LA OTRA JUSTICIA, LA DEL PUEBLO, ES PARA EL ESTADO UN CRIMEN PUNIBLE
La Voz del Anáhuac
08 de febrero de 2016
Néstora
Salgado, coordinadora de la CRAC-Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, fue
entrevistada por Desinformémonos. Hemos
reunido las 5 partes de dicha entrevista, videograbada en la prisión donde
actualmente se encuentra: el Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan.
Aquí nos comparte su experiencia, la de una
mujer luchadora, que a pesar de la crueldad con que el Estado reprime a quienes
luchan por la justicia verdadera, la justicia popular, no se arrepiente de su
trabajo comunitario, ni se echa para atrás. Firme, convencida de que su actuar
al frente de su pueblo en la Policía Comunitaria fue cumplir con un deber: no
callar ante la evidente complicidad del gobierno con los grupos criminales,
sino organizarse como pueblo para procurarse por sí mismo seguridad y ejercer
su derecho a aplicar un sistema de justicia que no admite la corrupción, donde
es el pueblo mismo quien decide en asamblea cómo hacer justicia y qué castigo
aplicar, poniendo en primer término la posibilidad de que quien delinque se
reeduque trabajando para el bien común.
La prisión le ha demostrado a Néstora que en
el sistema judicial oficial es criminalizada la práctica popular y autónoma de
luchar por una justicia verdadera. Para el Estado la justicia popular es un
crimen punible.
NESTORA SALGADO,
PRESA POR DEFENDER A SU PUEBLO
Publicado el 2 febrero 2016
Créditos Video:
Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez
Cámara: Ricardo Deneke
Edición: Ilián González
Música: J.S. Bach. Cello Suite No. 5 in C Minor: Sarabande, interpretado
por Gaspar Cassado
Entrevista I de V partes
Ciudad de México. “Al narcoestado no le conviene que nosotros
nos organicemos. Por eso tengo tantos cargos”, dice Néstora Salgado García,
comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, entrevistada por
Desinformémonos en una sala del Centro Femenil de Readaptación Social de
Tepepan, a donde llega vestida con el reglamentario color beige, custodiada por
un guardia que se quedará en la puerta durante toda la entrevista..
Néstora Salgado no contiene las lágrimas ni la risa abierta. Mujer
curtida en el campo y luego en el recorrido migrante que la llevó a radicar por
más de una década en Estados Unidos, regresó a Olinalá, su pueblo, ya con la
ciudadanía estadounidense, y se encontró con la invasión de la delincuencia
organizada. En 2011 empezó a organizarse con la gente y la asamblea la eligió
para encabezar a su policía comunitaria. Al frente de esta organización se
mantuvo sólo 10 meses, tiempo suficiente para reducir en un 90 por ciento la
delincuencia en todo el municipio.
En esta primera de cinco entregas, Néstora habla del juicio que enfrenta
por secuestro. Aclara que “lo principal
por lo que me tienen aquí es por haber denunciado los videos de pornografía
infantil…. es terrible ver a niños de entre 7 y 9 años que fueron violados,
causándoles dolor, porque esa gente gozaba causándoles dolor”.
“Yo no me podía quedar
callada”, insiste la luchadora social encarcelada
desde el 21 de agosto de 2013. “Yo tengo
hijos, tengo nietos, si me callaba sería parte de un encubrimiento…. ése es el
callo que yo les pisé. A la mejor Néstora iba a descubrir quién está detrás de
todo esto”, afirma sin tapujos.
Néstora habla fuerte y claro. No le cabe la menor duda de que las
personas que hacían los videos de pornografía infantil “son gente muy importante dentro del gobierno”, y por eso la
detuvieron. Y aunque lleva 29 meses tras las rejas, primero en la cárcel de
alta seguridad de Tepic, Nayarit, y actualmente en la Torre Médica del penal de
Tepepan, asegura no arrepentirse: “No me
arrepentiré nunca, aunque por eso me quede encerrada toda la vida. Me ha
costado mucho, me ha costado dejar a mi familia, a mis hijas, me ha costado
tanto, pero no estoy arrepentida. Lo volvería a hacer”.
