A PROPÓSITO DE LA FERIA: ¿VIVE
LA LECTURA?
Por Eugenia Torres.
En vez de poner ante los ojos de los niños los
elementos vivos de la tierra que pisan, los frutos que cría y las riquezas que
guarda, los modos de fomentar aquéllos y extraer éstas, la manera de librar su
cuerpo en salud de los agentes e influencias que lo atacan, y la hermosura y
superior conjunto de las formas universales de la vida, prendiendo así en el
espíritu de los niños, la poesía y la esperanza indispensables para llevar con
virtud la faena humana,-los atiborran en estas escuelas de límites, de Estados
e hileras de números, de datos de ortografía y definiciones de palabras.
Y así, con una instrucción meramente verbal y
representativa, ¿Podrá afrontarse la existencia, la existencia en este pueblo
activo y egoísta, que es toda de actos y de hechos?
José Martí
Bajo el lema de ¡VIVE LA
LECTURA! la FILO es uno de los encuentros literarios más importantes de
Oaxaca, México. Eso ocurre en octubre, luego, en noviembre, comienza la Feria
Internacional del Libro en Guadalajara. Dos ferias importantes, de alto vuelo,
con invitados especiales, claro, son los invitados que pertenecen a un extracto
social. Pero detengámonos en la primera, la feria de Oaxaca.
“Ya es tiempo de enfrentar nuestros conflictos que parecen no
tener fin, la memoria es una herramienta para ello”, sugiere Guillermo Quijas
Corzo presidente de la Feria Internacional del Libro haciendo uso pleno de la
memoria, concepto rector de la edición 36 de la FILO.
Quijas Corzo trae a cuenta
el contexto en que se realizará. A dos años de Ayotzinapa y a tres meses de los
hechos violentos en Nochixtlán, la firma de la paz en Colombia, a unos días del
aniversario del escritor chileno Pablo Neruda.
La Feria Internacional del
Libro coincide en esta edición con un momento de tensión social y crisis
económica en el estado, apunta Vania Reséndiz presidenta de la Fundación
Ventura, organizadora de esta actividad anual en torno a los libros.
El anuncio oficial se da
en la Biblioteca Profesor Ventura López Sánchez, ubicada en San Martín
Mexicapan, comunidad aledaña a la capital en donde uno de los invitados,
Ricardo Núñez Muñoz, embajador de Chile
en México observa: “esta comunidad es la
expresión de la desigualdad social, la expresión de lo que ocurre en México, en
mi país y en América Latina en general”.
Una colonia con una
incipiente actividad cultural, donde casi el 47.22% de sus habitantes carecen
de servicios básicos y culturales y en la que Fondo Ventura se ha propuesto
participar.
Pero, si algo están
dejando en claro es que ya el problema no lo pueden esconder, y que, como
responsables de semejante evento cultural, están obligados a no callar más.
América Latina sufre un desgarro y las consecuencias del neoliberalismo son cada
día más visibles. Han de recorrer el país en su totalidad, y comprobar la tasa
de analfabetismo. La educación no solo es aprender, la enseñanza básica, sino
poder comprender su propio dialecto, su propia cultura. Poder comunicarse con
su hábitat, acceder a lecturas, y en todo caso elegir.
La situación no solo es
dramática, sino que “los intelectuales”
se dieron cuenta que, como mexicanos, tienen que comenzar a enfrentar sus
conflictos que parecen no tener fin.
En el mismo perímetro
donde se realiza la feria de Oaxaca, hay unos cuantos plantones que demuestran
esta disconformidad social, a metros, no más, de una fiesta de la lectura, uno
tranquilamente puede hablar con los docentes de la CNTE en conflicto, que
cuentan cómo matan a sus compañeros en plena resistencia, en plena lucha por
sus derechos, día tras día, para que sus hijos, y los hijos de toda la
comunidad sean alfabetizados, educados y amados. Porque educar es amar.
Siempre. Y digo, educar no es aleccionar.
Me detengo solo en estos
conflictos, ya que son muchos, pero la coyuntura me hace pensar y reflexionar
sobre la relación que tienen la cultura, con la problemática del territorio.
