Colaboración/21
septiembre, 2015
Por Carlos Ogaz
Regeneración Radio.
Fotografías: Ehécatl y
MG.
Agencia Autónoma de Comunicación SubVersiones
«Cada administración ha trabajado para desprestigiar los
espacios que se encuentran dentro del plantel… Por un lado los ataques de los
grupos de poder a cargo de la dirección y por otro los ataques de los grupos
porriles han imposibilitado nuestro libre ejercicio a la comunicación».
(Regeneración Radio)
En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hay un
cáncer añejo pero que se expande en la actualidad: el «porrismo», compuesto por organizaciones de corte delincuencial,
empleadas para mantener controlados a los estudiantes mediante el miedo a
través de asaltos, violencia física o psicológica o cooptación mediante fiestas
en las que abundaban alcohol y drogas.
La relación de este tipo
de grupos delincuenciales con el movimiento social/estudiantil, es la del
conflicto. La escala de agresiones y hostigamiento va desde golpizas y uso de
armas de fuego, hasta asesinato; funcionan como un instrumento de control,
desorganización y desarticulación del movimiento social.
El colectivo
Regeneración Radio ha venido situando a estos actores criminales desde tiempo
atrás en relación (no podría ser de otra forma) con sectores de la clase
política. Se ha dado cuenta de cómo los porros del Colegio de Ciencias y
Humanidades (CCH) del plantel Vallejo, los de la Preparatoria 9, los de la de
la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de Aragón (ENEP) y los del CCH
Azcapotzalco, apoyaron las campañas políticas de Octavio Flores en la
delegación Gustavo A. Madero y de Laura Velázquez en Azcapotzalco, así como las
de varios diputados del PRD, como Lizbeth Rosas (diputada federal perteneciente
al grupo de René Bejarano), Andrés Lozano (diputado local, ex secretario
particular de Joel Ortega en la Secretaría de Transportes y Vialidad del Distrito
Federal) y Eduardo Malpica (diputado local).
Según La Jornada, en Xochimilco los habitantes
ubican a un grupo conocido como Los blues,
que en su mayoría son porros de la Preparatoria 1 y de los Centros de Estudios
Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETIS) 36 y 49, los cuales son
contratados por autoridades de esa demarcación para hacerse presentes en actos
de candidatos del PRD e intervenir si existe alguna protesta.
Además, en Iztacalco, un
grupo de porros del bachilleres es comandado por Ernesto Huesca, ex jefe de la
unidad departamental de Uso de Suelo, Nomenclatura y Estadística, sobre quien
recaen, por lo menos, 15 denuncias por agresiones y amenazas.
En la actualidad, uno de
los dirigentes históricos del grupo porril 3 de Marzo, Edgar Moreno Toledo el Marmota es uno de los dirigentes del
grupo de choque conocido como Los Lobos, junto con Josué Tapia El Tapia, porro
del Bachilleres 9, que tienen como enlace en la delegación al director de
gobierno, Jorge Luis Zamorano, todos ellos encabezados por Víctor Hugo Lobo, delegado
de la Gustavo A. Madero.
Después de la huelga de
1999 en la UNAM, el grupo porril 3 de Marzo, que actúa desde el CCH Vallejo y
sus alrededores, ha representado uno de los grupos de corte paramilitar y de
choque más fuertes al interior de la UNAM. A pesar de este escenario negativo,
el movimiento social/estudiantil, incluido el trabajo político y de
comunicación de Regeneración Radio –antes Radio
Pacheco– y de la comunidad estudiantil, han luchado fuertemente contra ellos.
En ese proceso de lucha, los integrantes de la radio han jugado un papel
fundamental, desde este espacio han impulsado el movimiento en contra del
porrismo, la información, discusión y toma de decisiones.
Ataques
sistemáticos contra la comunicación libre
Hace por lo menos dos años, el 3 de Marzo se volvió a
reactivar, a tomar fuerza. Actualmente, la actividad de este grupo paramilitar
dejó a activistas con fracturas, golpeados, con pérdida parcial de la vista,
han ejercido el hostigamiento, la tortura psicológica y amenazas con arma de fuego.
El asedio que han
sufrido activistas estudiantiles y miembros del colectivo de Regeneración Radio
ha sido sistemático por lo menos desde agosto del 2014.
Las llamadas de atención
fueron hechas. Desde hace dos semanas se agudizó escaladamente la violencia,
activando a su grupo de choque, el 3 de Marzo. Diariamente han habido
agresiones, amenazas con arma de fuego y tensiones por posibles ataques
porriles a la comunidad estudiantil organizada.
Las autoridades
universitarias han aprovechado este escenario para construir un discurso de no a la violencia y prometen acabar con todos, incluidos quienes
practican los métodos de autodefensa en contra de la violencia institucional
traducida en porrismo.
Por lo menos han sido
cuatro agresiones en lo que van este año —sumada la de hoy—, según ha
documentado la organización internacional Artículo 19:
-El
14 de febrero de 2015, un integrante fue golpeado por una persona identificada
como parte del grupo «3 de Marzo»; a causa del ataque, perdió 80 por ciento de
la vista del ojo derecho.
-El
10 de septiembre, un integrante fue golpeado en la entrada de las instalaciones
del CCH Vallejo.
-El
17 de septiembre, un integrante fue golpeado, causándole traumatismo craneal y
desviación del tabique nasal. Los hechos fueron presenciados por el personal de
vigilancia del plantel.
En un comunicado emitido
el 21 de septiembre, Regeneración Radio anunció el cese de sus transmisiones
por falta de condiciones de seguridad y debido a la violencia sistemática. Un
par de horas después, alrededor de 100 integrantes del 3 de Marzo realizaron un
brutal ataque. El saldo fue de tres heridos, dos de ellos con arma
punzocortante. También destruyeron la cabina y equipo de la radio.
Suscribo las preguntas
que desde el comunicado de la radio se hacen: ¿Casualidad estos ataques
porriles o todo está planeado para crear inestabilidad en el plantel y que
alguien con «varita mágica» o «mano dura» acabe con la organización en
el CCH Vallejo y con proyectos como Regeneración Radio?
Lo que hoy sufrió
Regeneración Radio fue un desplazamiento temporal. Gracias a la solidaridad
recibida se logró realizar una respuesta organizada ante el ataque porril y se
retomó el plantel educativo. Sin embargo, las actividades de comunicación están
detenidas. Es un duro golpe para la comunicación libre y para los proyectos
independientes que en la acción reivindican el derecho universal a la
comunicación.
[1] Regeneración Radio (2008), «El porrismo, un viejo nuevo mal en México»,
20 de octubre, Ciudad de México.
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