Por Amaranta Marentes
Orozco
27 agosto, 2015
Por Amaranta Marentes,
Ehécatl y Lucero Mendizábal
26 de Agosto de 2015. Tras 11 meses de búsqueda, las calles
del centro histórico del Distrito Federal se llenaron por miles de
manifestantes, organizaciones sociales y compañeros estudiantes de la Escuela
Normal Rural «Raúl Isidro Burgos», quienes exigían la presentación con vida de
los 43 normalistas desaparecidos.
Durante este periodo de
búsqueda las calles han gritado mucho, al terminar las manifestaciones siempre
hay consignas expresadas en las paredes; el dolor, la rabia y la fuerza han
caracterizado los muros, está vez el gobierno del Distrito Federal se cercioró
que no quedará vestigio de la manifestación al llenar las avenidas y esquinas
de granaderos quienes no permitieron la expresión del aerosol en las paredes.
En el camino se leyó el
comunicado que fue entregado durante la Euro-caravana; en el documento se hacía
un recuento de los hechos del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, en
este sentido se enfatizaban los tratados internacionales de derechos humanos
firmados y ratificados por México y muchos países del mundo que rechazan esta
violencia por parte del Estado.
La manifestación llegó
al Zócalo capitalino, los granaderos y policías de tránsito rodearon la plaza,
el gran nuevo logo del Distrito Federal: CDMX en letras negras y rosas que reflejan
la «modernidad» de este periodo en la
gobernatura distrital, quedó en la parte posterior cubierto por los policías,
como reflejo fiel de los últimos 3 años.
En el mitin los padres
de los 43 estudiantes normalistas tomaron la palabra: «que nos los devuelvan», «yo
ya no tengo miedo», «si el presidente
no puede resolver este asunto que se vaya y deje a otra persona capaz de
hacerlo». Destacaron también las pruebas que han entregado el Equipo
Argentino de Antropología Forense (EAAF) y los argumentos que han puesto en
duda las teorías del Estado con evidencias concretas.
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