Anarquismo y
acción directa. Uruguay, 1968-1973
Anarquismo y acción
directa. Uruguay, 1968-1973
Rodrigo Vescovi Parrilla
Ed. Descontrol
/Montevideo, 2016
*Distribuido por Gussi-444
páginas 575 pesos uruguayos
(Editorial Descontrol. Barcelona, diciembre
2015) tras su presentación en el Centro Okupado Can Vies
Anarquismo y acción directa. Uruguay, 1968-1973 describe los
principales acontecimientos que sacudieron el país y analiza las
transformaciones en la vida cotidiana de los luchadores sociales. “Amor en tiempos de lucha”, “Género y militancia”, “Diccionario militante”, “Democracia y dictadura: el sostén del
Estado”, son algunos de los capítulos de uno de los libros que mejor recoge
la frescura y la radicalidad de aquellos tiempos.
Se trata de una obra que
parte del relato de los propios protagonistas, como es el caso de Fernando
Garín, que explica cómo se llevó a cabo la toma del Cuartel de la Marina; de Juan
Carlos Mechoso quien recuerda el secuestro de Molaguero o de Yessie Machi, que
analiza el papel de la mujer y las relaciones amorosas en la guerrilla urbana.
Para los que aún son seguidores de Mujica y Huidobro, también está su balance
sobre la lucha armada.
Ahora que los jerarcas
tupamaros y frenteamplistas se han consolidado como una fracción clara del “Partido del Orden Establecido”, es
importante rescatar los sueños, las prácticas, la organización y las formas de
lucha que empleó una generación de militantes, con el fin de abolir el
capitalismo y fundar una nueva sociedad, sin clases ni desigualdades sociales.
No sólo se trata de
recordar la radicalidad de los grupos que empleaban la acción directa y
homenajear a quienes arriesgaron sus vidas para transformarlas
Es importante hablar de
todo aquello porque, hoy en día, la miseria y la marginación está más extendida
que entonces y es urgente buscar soluciones, que no pasen por gestionar el capital
y la miseria desde el Parlamento, sino por prácticas que ayuden a debilitar el
Estado y nos acerquen a un proceso revolucionario que desemboque en una
comunidad humana mundial.
No se trata de defender
todas las formas de luchas del pasado, pero es importante conocerlas y realizar
un balance de aquella experiencia para encarar mejor la transformación social.
La obra es una selección
de pasajes del Ecos revolucionarios (2003), a la que se ha añadido nuevas
imágenes, pequeños retoques y un apéndice con memorias de un militante de la
época, que explica las consecuencias y la continuidad, entre el pasado y el
presente, de la ideología contrarrevolucionaria de la mayoría de los de los
dirigentes tupamaros y frenteamplistas.
Hablar de un movimiento
anarquista separado del movimiento antagónico al régimen, en los años sesenta y
setenta en Uruguay, es un tanto absurdo.
En ese período se demostró
que la insistencia de los denominados anarquistas oficiales y otros interesados
en unir en la «familia libertaria» tendencias
bien diferenciadas, excluyendo la «comunista»
o «socialista», no fue posible.
Lo mismo ocurrió décadas
antes en España o Argentina, donde los
autoproclamados ácratas –entre los que se encontraban quienes luchaban por una
revolución y los que, tal vez a su pesar, defendieron el orden establecido–
combatieron fraternalmente con los que se llamaban a sí mismos «comunistas», entre los que había
sectores bien diferenciados y hasta enfrentados.
Sin embargo, se decidió
titular este nuevo libro Anarquismo y
acción directa porque, en un primer momento, fue pensado para publicarse en
España donde, en los últimos años, ha crecido mucho el interés por la memoria
del anarquismo; sobre todo, el más organizado y/o armado.
TEXTO DE LA CONTRAPORTADA
Ante las medidas de austeridad impuestas por el capital
germinó un movimiento de oposición que utilizó un amplio abanico de formas de
resistir. Se llenaron plazas de manifestantes, se sabotearon símbolos de
explotación económica, se impulsaron huelgas salvajes y se criticó el
reformismo, el nacionalismo y el parlamentarismo. Toda la vida se politizó y
surgieron gran cantidad de grupos y militantes que se unieron a los pocos que
ya existían.
