La Voz del Anáhuac
25 de octubre de 2016
Quienes no ven más allá de su nariz y que llevan a los lados de los ojos las cosas esas que le ponen a los bueyes para que no se desvíen del surco por el que van (esas cosas en algunos casos son el sectarismo y el dogmatismo), pero tampoco pueden ver el horizonte ni pueden tampoco mirar lo andado. Olvidan la historia y no alcanzan a vislumbrar el futuro. Sólo leen una línea, la que les impactó, no analizan todo el contexto ni la reafirmación de los principios expresada en el comunicado CNI-EZLN.
Leyeron y les impactó la propuesta de nombrar por consulta en los pueblos a una compañera indígena que represente a los pueblos en el contexto del 2018.
¡Candidata a la presidencia! Eso los conmocionó y su primera reacción ha sido acusar de traición a los compas, de que se están institucionalizando, que con eso están convalidando el podrido sistema.
No leyeron que es una propuesta que se consultará, tampoco leyeron que es abajo y a la izquierda, que es anticapitalista, que es para desmontar desde abajo, con lucha, resistencia y rebeldía el sistema, ni que es para organizarse, para, con el pretexto de la candidatura independiente, recorrer el país para unir a todos los que hoy luchan contra la explotación, el despojo, el saqueo, la represión, la destrucción y muerte que a su paso dejan los megaproyectos extractivistas del gran capital. Para que quienes aún no se alzan a luchar lo hagan. Para movilizar a todas y todos quienes ya se hartaron de tanto crimen, de tanta podredumbre de los gobiernos, de los partidos políticos, de las empresas capitalistas.
¡Socialdemócratas! gritan de manera racista, prepotente, intolerante, dogmática y sectaria desde colectivos anarquistas, marxista-leninistas y demás variopinto de la autodenominada izquierda, olvidando o ignorando lo que el zapatismo ha construido en todos estos años: la autonomía como un camino emancipatorio. Ignoran también la lucha que en diversas partes del territorio nacional están dando los pueblos organizados en el CNI.
Bastó con que esa propuesta se saliera de su limitada y dogmática visión para condenarla.
Ya había dicho el Subcomandante Moisés: Que lo entienda quien quiera entenderlo... Y en otro momento: No se va quien nunca ha estado...
O como decía mi abuelita: Mucho ayuda el que no estorba.
Desde la derecha también está la avalancha de condenas y desprecios.
La izquierda oficialista reclama que con esta iniciativa se les pretenda quitar votos. Tampoco entendieron. No es por votos ni por el poder. Claramente CNI y EZLN han reiterado que no es ese poder el que se busca. Es la construcción del poder del pueblo, el que se construye en la autonomía, con el trabajo colectivo, con la participación de mujeres y hombres, no igual como lo están haciendo los zapatistas en Chiapas, sino que como Cherán, Ostula, las comunidades autónomas de Oaxaca y Guerrero, los yaqui en Sonora, los otomí en Xochicuautla, los amuzgo en Xochistlahuaca y como otros tantos pueblos hacen en sus distintas geografías, en diferentes niveles, modos, tiempos y modos, lo haga cada pueblo, comunidad, tribu, ejido, barrio, centro de trabajo o de estudio, en el campo y en la ciudad.
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