Por Prensa Ayotzi
Centro de Medios Libres
09 noviembre, 2015
Erradicar la educación normalista es uno de
los principales objetivos del gobierno de Peña Nieto. La imposición de la
Reforma a las Escuelas Normales, significa echar abajo por completo el proyecto
de alfabetización y cultura que surgió luego de la lucha armada de la revolución
mexicana. Ya no se trata de atender la necesidad de conocimientos de los
pueblos, sino adecuarse a las medidas y estándares
que decretan los organismos internacionales para perpetuar su poder.
Desde
años atrás, se ha estado fraguando el cierre definitivo de las escuelas
formadoras de maestros, por medio del estímulo a las instituciones privadas, y
por otro lado, el recorte presupuestal y de matrícula a las escuelas normales
públicas, se impone la competencia en planos desiguales con clara ventaja para
el sector privado (subyugado de antemano a lo que digan los gobernantes).
Las
normales ya no brindarán formación pedagógica a los futuros maestros, solo
brindarán simples capacitaciones carentes de sustento educativo…
El Plan
Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento de las Escuelas Normales,
abarca 4 ejes:
Formar
profesores “idóneos”.
“Garantizar
la idoneidad de conocimientos y capacidad de quienes ingresan al Servicio
Profesional Docente…” se estipula en la reforma. Sabemos de antemano
que los estudiantes de las escuelas normales no son “idóneos” o, más bien, compatibles con el sistema educativo: su
formación incluye el papel histórico como partícipe y organizador de la
transformación social a través de los conocimientos, y es precisamente lo que
intentan erradicar, y sustituirlo formando un simple facilitador de saberes
básicos.
El
objetivo real es que los normalistas tengan el aprendizaje básico para aprobar
el examen nacional de Ingreso, es decir que sean “idóneos” para las evaluaciones a las que serán sometidos,
cumpliendo solo los requisitos del perfil de maestro que impone la SEP,
totalmente ajeno a la formación docente que se requiere para entender y
estimular el desarrollo del ser humano.
Renovar
planes de estudio.
Para cumplir los estándares de ser un maestro
“idóneo” se requieren modificar los
planes de estudio. Con la Reforma a las Normales se eliminan las licenciaturas
en:
Educación
Preescolar, Primaria, Especial, Telesecundaria, Educación Física, Intercultural
Bilingüe.
Reemplazándolas
por 2 carreras: Licenciatura en Docencia
y Licenciatura en Inclusión.
Y se
complementarán con 10 maestrías: “Lenguaje
y comunicación”, “Físico–matemático”,
“Ciencias Naturales”, “Ciencias Sociales”, “Valores y Desarrollo Humano”, “Educación Física y Deportiva”, “Educación Artística y Apreciación Cultural”,
“Lengua Extranjera”, “Teconologías para el Aprendizaje y Acceso
al Conocimiento”, “Educación
Especial”, “Administración Educativa”.
Estos
cambios a los programas de estudio son los primeros pasos para la creación de
un programa educativo estandarizado, que incluye a las normales y las
universidades pedagógicas (públicas y privadas), a pesar de que en estas últimas
no tengan preparación docente. Es decir, se desprofesionaliza al maestro, se
derrumba el proyecto educativo de las normales, pues ahora estas escuelas sólo
fungirán como medios de capacitación, y se desecha la formación profundamente
pedagógica, didáctica e integral que se necesita cuando impartimos clases.
Las normales
perderán su sentido y se ponen al servicio de las instituciones
gubernamentales, como la SEP, teniendo como función el reproducir los
pensamientos y comportamientos que necesita el sistema político para perpetuar
su poder.
Incluso
podemos afirmar que estos cambios son discriminatorios para la niñez, pues no
se pone énfasis en capacitar a los maestros para ayudar en el aprendizaje de
los niños con discapacidad, a los niños de comunidades indígenas, a los niños
pobres.
Reorganización
de escuelas.
Por
medio de la Actualización de los Esquemas de Gestión y Administración, la
reforma le otorga facultades a la burocracia directiva para que se encargue de
todo lo relacionado con las normales. La reforma plantea que se tiene que
definir la personalidad jurídica administrativa de las normales.
El
objetivo es claro: arrancar de las organizaciones estudiantiles el rumbo de las
escuelas. Sabemos que la organización de los normalistas forma parte de una
gran tradición de resistencia que ha impedido el avance de algunos proyectos
capitalistas aplicados a privatizar la educación. Por ello el intento de las
autoridades al querer desaparecerlos bajo el argumento de que no están dentro
del marco legal e institucional de
las Normales.