Al pueblo, dice Néstora, “se le da
seguridad, al pueblo no se le explota, se le protege, y eso es lo que le
corresponde a su gobierno. Estoy aquí, por haber denunciado, por haber abierto
al boca, ¿eso me hace ser criminal? No. Nunca lo voy a aceptar. Estoy con la
frente en alto, con la cara limpia. Jamás voy a aceptar que llamen
secuestradora”.
“Esta es la parte por la que
el Estado gobernado por narcotraficantes me criminaliza, y criminalizó a mi
policía comunitaria, que estaba haciendo una labor fuerte”, remarca Néstora Salgado, cuyo trabajo al frente de la Policía
Comunitaria, “está avalado por la ley
701”, cuyo artículo 35 faculta a su organización para hacer arrestos, por
lo que, dice, “esto es sólo la excusa que
el gobierno usó para encerrar a Néstora, a Bernardino, a Gonzalo, Arturo, a mis
compañeros. No porque somos terroristas, ni secuestradores, sino porque
quisieron desbaratar la estructura de la Policía Comunitaria. Fue el mensaje
para los pueblos que se estaban organizando”, dice Salgado frente a la
cámara.
NÉSTORA SALGADO. LA DETENCIÓN
Desinformémonos
Publicado el 03 de febrero de 2016
Créditos Video:
Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez
Cámara: Ricardo Deneke
Edición: Ilián González
Música: J.S. Bach. Cello Suite No. 5 in C Minor: Sarabande, interpretado
por Gaspar Cassado
Entrevista II de V partes
Ciudad de México. “Nosotros no nos brincamos las trancas.
Nosotros tomamos en cuenta al gobierno y queríamos caminar de la mano con él.
Ésta no era una lucha contra el gobierno, sino contra la gente que nos estaba
haciendo daño, que ahora veo que son los mismos, que no hay una línea
divisoria”, dice Néstora Salgado en esta segunda parte de la entrevista
realizada en un salón del penal femenil de Tepepan, donde permanece recluida
bajo la acusación principal de secuestro.
La comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, presa desde agosto
del 2013, explica a Desinformémonos que ante la ola de violencia que imperaba
en las comunidades, la gente de su pueblo fue “a pedirle al gobierno apoyo, seguridad, pero nos ignoraron todo un
año”. Antes de que Olinalá se levantara, refiere “se juntaron firmas para pedirle al gobernador Ángel Aguirre que nos
mandara seguridad. Nosotros no teníamos ejército en el pueblo, no había nada”.
“Lo primero que hago”, dice “es concientizar a la gente
y consensar si estaban de acuerdo en que este nuevo sistema (la Policía
Comunitaria) se implementara, porque no
es una decisión de Néstora imponer una Policía Comunitaria, sino que se llevó a
consenso a las colonias, a los barrios, para ver si estaban de acuerdo”. Un
integrante de la Policía Comunitaria, indica, “es nombrado por su barrio, por su colonia, porque ellos lo conocen,
saben su comportamiento, sus actitudes, si apto para ser policía comunitario,
si tiene buenos principios, una moral buena”.
En momentos que se la Policía Comunitaria hacía sus labores, amparada en
la Ley 701 que legaliza su existencia y operaciones, llegaron los rumores sobre
la posible detención de la comandanta, como la llamaba la propia Marina y el
ejército. “Me llamaban personas que
conocía dentro del mismo gobierno y me decían ‘sabe qué señora, va a salir una
orden de aprehensión, así que estese lista’. Yo no tuve miedo porque el pueblo
me apoyaba, porque el pueblo sabía que lo que hicimos fue legal… Dos días antes
me reuní con mi gente y les dije que era probable que me arrestaran, o nos
arrestaran, pero que teníamos que ser fuertes”.
