Cubadebate
Desinformémonos
5 diciembre 2016
Ni la mediatización mundial
con todos los millones de dólares gastados en propaganda para desprestigiar a
la Revolución Cubana, ni el bloqueo impuesto por Estados Unidos pudieron con
Fidel y con su pueblo. Muchos críticos al servicio del capitalismo se
preguntan, ¿qué sucederá ahora con la Revolución?, esperando ansiosos que el Plan Cóndor aterrice en Cuba, con el
águila imperial, para ir urgente, como aves de rapiña a devorar la savia de la
dignidad; pero la respuesta contundente la ha dado el mismo pueblo cubano. Y
fue estremecedora: el grito desde la Plaza de la Revolución en La Habana hasta
la Plaza Antonio Maceo en Santiago, pasando por Santa Clara, Holguín, Camagüey,
Bayamo y hasta arribar a Santiago en un recorrido de más de mil kilómetros, el
grito de las mujeres, hombres, jóvenes y niños cubanos fue: ¡Yo
soy Fidel! ¡Yo soy Fidel! ¡Yo soy Fidel!
Para quienes creen que la Revolución Cubana y Fidel habían muerto, se equivocaron.
Fidel se hizo sangre en las venas de los niños y jóvenes cubanos que han sido
el fruto de la ardua lucha generacional de sus mayores. Muchas vidas se
perdieron en el camino, ninguna fue en vano. En el tributo a Fidel, por consiguiente,
también se les rindió tributo a Camilo y al Che Guevara, pilares de la Cuba
hermosa y soberana. Se celebraba pues, la vida, la honra, la lealtad y rectitud
de un hombre que con su sola existencia hizo temblar a todo un imperio.
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