Zapateando
Publicado el 29 / julio /
2016
Mirtha Luz Pérez Robledo,
madre..-
Cuando nos arrebatan lo que más amamos, no existe ya la
posibilidad de justicia.
Cuando la palabra justicia pierde significado, sólo nos queda
la defensa de la memoria, la defensa propia.
“ (…) país-infierno, país de
policías.
Largo río de llanto, ancha mar
dolorosa,
república de ángeles, patria
perdida.
país mío, nuestro, de todos y
de nadie (…)”
Efraín Huerta.
Desde este país que se sostiene sobre pilares de miseria,
injusticia, impunidad, corrupción y crimen,
Desde este país cuya gran parte de la sociedad se alza como
una corte hostil para juzgarlo todo a través de su lente empañada de prejuicios
y doble moral,
Desde este país donde “poderoso
caballero es don dinero”,
Desde este país donde tienen el mismo argumento para todas las
investigaciones de hechos violentos,
Desde este país donde se revictimiza a las víctimas y se
protege a los criminales
Desde este país donde los jueces dejan a la ciudadanía en un
estado de indefensión con su omisión deliberada al dejar libres a los
delincuentes , argumentando que no tuvieron el debido proceso o que “no sabían que iban a delinquir”,
Desde este país donde las Procuradurías exhiben el sistema de
injusticia incapaz de armar casos sólidos y atender un número creciente de
expedientes que se acumulan unos detrás de otros,
Desde este país cuyo interés político del Gobierno, no le
permite mirar la escalada de violencia y se vuelve autoridad omisa o cómplice
capaz de obstaculizar una investigación judicial,
Desde este país donde abrir los ojos cada día y descubrir que
se está aquí, es más que un milagro,
Desde este país de fuegos cruzados, de defensorías de derechos
para los delincuentes,
Desde este país donde nos crean la ilusión de libre tránsito y
de libre expresión,
Desde este país donde impera la negligencia o la incapacidad
en las instituciones,
Desde este país donde la mayoría de los medios son “peces de ciudad que perdieron las agallas
en un banco de morralla”
Desde este país donde te persiguen, te acosan, te amenazan
Desde este país donde a la violencia de los criminales le sigue
la violencia institucional,
Desde este país donde a uno lo van borrando, le van quitando
la esperanza,
Desde este país donde parece ser que el único lugar seguro es
un libro,
Desde este país donde no sirven nuestras palabras ante sus
balas,
Desde este país mi voz pretende salir, alzarse y que la lleve
el viento a resonar allende las fronteras para denunciar que al dolor que me
invade por el asesinato de mi hija Nadia Dominique Vera Pérez, se aúna el dolor
y la indignación de saber que:
A una vuelta de la tierra alrededor del sol, es decir a un año
de la masacre
No se tiene un móvil claro
No hay autoridad alguna que quiera hacer una investigación
seria, justa, sin intereses políticos ni personales, sin dinero de por medio;
una investigación clara, diligente, exhaustiva, eficaz y científica.
No se han castigado a los verdaderos culpables de las filtraciones
del expediente
No se ha investigado quienes se apropiaron de las pertenencias
de las víctimas
No se le ha permitido declarar a los amigos, familiares y
vecinos que han querido aportar información
No se ha buscado el arma con que se cometió el crimen
No se mantuvo la cadena de custodia, no se protegió
debidamente el lugar, los objetos y ninguna autoridad impidió que se modificara
la escena del crimen
No se dio importancia al hecho de que fueron asesinadas cinco
personas, no se acataron los protocolos y las autoridades dieron trato VIP a
los ¿interrogados? del Estado de Veracruz,
No ha sido contemplada la actividad de Nadia Vera como
activista y de Rubén Espinosa como periodista, en la ciudad de Xalapa, como un
hecho que los colocó en una situación de vulnerabilidad
No se ha investigado al Gobierno de Veracruz, (cuyos policías
estatales vestidos de civil detuvieron, golpearon y robaron a Nadia Vera; la
subieron a una camioneta y la amenazaron por sus actividades políticas;
entraron a su casa y husmearon; y con todo ello la obligaron a emigrar al DF)
No se ha brindado a los familiares el apoyo de atención
psicológica y jurídica.
No son capaces de entender que no hay dinero que repare el
daño causado a nuestra familia, no hay dinero que pueda devolvernos a nuestra
Nadia, a nuestro Rubén; no hay dinero que pueda curar la hondísima herida de
nuestro corazón
No han hecho su trabajo quienes así se ostentan como
autoridades, no han hecho su trabajo ya sea por incapacidad o por negligencia,
por intereses mezquinos o políticos
Y aunque se hubiese hecho bien lo que no se supo hacer , ni
con su encarcelamiento ni con sus vidas de los autores intelectuales y
materiales del crimen , más allá de diez generaciones, podrían pagar ni
restituir la generosa e invaluable presencia de nuestra Nadia, de nuestro
Rubén, únicos e irrepetibles.
Mi
país es un campo de amapolas /
regado
con la púrpura savia de los jóvenes.
“Seamos
realistas, hagamos lo imposible”
Mirtha Luz Pérez Robledo,
madre.
JULIO 2016
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