Carta de Antulio Fernández, ex preso político de 1968, despedido de la Secretaría de Movilidad del GDF
México D.F. a 17 de
octubre de 2015
COMO EN 1968, EX
PRESO POLITICO EXIGE JUSTICIA.
Soy trabajador de la Secretaría de Movilidad desde el 15 de
julio de 1998, he sido hostigado y despedido por los secretarios de esta
institución por la simple y única razón de ser Ex Preso Político del Movimiento
de 1968, oponerme a la corrupción y defender los derechos laborales y
sindicales de los trabajadores al servicio del gobierno del Distrito Federal.
En el sexenio de AMLO
fui despedido por Francisco Garduño, en el de Marcelo Ebrard por Armando
Quintero, (fui reinstalado), y el día 16 de octubre pasado, a las 13:00 horas,
el gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, para no quedarse atrás, a través
del Secretario de Movilidad Héctor Serrano Cortés, llenaron de policías los
pisos 8 y 9 de esta Secretaría y dirigidos por el Director General Luis Enrique Fuentes Cortizo, quien acompañado de un
notario público y el subdirector de Normas y el director de jurídico, de manera arbitraria y prepotente, me DESPOJARON
DEL TRABAJO.
El hecho es grave, pero más grave es que teniendo un laudo a mi favor de fecha 14 de diciembre de
2014 (Exp. 6708/12) y el cual ha causado ejecutoría, y que el Tribunal Federal
de Conciliación y Arbitraje fijó el día
27 de octubre de 2015 a las 9:30 am, para su cumplimiento, estos funcionarios
públicos haciendo alarde de que “las
leyes aquí en el Distrito Federal no las cumplimos” y “hazle como quieras”, me despiden.
Hoy más que nunca el
ciudadano necesita tener confianza en las autoridades, y así como el Secretario
de Movilidad no duda en revocar concesiones por violar la ley de movilidad
(leer nota de la jornada del 17/0ctubre/2015), se vea en el espejo y se revoque
así mismo su nombramiento y el de sus subordinados, por violar en mi caso la
Constitución, la Ley Federal del Trabajo, la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado y la Ejecutoría del Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje.
Atentamente
José Antulio Fernández
Maldonado
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