Sin
embargo es evidente la postura antidemocrática que refleja la reforma, pues no
tomará en cuenta a la comunidad estudiantil ni a los padres de familia para
tomar decisiones acerca de la escuela, excluyendo así a los que dan vida a la
misma institución. La dirección será la única que tomará decisiones. El Comité
Estudiantil que existe dentro de las Normales Rurales, por ejemplo, es elegido
bajo consenso de asambleas y es el que se encarga de que todos los alumnos se
coordinen para la vida interna de la escuela, y a pesar de que es reconocido
por los estudiantes y las mismas autoridades, ya no tendrá facultades para
incidir.
Cambios
en estructura administrativa y presupuestaria
Bajo
el discurso del Mejoramiento
Institucional se esconde la desaparición de las diversas modalidades de Normalismo
que hay en el país. Al acabar con la especialización educativa (primaria,
educación física, intercultural bilingüe, etc.) se acaba también con las
características que dan identidad a cada escuela: se impone un modelo único,
estandarizado, que no contempla las necesidades educativas que se buscan cubrir
con la formación de los estudiantes.
Las
Normales Rurales, por ejemplo, son las únicas bajo la modalidad de internado y
comedor, y se rigen bajo 5 ejes (Académico, Político, Deportivo, Cultural,
Módulos de Producción) que se conjugan en la formación pedagógica, para que el
maestro adquiera una educación integral que después reproducirá para atender
las condiciones sociales de las comunidades rurales.
Todo esto
desaparecerá al entrar en vigor la reforma, pues ya no se distinguirá entre
normales rurales, urbanas, públicas y privadas: se detendrá el presupuesto
asignado para el comedor y el mantenimiento de los dormitorios. A pesar de que
son los hijos de campesinos y pobres los que llegan a las Normales Rurales por
la ayuda que se les brinda para sus estudios, esto carece de importancia para
las autoridades educativas, el Estado dejará de asumir su responsabilidad de
cubrir las necesidades básicas para la educación del pueblo.
Esta
reforma no fue consultada con los estudiantes ni con los académicos de las
escuelas Normales, se trata más bien de un plan que se había estado elaborando
con la complicidad del SNTE y la SEP para satisfacer las peticiones que el
Gobierno Federal obedece a los organismos internacionales de los poderes
políticos del capitalismo.
Se impone
en un contexto de abierta represión hacia los estudiantes normalistas: la
brutalidad policial ha sido el método utilizado por el gobierno para intentar
paralizar uno de los sectores organizados de la sociedad que le estorban para
sus intereses, ahí tenemos la represión a los normalistas de Michoacán, o la
desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa.
Además,
previamente hubo una campaña mediática por los medios de comunicación para
discriminar y poner como criminales a los normalistas por las acciones de
desobediencia civil y resistencia que llevan a cabo: el estudiante que protesta
no es compatible con la educación que requiere el sistema capitalista para
aumentar sus riquezas.
Los
estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa rechazamos este proyecto que no
aporta nada para la formación del maestro, y denunciamos que más bien se trata
de abrir las puertas a las empresas para incidir en las cuestiones internas del
país y continuar con la privatización de la educación.
Nosotros,
en cambio, abogamos por que se retomen los principios revolucionarios de
alfabetización y cultura; que nuestra educación vaya encaminada a atender y
resolver los problemas de los pueblos; que nuestra formación pedagógica sea
adecuada para tener herramientas para el contexto donde impartiremos clases;
que se respete la organización estudiantil, consultar a los normalistas,
académicos, padres de familia y a las mismas comunidades, para mejorar las
escuelas normales; encaminar nuestros planes de estudio para fortalecer y
profundizar proyectos pedagógicos alternativos como el PTEO, las Escuelas
Altamiranistas de Guerrero y las Escuelas Alternativas de Michoacán, impulsados
por los maestros de la CNTE.
¡EDUCACIÓN
PRIMERO AL HIJO DEL OBRERO!
¡LA
EDUCACION PRIMARIA ES ALGO PRIMORDIAL, QUE NO DESAPAREZCA DE LA ESCUELA NORMAL!
¡AL
GOBIERNO NO LE IMPORTA A LOS PUEBLOS EDUCAR, LE IMPORTA LA POLICÍA Y LA FUERZA
MILITAR!
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