Texto de Mumia Abu-Jamal
–© ‘16maj
Por Amig@s de Mumia de
México
20 febrero, 2016
Audio grabado por Noelle
Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por
Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de
Mumia, México
6 de enero de 2016
Agencia SubVersiones
Foto de Sandra Blanco,
periódico vecinal
Hortaleza, Madrid
Durante un poco más de dos años, ha habido
una revolución en el tratamiento de la hepatitis C.
No se
asusten. La palabra hepatitis significa «inflamación
del hígado».
Desde
2013, dos drogas han salido al mercado con tasas de curación de entre 95 y 99%.
A muchas personas que sufren de hepatitis C, esto les parece un milagro médico,
porque la curación es algo raro en el campo de la medicina, y la mayoría de las
enfermedades se manejan con recetas para unidades de medicamentos durante toda
la vida.
Pero en
2013 y 2014, dos drogas fueron aprobadas por la Agencia de Medicamentos y
Alimentos (FDA) para el tratamiento de la hepatitis: Sovaldi y Harvoni.
A pesar
del desarrollo de estas drogas, los precios cobrados por las empresas
farmacéuticas las ponen fuera del alcance de la gran mayoría de las personas
que las necesitan.
¿El
costo? ¡1,000 U.S. dólares cada píldora! Dije ¡$1,000 cada píldora! Un curso de
tratamiento de Sovaldi cuesta $84,000. ¿de Harvoni? $94,500.
Un
reciente informe del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos dice que
la empresa farmacéutica Gilead Sciences Inc., la cual adquirió la droga de otra
empresa, fijó sus precios para maximizar ganancias, sabiendo que estos serían
inalcanzables para decenas de miles, tal vez millones de pacientes potenciales.
Por otro
lado, un precio más bajo hubiera hecho disponibles a muchos más pacientes estas
drogas capaces de salvar vidas.
La
empresa que desarrolló la droga recomendó un precio de US$36,00 para el curso
de tratamiento. Gilead aumentó más del doble el precio.
El
Senador demócrata de Oregon, Ron Wyden, un integrante del Comité, dijo: «Las pruebas demuestran que la empresa
persiguió un esquema premeditado para fijar el precio y comercializar su droga
para el tratamiento de la hepatitis C basado en un objetivo principal:
maximizar sus ganancias a pesar de las consecuencias humanas».
El
negocio de la medicina en guerra contra el sentido de la medicina.
Desde la
nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
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