OTRAS CABEZAS
DE LA HIDRA
La Voz del Anáhuac
Septiembre de 2016
MULT-PUP, Ubisort, Morena..., la cúpula del STRM, y no se diga
el PRD, el PT, el MLN, y en general toda la socialdemocracia que apuesta al
parlamentarismo, al reformismo, son apéndices del Estado. Sean paramilitares
como el MULT-PUP, neocharros como el STRM, paraestatales como el PRD y el PT,
simuladores y falsos como Morena, el MST, el MLN. De sus prerrogativas,
subsidios, dádivas se mantienen, aspiran a más y por eso se afanan en engañar
al pueblo trabajador, engatusarlo, hacer que vaya por el camino de la
institucionalización, sean partidos políticos, sindicatos, organizaciones
políticas o sociales. Mientras más gente embauquen más prebendas podrán recibir
del Estado. Ese es su modus vivendi,
su modus operandi engañifa. De eso
estamos hasta la madre. Son instrumentos de control del Estado, son parte de la
institucionalidad. Usan máscaras para parecer que son del pueblo, para hacer
creer que son de lucha, pero están al servicio del Estado-capital, de la hidra
capitalista dominante.
Nosotr@s creemos que la
lucha del pueblo trabajador, la lucha anticapitalista honesta debe ser
totalmente independiente del Estado y de sus órganos de control. Creemos que
debemos organizarnos de manera autónoma, apoyarnos en nuestras propias fuerzas.
Esto es ir a contracorriente y evidentemente por eso nuestro trabajo es
precario. No contamos con más recursos que los que nosotros mismos aportamos.
La única ayuda que aceptamos es la que la gente sencilla y humilde, como
nosotr@s, aporta en el bote cuando distribuimos La Voz del Anáhuac, lo que
recibimos de la venta de folletos, artesanía, CD’s o DVD’s editados por
nosotros. Del gobierno, de los partidos y demás fauna, no queremos nada.
Sí, sabemos que algunos de
los artistas que se han solidarizado con nosotros, acuden también a eventos que
organizan Morena, el MULT-PUP, el PRD, el gobierno en sus casas o foros de
cultura, o ferias del libro y demás. Sabemos que ese es su modo de vida. Ese es
su trabajo, de eso viven. A donde les paguen van. No es muy ético que digamos,
pero así es. ¿Qué podríamos decirles? ¿Cuestionarlos? Es su decisión, su opción,
los límites de su ética. No es abundante su campo de trabajo. Igual entre ellos
haya quienes recurran a las becas del Estado. Habrá quienes piensen que es
válido, que al fin y al cabo, todos los recursos que maneja el Estado le fueron
exprimidos al pueblo, vía impuestos. Pero nosotr@s no estamos de acuerdo en
protestar levantando el puño izquierdo y cobrar con la mano derecha.
Es la misma historia
ancestral de los juglares, que para
sobrevivir estaban dispuestos a ser bufones
de la corte, con una cara muy distinta a la que presentaban en las plazas públicas,
ahí sí se les perseguía porque lo que cantaban, rimaban, declamaban, actuaban,
danzaban con los de abajo les parecía subversivo
a los de arriba.
Hace años, cuando los
hijos de un compa del colectivo eran aún
niños, sus compañeritos de la escuela o vecinos del barrio les
preguntaban: “¿cuánto le pagan a tu papá
por hacer eso?” Su respuesta siempre fue muy clara: “Al contrario, él pone de su salario para que el boletín salga, si se
atuvieran a lo que la gente les coopera en el bote, hace mucho que ese boletín
habría desaparecido”.
En este colectivo no hay
paga. Todo el trabajo es voluntario y colectivo. No hay una cuota que cada
integrante deba aportar. Cada quien aporta de su tiempo, de su recurso, de su
trabajo, lo que puede, según su voluntad, su compromiso, su conciencia.
En el colectivo hay
quienes diseñan y serigrafían sus propias playeras, tejen sus pulseras,
imprimen artesanalmente libros inéditos, descontinuados, agotados, pero que son
esenciales para el estudio, para la formación teórica, tan necesaria para todas
y todos.
Si el precio de sostener
esta posición independiente, autónoma, autogestiva es ser precarios, ni modo,
lo preferimos así, no podemos, no debemos decir una cosa y hacer lo contrario.
Nuestro compromiso con la lucha nos impone ser congruentes con nuestra palabra.
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