A 40 años del golpe neoliberal a Latinoamérica: reactivar procesos internacionales de apoyo y resistencia
Por Coordinadora
Ayotzinapa Somos Todos (Chile)
Publicado por Agencia
SubVersiones
Colaboración/22 marzo,
2016
El 19 de marzo, diversas organizaciones políticas-sociales se
reunieron en Chile con el fin de conmemorar los 40 años del golpe de Estado en
Argentina, uno de los más sangrientos y cruentos de la operación civil, militar
y transnacional denominada «Operación
Cóndor». Dicha operación, un plan de coordinación entre regímenes
dictatoriales contra las diversas experiencias ético-políticas de
transformación de la vida colectiva, se realizó a nivel continental en 1970 y
1980 en diversos países del cono sur. Tan sólo en Argentina, el plan Cóndor
dejó 30 mil desaparecidos, estimándose una cifra negra que aún sigue en el
silencio de los sicarios-militares que actuaron en el proceso.
La jornada del 19 de marzo
estuvo marcada por la necesidad de activar nuevas estrategias para la
convergencia entre las múltiples formas de resistencia, que tanto en Chile como
en otros países y regiones siguen afrontadas y enfrentadas a las prácticas
neoliberales que promovieron e instalaron las dictaduras. Las prácticas
neoliberales aún persisten, profundizadas y actualizadas de acuerdo a un
paradigma de gestión gubernamental que, al mismo tiempo que estatal y
transnacional, se ha vuelto global.
La reflexión que emergía mientras
se recorría la feria de stands no dejaba de tornar sensible los delgados
umbrales con los cuales las dictaduras y las democracias neoliberales tienden a
indistinguirse. La Operación Cóndor
no sólo puso en ejecución una máquina sistemática de despojos materiales sobre
tierras, industrias y garantías en servicios sociales conseguidas de forma
distinta al principio de acumulación capitalista sino que, de la mano del
terror y la extrema vulnerabilidad, también pretendió despojar relatos,
experiencias, cuerpos y afectos colectivos. Pese a ser fusilados, enterrados y
desaparecidos, se volvieron irremplazables y, hasta la actualidad,
irreductibles a cualquier política estatal de reparación y consenso.
Junto con los stands, en
la jornada se saludó y reconoció la infatigable lucha de padres, familiares y
amigos de miles de mujeres, hombres, jóvenes y niños. Ellos han mantenido vivas
e inagotables la memoria, las fuerzas, la valentía, la incesante creatividad y
el coraje de quienes lucharon por un nuevo común. Quienes murieron por querer
vivir de otra forma han forjado hasta hoy la historia colectiva de quienes
nacen día a día prestos a la vida con dignidad y sin miedo.
Ayotzinapa
Somos Todos
La coordinadora Ayotzinapa Somos Todos, que articula diversas individualidades,
colectivos y organizaciones chilenas internacionalistas, se presentó en la
jornada a través de un stand, en el cual se expusieron fotografías de la
Caravana de Padres y familiares de los 43 compañeros desaparecidos en México.
Se realizó la entrega de panfletos con información y cartas abiertas de las
agrupaciones tanto de Ayotzinapa como de periodistas libres y organizaciones
afines a la resistencia mexicana contra el narco-estado y sus cómplices
militares y paramilitares. El stand y la coordinadora logró establecer amplia
difusión y reconocimiento ad portas de la jornada de conmemoración del año y
medio de la desaparición de los 43 normalistas (el próximo 26 de marzo), fecha
para la cual en Chile se realizará una actividad abierta en una reconocida
plaza del centro de Santiago.
Por medio de la tribuna
dada en el acto central a la Coordinadora, se hizo hincapié en la necesidad de
reflexionar sobre la actualización de los mecanismos de tortura y desaparición
con la cual se amenaza a nivel global a mujeres, hombres, jóvenes y niños. Esta
maquinaría es propia del modelo neoliberal y con ella se trata de normar las
diversas formas de vida de acuerdo al principio general del mercado. Es
fundamental, para reactivar procesos internacionales de apoyo y resistencia,
mirar con recelo el proceso de reorganización de la maquinaria capitalista a
nivel global, sobre todo cuando los derechos humanos son funcionales a
democracias que recurren a la guerra, la militarización, la desaparición
generalizada, el miedo y el emprendimiento más salvaje, como el narco-tráfico y
sus formas expresivas de violencia y consumo, como vectores de desarrollo.
Vivos se los llevaron,
vivos los queremos
Comentarios