Palabras del compañero Claudio Valenzuela desde Santiago 1. “Aportes para una discusión contra las cárceles”
Escrito por Claudio Valenzuela
Viernes, 29 enero 2016
He escrito mucho al respecto y me he propuesto que lo
siguiente sea lo más limpio, conciso y claro de mi parecer sobre las últimas
reflexiones y comentarios salidos de diversas individualidades y colectivos
sobre cuestiones de la cárcel, intentando aportar a la discusión desde mi
experiencia, que aunque breve, es parte de mi presente y cotidianeidad.
La prisión me pegó de
golpe, a pesar de lo que yo sabía y pensaba respecto a ella en la teoría, la
realidad carcelaria en un primer momento me superó, a pesar de mis resistencias
al orden que construyen pacxs y presxs por igual, todo esto, motivado por mis
desconocimientos, inseguridades y miedos.
Acá hay toda una
estructura para marcar diferencias entre presxs. Para esto hay “carretas”, “iglesias”, talleres, etc. Todo un cúmulo de cosas que hace mover
las piezas para seguir con lo que para ellxs es el correcto funcionamiento de
la cana, donde todo está bien
asignado y reglamentado. Algo así como el mundo del otro lado de la reja, pero,
sintetizado en módulos de 200 presxs aproximadamente donde se reproducen muchas
conductas que aborrezco y se viven con mayor intensidad que en la calle debido
a las condiciones que nos impone el encierro.
Llegar a “las iglesias” es a todas luces una
contradicción para alguien que es Anarquista y cuestiona el poder. Pero, por mi
propia experiencia y lo compartido con otrxs compañerxs, puedo decir que al
contrario de lo que algunxs pueden pensar, esto no necesariamente tiene que ver
con un renuncio de las ideas, sino con procesos y caminos en los cuales estamos
lidiando con nuestros propios temores como en diversas ocasiones, incluyendo
las acciones que nos hicieron llegar acá.
Reconozco, valoro y
aprecio una enormidad las experiencias carcelarias de otrxs compañerxs y sus
pasos dignos y combativos por los suelos de la cárcel. Aunque me parece que
comparar a unxs presxs con otrxs olvidando sus particularidades, contextos,
causas, experiencias y todo lo que conlleva llagar a la prisión, es hacer un
análisis un tanto ideal de todxs lxs presxs, pues si bien es cierto yo también
pienso que la lucha es el único camino, no puedo homologar cada caso ni pensar
que hay pautas o reglas para llegar a lo que han llegado otrxs. De hecho,
tampoco lo deseo pues cada caso y compañerx son diferentes y con sus propias
características y sus ritmos y conciencias van dando sus pasos en la lucha.
Con mis contradicciones en
el devenir revolucionario.
Las contradicciones son
propias de todo compañerx y es en el camino del cuestionamiento y el sacarle
filo a las ideas donde vamos superando y así, según nuestros propios criterios,
avanzando en lo que nos proponemos.
Cuando se habla de la
coherencia me pregunto ¿acaso sobreponerse a las adversidades y levantarse de
las caídas no es buscar la consecuencia en las ideas y los actos? ¿o acaso la
coherencia es un camino recto sin imperfecciones ni trayectos para llegar a
ella?
Pienso que cuando se habla
de ser consecuentes, se debe hacer con mucho cuidado pues constantemente somos
nosotrxs mismxs lxs que cuestionamos y participamos de prácticas que no
necesariamente se apegan a nuestros discursos. Por ejemplo: ejercer dominación,
explotar y someter a otras especies, contribuir con empresas capitalistas y/o
narcotráfico, incluso trabajar asalariadamente. Y así un montón de cosas que
podemos hacer y que necesariamente definen lo que somos. Porque no somos seres
acabadxs en nuestras reflexiones sino sujetos en constante construcción. Desde
esa perspectiva me parece más acertado tensionar prácticas a otrxs desde un rol
activo y comprometido que uno cómodo, que más que aportar al crecimiento y
avance de la lucha tanto individual como colectiva, solo aportilla y genera
difamaciones en boca de personas que deben pensar que “ya resolvieron todo lo que necesitaban” y por eso pueden pudrir al
resto.
Veo necesario agregar que
una contradicción es algo que se puede superar, pues tiene más que ver con
nuestras propias voluntades y avances. No así cuando se transgreden todas las
complicidades con situaciones como la traición, la delación, entregar
compañerxs a la policía… Según mi criterio, es allí donde ya no hay vuelta
atrás y cortar vínculos se hace necesario porque se desecharon todos los
valores que hacían de puente entre compañerxs debido a las consecuencias de la
deslealtad.
Con lo anterior no quiero
decir que se deben justificar todas las cosas, ni normalizar situaciones que
vayan en desmedro de posiciones antiautoritatias. Solo propongo que cuando
hallan temas importantes se traten con la seriedad que merecen y no con una
liviandad que incluso sustrae más que adiciona a las reflexiones y discusiones
que se dan para aportar a un “entorno de lucha” que busca el conflicto y
destrucción de toda forma de poder. Evitando caer en excusas para buscar
justificaciones para cada situación, pero sin pasar por alto características de
cada instancia, para hacer una crítica que en lo concreto sea para avanzar y no
estancarse.
Me hago cargo de mis
decisiones, ya que entiendo que cada cual sabe y debe cargar con su propio peso
y que pienso que unx mismx es capaz de ver sus aciertos y errores para intentar
multiplicarlos y remediarlos respectivamente. Sin condenas, sin presiones, solo
con la propia voluntad y ganas de mejorar y la de quienes se interesan en
tensionar permanentemente sus vidas desde el compañerismo y la complicidad.
Para cerrar quería decir
que todas estas ideas son para intentar aportar a la discusión desde la cárcel.
Promoviendo la tensión y la superación de nuestras contradicciones entre compañerxs,
sin juicios de por medio.
Aprovecho de enviar un
saludo lleno de cariño a quienes siguen dándole vida a la lucha contra toda
autoridad y por la liberación total en la calle, individualidades, grupos y
afines, editoriales, bibliotecas o grupos de acción directa. Y un fuerte abrazo
y harto aguante a todxs lxs que permanecen encerradxs en las cárceles de los
estados en el mundo. Especialmente a Kevin, Joaquín, Ignacio, Hans, Nataly,
Juan Flores, Sergio, Nicolás, Fabián, Enrique, Tatito, María Paz, Javier,
Natalia, Tamara Sol, Freddy, Marcelo, Camila, Juan Aliste, Nikos Maziotis,
prexs de la CCF, y todxs quienes entregan su vida a la lucha por la liberación
total. A lxs que permanecen fugadxs, deseo que sus huellas se borren con el mar
y su andar silencioso.
¡Abajo la cárcel!
¡Prexs pa la calle!
La cana no es eterna.
Claudio Valenzuela
Santiago 1.
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