Con la lucha llegó la
represión, la cárcel, la tortura y los libros proscritos, pero los luchadores,
lejos de arrodillarse ante la brutalidad estatal, buscaron hacerse fuertes,
solidarizarse, organizarse y plantar cara a un estado que tuvo que desprenderse
de su máscara tolerante para poder
perpetuarse.
Aunque lo anterior podría
referirse al contexto actual en la Península Ibérica, en realidad habla del
periodo de luchas en Uruguay de 1968 a 1973.
Si decidimos publicar esta
investigación histórica es porque sentimos que aporta experiencias para la
comprensión y la acción en la transformación social de la vida en cualquier
parte del mundo.
SOBRE EL AUTOR (INFORMACIÓN
APARECIDA EN LA SOLAPA IZQUIERDA)
Rodrigo Vescovi, historiador y escritor, es Doctor en Historia
Contemporánea por la Universitat de Barcelona, donde ha impartido cursos sobre
el rechazo histórico al capitalismo. Revueltas ignoradas, redes de resistencia
y bandidos generosos son algunos de sus seminarios.
Colaboró en la película En la puta vida, en el documental Ácratas y escribió la novela Ladrones de la infancia, donde denuncia
la domesticación de los más pequeños. También publicó biografías,
investigaciones y ensayos en diversas revistas y libros: Donde el faro ilumina, Ecos
revolucionarios…
En la actualidad, está
centrado en la elaboración de guiones para cómics
de ficción e históricos, como el que
acaba de publicar en España sobre mujeres piratas, cangaçeiros, forajidos del
Oeste americano y anarquistas expropiadores y titulado Bandidos generosos.
¿Cómo surge la idea de este libro?
Tras la ocupación de las plazas en 2011, en toda la península
Ibérica, algunos militantes –con posiciones rupturistas– hicieron un balance
sobre la poca incidencia que tuvieron en el movimiento y destacaron la falta de
organización entre ellos como una de las principales causas. Además, el
crecimiento de las luchas –huelgas generales, resistencia al incremento de la
represión, de precios y a desahucios– demostraba
que había que estar preparados y mejor organizados para la militancia política.
En la búsqueda de modelos organizativos
y de intervención, algunos se interesaron por la Federación Anarquista Uruguay,
sobre todo, la de los años setenta, cuando el anarquismo de acción directa fue
protagonista.
Salieron folletos que
hablaban de ella e incluso se llegaron a fotocopiar pasajes de un libro que yo
había publicado en Uruguay doce años antes.
Me refiero a Ecos revolucionarios. Luchadores sociales.
Uruguay. 1968-1973, una obra que fue muy leída y debatida allí pero que
entre la militancia de estos lares pasó, prácticamente, inadvertida.
Quizá porque en la época
de Zapatero disminuyó la conflictividad social o porque casi todos los
ejemplares se habían agotado en Montevideo y apenas se difundió en España y,
también, porque se trataba de un tocho de casi 600 páginas y mil notas a pie de
página.
Por estas razones decido
seleccionar los capítulos más interesantes del Ecos… y armar este libro, que también está destinado a la nueva
generación de luchadores sociales que hay en Uruguay y buscan referentes del
pasado.
¿Qué decides seleccionar
de Ecos?
Todo lo que creo que puede tener interés para los militantes
actuales o para aquellos que sientan la necesidad de reaccionar ante las
injusticias y la forma de vida actual.
Por ejemplo, las formas de
lucha empleadas en los sesenta-setenta en Uruguay y tantos otros lugares:
ocupaciones de centros de estudio y trabajo; cortes de calles y peajes
informativos; estructuras para la acción y la defensa de las manifestaciones;
expropiaciones de comida, armas y dinero para la causa revolucionaria,
etcétera.
También se describen los
programas políticos y las acciones de las tendencias anarquistas y más
rupturistas.
Encontramos desde el
funcionamiento de la estructura armada Organización Popular 33 Orientales hasta
la convivencia dentro de Comunidad del Sur y su la relación con el barrio.
