Asociación de padres y
familiares de las víctimas de Sucumbíos
Centro de medios libres
25 junio, 2016
ANTE LA PAZ Y
LA JUSTICIA
Este 23 de junio de 2016, una noticia ha recorrido ampliamente
América Latina y el mundo. El gobierno colombiano y las FARC-EP anuncian en La
Habana, Cuba el cese al fuego bilateral en Colombia.
Con este hecho muchos
anuncian el fin de un conflicto armado que ha durado más de 5 décadas, ya que
el tema del conflicto colombiano es sumamente complejo y no puede remitirse
solamente a la existencia misma de la guerrilla de las FARC-EP quienes cumplen
52 años de existencia. Asimismo las voces de algarabía que hablan de que la paz
ha llegado a Colombia nos invitan a contagiarnos de esa misma alegría, pero la
historia a veces nos ha mostrado que seamos más reservados.
Ante este anuncio por
demás alentador, la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de
Sucumbíos se suma a la alegría de miles de personas que ante la posibilidad, no
sólo del fin del conflicto sino del arribo de la paz, hoy salen a festejar.
Todo esfuerzo por la paz
es digno de celebrarse, todo trabajo que conlleve a detener la violencia, los
desaparecidos, los desplazamientos de población, los asesinatos, los
encarcelados debe de mirarse con gran esperanza de paz y futuro.
Pero no debemos vendarnos
los ojos con una alegría exacerbada, ni mucho menos pensar que todo ha sido
logrado, somos de los que piensan que a partir de este momento inicia un gran
período de reconstrucción nacional que no puede pasar por la impunidad, ni la
injusticia, no puede haber paz si no se logra la justicia para las víctimas,
pero también justicia en todos los aspectos de la vida social, política y
económica en Colombia y que pongan fin a una de las violencias más atroces que
implementan los poderosos la pobreza y la marginación.
El construir nuevos
caminos en Colombia deben necesariamente atender a las verdaderas causas que
dieron inicio al conflicto, debe de atenderse el grave problema de la pobreza,
la desigualdad, la falta de acceso a espacios políticos, debe de ponerse un
alto a la impunidad, debe recomponerse el tejido social y otorgar justicia a
quienes la exigen pero del mismo modo castigo a los responsables que aún hoy
día no muestran ningún titubeo en pensar que la violencia impuesta por tantos
años fue su respuesta legítima ante las demandas de un pueblo con sed de paz y
justicia.
La paz siempre será un
anuncio de alegría, la justicia es el primer paso la reconstrucción social, la
reparación del daño es reconocer la magnitud de la violencia que impusieron
aquellos que durante años se negaron a las soluciones políticas, es un día que
muestra caminos de esperanza, un día que muestra que aún hay mucho por recorrer
pero que este inicio se dé con las bases más sólidas en la justicia.
Con esperanza en la paz y
el futuro pero con la claridad de la historia y pasado, estaremos atentos al
proceso que sigue el pueblo colombiano y esperamos que algún día nos sumemos
con ellos en la paz y la justicia.
23 de Junio del 2016
Asociación de
padres y familiares de las víctimas de Sucumbíos
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