Néstora sonríe cuando recuerda que no le daba miedo la cárcel, porque “no la conocía”. Pensaba que si la
detenían, saldría pronto. Les dije “vamos
a salir pronto, porque no hemos cometido ningún delito. No se asusten. Tenemos
la fuerza del pueblo, de los pueblos. Nos van a llevar a una investigación y nos
van a dejar libres”. Nunca imaginó, dice, “que todo ya estaba planeado, que se había formado un operativo
grandísimo. No había visto detenciones con tanta saña, con tanta fuerza del
Estado, con federales, con la Marina, para agarrar a una mujer”.
“A mí me detiene el ejército
el 21 de agosto del 2013, arbitrariamente. Yo iba a cargar gasolina y me
detienen sin ninguna orden de aprehensión, sin ningún por qué. No me dijeron
nunca ‘te estamos deteniendo’, simplemente no me dejaron pasar. Yo les
preguntaba por qué, veía cómo los demás carros pasaban y no les hacían
revisiones como la que me habían hecho a mí”.
NÉSTORA SALGADO, LA MUJER
Desinformémonos
Publicado el 03 de febrero de 2016
Créditos Video:
Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez
Cámara: Ricardo Deneke
Edición: Ilián González
Música: J.S. Bach. Cello Suite No. 5 in C Minor: Sarabande, interpretado
por Gaspar Cassado
Entrevista III de V partes
Madre de Zayra Crystal, Ruby
y Grisel. Hermana de 15 hombres y mujeres. Hija, abuela y esposa, Néstora
Salgado es, además, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá. Bien
peinada y maquillada, guapa y con porte, nadie pensaría que esta mujer estuvo al
frente de cientos de hombres armados que disminuyeron en un 90 por ciento los
niveles de delincuencia en su municipio natal de la Montaña de Guerrero. Ni un
solo asesinato se registró desde que entró en funciones el órgano autónomo de
justicia.
Néstora viste para la entrevista el color beige reglamentario del penal
femenil de Tepepan. De su cuello cuelgan un crucifijo y un escapulario, y de su
blusa penden lentejuelas del mismo tono. Sus ojos bien delineados lo mismo se
nublan que brillan ante el recuerdo de sus hijas y nietos dispersos entre
Estados Unidos y México.
“Yo como mujer, como ama de
casa, creo que haber tomado la decisión de estar al frente (de la policía comunitaria) aun
sabiendo que tengo hijos, nietos, familia, y que estaba poniéndolos en riesgo,
es muy fuerte. Pero también tenía la seguridad y la confianza de que si
nosotros levantábamos la voz, el gobierno nos tenía que escuchar. Esa era la
convicción”, dice desde el penal en la tercera parte de esta entrevista.
Salgado recuerda que los primeros en llamarla comandanta, los que le dan
ese nombre, “son los mismos militares, la
Marina… No es fácil que una ama de casa salga a protestar, pero cuando la mujer
avanza no hay hombre que retroceda”, afirma.
Sentada en una silla junto a un escritorio del penal, Néstora habla de
los hombres: “Yo respeto y admiro al
hombre, pero al de lucha, al del campo, al que defiende a su familia, no al
hombre que la maltrata, que golpea a la mujer, que maltrata a los niños”. Y
de la mujer, dice respetar a aquélla que no se agacha y que lucha. “No respeto a las que por ganarse un puesto
se acuestan con el jefe, esa parte es denigrante. Yo digo que lo que te quieras
ganar, gánatelo con esfuerzo, con lucha, demuestra tu trabajo, de lo que eres
capaz”.
Néstora Salgado se define como “una
mujer muy alegre” que “no tenía
razones para la tristeza”. Sin estudios mayores, dice hacer lo que su
corazón le dicta. Y, sin dudar, explica que lo primordial para el Estado
mexicano debería ser la educación y la seguridad.