También aparece la Escuela Nacional de Bellas Artes por ser uno de los focos
anarquistas más importantes y renovadores.
¿Y de los tupamaros no se
habla?
Se habla porque en el inicio de la obra se describe el
contexto social y ese movimiento aparece constantemente. Hay que recordar que
el proletariado estructuró su lucha tanto en las organizaciones denominadas
anarquistas como en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una
organización que llegó a integrar más de quinientos militantes y tuvo la
colaboración, de una u otra manera, de miles de personas.
Pero en este libro, no
quería reproducir todo lo de Ecos,
quería que fuera más corto y ligero, por lo que decidí no tratarlo en
profundidad.
Lo que sí hago es recoger
algunas críticas y auto críticas como la del militarismo y el aparatismo;
además de una pequeña fracción llamada 22 de Diciembre-Tupamaro que rompió con
el MLN-T por no querer participar en el Frente Amplio y las elecciones.
¿Cómo en Ecos aparece por tanto el testimonio del ex
presidente José Mujica?
Sí pero poco, por lo que te decía antes. Sin embargo, quiero
aprovechar el filón que ha tenido este personaje para publicar una obra –para
la que busco editorial– titulada José Mujica y los tupamaros en la que aparezca
la historia del MLN-T, sus principales acciones y, de forma íntegra, la
entrevista que le hice en 1995 –diez años después de su largo presidio y
durante los primeros días en los que estuvo (aún descolocado) en el Palacio
Legislativo.
Es una entrevista muy larga
en la que se preguntaba si su presencia allí serviría para algo y en la que se
observa cómo va moderando sus posiciones. También publicaría la octavilla
crítica que repartimos mi compañera, mis hijos y yo, el día que asumió como
presidente del gobierno, en medio de los festejos, portando una bandera del
Frente Amplio a la que pintamos: “Viva el
capitalismo”. Un gesto situacionista sin duda.
Sigamos con el contenido del nuevo libro. ¿Qué más hay?
Se explica cómo la lucha transforma la vida cotidiana, la
relación hombre-mujer y las relaciones amorosas; así como los prejuicios que
permanecían sobre la homosexualidad, el lesbianismo o la promiscuidad. Los
compañeros de Descontrol querían que seleccionase del Ecos toda esta parte y
que aligerara el libro suprimiendo notas o incorporándolas en el texto.
También es importante el
apartado: “democracia y dictadura el
sostén del estado” porque liga la democracia a la forma de producción
capitalista y la ausencia de comunidad y porque se explica que la represión más
dura contra los militantes radicales no se produjo durante la denominada
dictadura militar sino con el pleno funcionamiento del Parlamento, las Cámaras y la Constitución.
¿Hay alguna novedad con respecto a Ecos revolucionarios?
La portada ya es una novedad, porque creo que por primera vez
se dibuja a Anaclara, el personaje
imaginario que representa a muchas mujeres anarquistas de la canción de Daniel
Viglietti. Y en este sentido quiero agradecer a Daniel Magallón, un catalán que
se inspiró escuchando a su tocayo.
Luego hay una
presentación, pequeñas correcciones, recomendación de nuevos libros sobre el
tema y algunas fotos inéditas hasta el momento.
¿Cuándo llegará el libro a Uruguay?
Ecos revolucionarios se agotó a los dos años y
esperé diez a que una editorial lo reeditase.
No sucedió, seguramente
por los dos millones de caracteres que tiene. De todas formas no pierdo la
esperanza de que ahora que ya tengo todo el texto en Word alguna editorial lo
publique.
Pero ahora busco editorial
de Uruguay, Chile o Argentina para que publique este libro (Anarquismo y acción directa en Uruguay,
1968-1973) que tiene 350 páginas.
Descontrol, siguiendo su línea de apoyo mutuo, daría el PDF y los
derechos de publicación pero le gustaría que la editorial interesada le
facilitara algún título interesante para mover por España. Lo mismo con un cómic de Bandidos Generosos del que escribí el guion y también van a
publicar.
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