Jesús Vargas
20 de junio de 2016
Te enteraste de la reforma educativa que diseñó este gobierno
dizque para mejorar el nivel de la educación nacional. Te enteras de la
resistencia heroica que han sostenido los maestros de la CNTE, apoyados por los
padres de familia. Te enteras todos los días de las agresiones continuas contra
los profesores y sabes que la policía federal se ha convertido en el
instrumento al servicio casi exclusivo de Nuño El Catrín. Te enteras perfectamente de que todo es un engaño y que
esta como las demás reformas representan una traición descarada contra los
intereses del pueblo de México.
Y mientras corre la sangre
y México se llena de heridas. Y mientras Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán se
incendian porque el pueblo se levanta defendiendo a sus profesores y sus
derechos, tú andas hablando en conferencias y en diferentes foros de las
glorias pasadas de los chihuahuenses que protegieron a Juárez y de los ejércitos
chihuahuenses que derrotaron a las tropas porfiristas y huertistas. Pero no
puedes conformarte con el dolor de saber que tu tierra está pasmada: ciega,
sorda y muda y que solamente con algunas excepciones heroicas lo que prevalece
es el silencio social.
Te pones a pensar y te
preguntas: ¿No será que en Chihuahua sucedió hace cuarenta años lo que se
quiere lograr con esta reforma?
A principios de la década
de 1970 el estado de Chihuahua protagonizó un gran movimiento popular-estudiantil
que fue derrotado. Después de 1973 se aplicaron radicales reformas en la
educación media superior y superior. Desapareció la escuela Preparatoria que
había sido un bastión de la cultura y del pensamiento libertario y crítico. Se hizo
limpia en la Escuela Normal del
estado, se hizo limpia en todo el
sistema educativo estatal. Se creó el sistema de Colegio de Bachilleres donde
se aplicó un sistema de cuarentena intelectual permanente. Se escogieron los
directores y funcionarios más dóciles y domesticables, se seleccionaron con
lupa a los profesores, se impusieron reglamentos copiados de los campos de concentración
alemanes. En los CBETIS-CETIS se aplicaron los mismos filtros y
reglamentaciones y la nueva política llegó también hasta las secundarias de tal
manera que en las última cuatro décadas la sociedad chihuahuense ha carecido de
una clase de profesionistas medianamente pensantes, medianamente críticos y lo
que ha tenido es un ejército de técnicos de maquiladora y profesionistas
domesticados, así como una clase intelectual mediocre e individualista, pero
que además no encuentra su relevo entre las nuevas generaciones, entre los
jóvenes que no saben cuál es el papel que les corresponde en una sociedad
golpeada por la corrupción , la ignorancia y el fanatismo.
Y a final de cuentas ahí
tienes uno de los principales objetivos que se quiere obtener con la reforma
educativa: profesores dóciles, domesticados que no piensen y que no dejen
pensar a sus alumnos para que a la vuelta de unos años todo México se encuentre
como ha estado Chihuahua en los últimos años.
VIVA EL
PUEBLO HEROICO DE OAXACA QUE NO SE DEJA Y QUE DESPUÉS DE DIEZ AÑOS REGRESA DE
NUEVO A LAS CALLES Y A LAS BARRICADAS.
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