Ninguna lógica, me lleva a
entender o comprender semejante contradicción. Entenderla, es afirmarla.
Paulo Freire diría: “los hombres se liberan en comunión”,
solos no se puede porque el opresor es gigante y el oprimido es muy pequeño,
ante un sistema que devora.
El individuo que
reflexiona se va formando a sí mismo en su interior y crea su conciencia de
lucha por transformar la realidad y liberarse de la opresión en que lo ha
insertado la pedagogía que tradicionalmente hemos considerado, de la misma
manera, cuando se adquiere una forma nueva de pensar, de disuadir, de luchar
contra la corriente, contra los poderes del status
quo. Sera por estas razones, y otras tantas que el sistema neoliberal
trabaja y seguirá trabajando para que los que tengan acceso sean una elite. Así,
el opresor lucha por aparentar ante la sociedad ser víctima.
Luego de la Feria de
Oaxaca, se realizó, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: “es la reunión editorial más importante de
Iberoamérica y un extraordinario festival cultural. Fundada hace 30 años por la
Universidad de Guadalajara, es una feria para profesionales donde el público es
bienvenido, lo que la distingue del resto de las principales ferias que se
realizan en el mundo. Sin descuidar su vocación como un encuentro de negocios,
la FIL fue concebida como un festival cultural en el que la literatura es la
columna vertebral, con un programa en el que participan autores de todos los
continentes y diferentes lenguas, así como un espacio para la discusión
académica de los grandes temas que cruzan nuestra actualidad”. Esa fue la
presentación de la FIL y pensé: cuánta gente queda excluida, de esa columna
vertebral.
La muerte de Fidel Castro,
había atravesado las jornadas, pero nadie hablaba del tema. Todos estaban
realmente preocupados por la venta y la cantidad de personas alienadas que entraban
y que salían, dibujaban, aquello que desvelaba a Fidel y a los revolucionarios,
la ignorancia y la ceguera social.
Atravesados por lo
mundano, los participantes caminan bien vestidos, altivos, felices, creyéndose
una realidad vacua, que se escurre por todos los vértices de la vida.
Pero, me desespera el
sufrimiento de los pueblos, mientras unos prefieren andar con vendas en los
ojos, otros preferimos que nos duela, como le duele a quien lo sufre en carne
propia. Reflexiono, cómo una sociedad se construye a través de un cúmulo de
falsedades. Multitudes fueron llegando a un evento cultural que solo es para
una elite, lo puedo decir, porque los libros son de costos altísimos, y no
cualquiera que pague una entrada puede acceder a salir de la feria con un libro.
Y ni hablar de quiénes pueden llegar a la misma, ya que, para llegar, en muchos
casos puede resultar un gasto imposible de realizar.
Lo más obsceno, es el
dinero gastado en todo lo que implica la realización de la misma. Fiestas, hotelería,
pasajes aéreos, uber, seguridad,
taxis, etc.
La sociedad del
espectáculo está en pleno crecimiento, ya no es la banalización de la cultura,
son crímenes, porque por cada millón que el estado gasta para una élite, son
millones de personas que empobrecen y mueren.
Estos eventos significan
barrer la mugre bajo la cama.
Los oprimidos, que son más
que los opresores, no tienen voz en estas ferias. Y los que la tienen, detrás
de frases construidas e hipócritas, pueden fingir, preocupación y desvelo, por
las injusticias sociales.
En México, hace 22 años
los derechos de los indígenas y los campesinos fueron defendidos mediante el
fuego y la palabra por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN),
quienes valientemente se enfrentaron a un Estado mexicano represivo y dictador
que ignoraba las necesidades de las minorías étnicas. Realidad que en la
actualidad no ha cambiado del todo, pero marcaron un antes y un después. Con el
corazón, y poniendo el cuerpo, hicieron visible al mundo un problema vigente y
dramático. No tenían voz en ferias, ni en diarios, ni radios, pero no lo
necesitaron, ellos tenían ideas y convicciones claras. Ellos comunicaron lo que
muy pocos pudieron. Porque la lucha no solo se construye en el pensamiento,
sino en los actos.
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