NÉSTORA SALGADO, LA CÁRCEL
Desinformémonos
Publicado el 05 de febrero de 2016
Créditos Video:
Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez
Cámara: Ricardo Deneke
Edición: Ilián González
Entrevista IV de V partes
Néstora Salgado lleva casi 30
meses tras las rejas. Su liderazgo al frente de la Policía Comunitaria de
Olinalá, donde la organización popular disminuyó en un 90 por ciento los
índices de delincuencia, la llevó a “pisar
muchos callos” dentro del gobierno municipal y estatal. En esta cuarta
entrega de la entrevista concedida a Desinformémonos, narra sus días y noches
en el encierro, primero en la cárcel de alta seguridad de Tepic, Nayarit, donde
pasó “los peores” 21 meses de su
vida, y actualmente en el Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, en
la ciudad de México, específicamente en la torre médica, debido a sus graves
problemas de salud.
Fue trasladada a Tepepan, previa huelga de hambre y movilizaciones
internacionales, el 29 de mayo de 2014. Desde aquí rememora su ingreso al penal
de Tepic, las primeras horas de su encierro: “Me llevaron a una celda de clasificación. Los primeros días estuve
como con 20 personas”. Ahí una psicóloga la interroga. Le pregunta a qué le
tiene miedo y ella responde que a la oscuridad y a los gusanos. El siguiente
paso es enviarla precisamente a una celda totalmente oscura y sola: “comprendí que lo hicieron adrede, porque yo
dije que me gustaba la luz, que no me gustaba estar a oscuras”.
“SI ME QUIEREN DESTROZAR, NO LO VAN A LOGRAR”.
NÉSTORA SALGADO
Desinformémonos
Publicado el 08 de febrero de 2016
Créditos Video:
Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez
Cámara: Ricardo Deneke
Edición: Ilián González
Entrevista V y última parte
En esta quinta y última parte
de la entrevista a Néstora Salgado, la comandanta de la Policía Comunitaria de
Olinalá, Guerrero, presa en el penal femenil de Tepepan, confirma que “si me quieren destrozar, quiero que sepan
que no lo van a lograr porque tengo la convicción de ser inocente. El ser
inocente me llena de fortaleza y de coraje para reclamarles que lo que están
haciendo conmigo es una arbitrariedad, una crueldad. Porque yo no soy una
delincuente”.
Encarcelada por su trabajo al frente del órgano de justicia autónomo de
su pueblo, Salgado insiste en que su desempeño fue siempre bajo la Ley 701 de
Guerrero, que legaliza a la Policía Comunitaria. “Lo que el gobierno ha estado haciendo conmigo”, dice, “es una forma represora por algo que ni
siquiera fue en contra del gobierno, fue una lucha por el pueblo, por mis
orígenes. Yo tengo derecho a defenderme, todos tenemos derecho a defendernos, a
defender nuestras tierras, nuestros recursos. Eso no me hace ser delincuente.
¿Por qué me reprimen así? ¿Por qué tanta crueldad?”, se pregunta.
Aunque no pierde la esperanza de ser liberada, Néstora está cansada. Su
liberación podría ser de un momento a otro, pues las irregularidades del
proceso se han dirimido jurídicamente.
Mujer luchadora al frente de cientos de hombres armados que
salvaguardaron la integridad de su pueblo, se dice admiradora de “la gente del campo” y de “la mujer que va a atrás de su hombre arando
la tierra, y que va con su chiquillo en la espalda sembrando y que está a lado
de su hombre, a lado del hombre que admira, del hombre que la protege, del
hombre que la cuida”.
No se autodefine feminista, sino sólo estar del lado “de la mujer luchadora por sus hijos, la que
no se calla, la que se defiende, la que no permite denigraciones, la que no
permite humillaciones”.
Mujer soñadora y con ideales, afirma “tener
siempre un sueño, ir por más, no ser conformista, luchar siempre por lo que
queremos”.
En estos nueve meses en prisión en la torre médica de Tepepan, Néstora
ha podido leer. En este momento, relata, tiene en una mesita el libro Hermanos en Armas, terminó de leer la
vida del Che Guevara, La guerra en el
Paraíso, Hombres con propósito, Mujeres luchadoras, Yo, la peor, El Alquimista…
“Me gusta leer de todo”, dice.
NESTORA: DE LA LUCHA EN LAS POLICÍAS COMUNITARIAS A LA
LUCHA POR LA LIBERTAD
Publicado el 08 de febrero de 2016
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