacional 2016/17. El documento señala un
alarmante incremento de obstáculos y restricciones a la justicia y las
libertades fundamentales, así como de las violentas estrategias de represión en
la región.
Países
como México, Venezuela, El Salvador, Honduras y Guatemala fueron algunos de los
más afectados por los abusos y la impunidad ante las violaciones a los derechos
humanos.
En
México, señala el documento, se registraron 36,056 homicidios hasta finales de
noviembre de 2016, la cifra más alta desde que inició el mandato del presidente
Enrique Peña Nieto. Un año antes, en 2015, la cifra fue de 33,017 homicidios.
El
informe presenta los principales temas violatorios de los derechos humanos y
repasa los más recientes como son Nochixtlán, Tanhuato, Tlatlaya, Apatzingán,
Atenco y Ayotzinapa.
Destaca
que México es uno de los casos más graves y señala que “la impunidad por tortura y otros malos tratos sigue siendo casi
absoluta”. La procuraduría de este país informó que se estaban revisando
4,715 expedientes de investigación por este tipo de abusos, pero había más de
3000 peticiones pendientes de tramitación.
Presentado
por Erika Guevara-Rosas y Tania Reneaum Panszi, directoras para las Américas y
para México de Amnistía Internacional, respectivamente, el informe reprocha que
por tercer año consecutivo las autoridades no hayan publicado las cifras de
personas muertas o heridas en enfrentamientos con la policía y las fuerzas
militares.
El
informe señala que, según el gobierno mexicano, para fines de 2016 había 29.917
personas desaparecidas (22.414 hombres y 7503 mujeres), registra además el
asesinato de 11 periodistas.
Reneaum
Panszi explica que al revisar las cifras de desaparecidos y homicidios de
periodistas y defensores de derechos humanos, así como las violaciones a la
libertad de reunión, surge un hilo conductor en todas las situaciones: “Vemos la omisión del Estado al momento de
cuidar a sus ciudadanos. Todos los apartados nos muestran una falencia del
gobierno por establecer un entorno seguro y digno donde las personas puedan
sentirse tranquilas en el ejercicio de la ciudadanía”.
Dentro
de la complejidad del caso mexicano, otra situación de violación constante a
los derechos humanos es la enorme afluencia de migrantes que recibe anualmente,
debido a su proximidad geográfica con Estados Unidos. Se calcula que cada año
unas 400 mil personas indocumentadas cruzan la frontera sur de México; el
documento muestra que hasta octubre de 2016 se habían presentado 6898
solicitudes de asilo, pero solo se les concedió la condición de refugiados a
2162 personas. El 93% de las solicitudes provenían de ciudadanos de El
Salvador, Honduras y Guatemala.
Reseñan
también las numerosas denuncias de palizas, semiasfixia con bolsas de plástico,
descargas eléctricas, violaciones y agresiones sexuales durante las operaciones
policiales y militares. La Procuraduría General de la República (PGR) notificó
que sólo a nivel federal “revisa” 4
mil 715 expedientes de investigación de casos de tortura.
En este informe también
se reporta la violencia endémica contra las mujeres y las niñas. La falta
de datos precisos, actualizados y desglosados sobre violencia de género
constituyen un importante obstáculo para abordar el problema.
El
informe completo de AI documenta la situación de los derechos humanos en el
mundo durante 2016, con cinco reseñas regionales y el análisis individual de
los 159 países y territorios.
En esta crisis las personas en movimiento son un blanco de las
retóricas de odio de líderes internacionales. México debe, ahora más que
nunca, responder por los derechos de las personas en movimiento en ambas
fronteras. Tiene la oportunidad de convertirse en un país de asilo y pelear la
retórica venenosa que pone en riesgo la vida de los migrantes y las personas
refugiadas; muchas de ellas connacionales pero también procedentes de
Centroamérica que huyen de sus hogares por la violencia extrema comenta
Amnistía Internacional.
INFORME 2016/17 AMNISTÍA
INTERNACIONAL: LA SITUACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MUNDO
Índice: POL 10/4800/2017
21 febrero 2017,
El Informe 2016/17 de
Amnistía Internacional documenta la situación de los derechos humanos en 159
países y territorios durante 2016. Para millones de personas, 2016 ha sido un
año de miseria y miedo implacables, sembrados por los abusos contra los
derechos humanos que gobiernos y grupos armados han cometido de multitud de
formas. Un gran número de personas han seguido huyendo de los conflictos y la
represión en muchas regiones del mundo. Entre otros abusos generalizados, este
informe documenta la persistencia de la tortura y otros malos tratos, la
inacción a la hora de hacer valer los derechos sexuales y reproductivos, la
vigilancia ejercida por los gobiernos y la cultura de impunidad por delitos
cometidos en el pasado.
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