Eva Parra
Maestra de secundaria en
el DF
Cientos de egresados normalistas, que participaron en el
reciente concurso para ingresar al servicio profesional docente en las escuelas
secundarias del D.F., fueron convocados el pasado 20 de agosto por la
Administración Federal de Servicios Educativos en el D.F. (AFSEDF) a
presentarse en la Secundaria General N° 14 “Albert
Einstein” para la asignación de las plazas docentes, de acuerdo con la
convocatoria para el ciclo escolar 2015-2016.
Desde las 8 de la mañana
comenzaron a llegar los jóvenes maestros que resultaron “idóneos” en el examen (el 66.31% del total de los egresados
normalistas que lo presentaron en el D.F.). Aguardaban esperanzados por conseguir
una plaza, pero al final muchos de ellos tuvieron que volver a casa con las
manos vacías, ante la incompetencia y arbitrariedad de los que presumían que
con estos mecanismos “profesionalizarían”
la docencia.
Nuevos engaños contra el
Magisterio
Desde el inicio del proceso se dieron irregularidades. A
pesar de que este año la convocatoria permitía a los maestros que ya están en
servicio presentar este examen con la intención de obtener una mejor plaza (ya
sea por lo lejano del centro de trabajo, porque cubrían interinatos o porque
tenían una plaza con pocas horas), los que lo hicieron no fueron llamados para
la asignación, aún si resultaron “idóneos”.
De los maestros de
Español y Matemáticas a los que supuestamente se les asignaría ese día una
plaza, más de la mitad tuvieron que volver a sus casas sin nada más que el
enojo y la decepción de haber sido engañados, pues los hicieron presentarse,
pero no les ofrecieron nada. Las explicaciones que les dieron los funcionarios
de la AFSEDF eran una más absurda que otra. Primero les dijeron que el sistema
se había “caído”, por lo que tendrían
que volver otro día; luego que se habían acabado las plazas, pues aunque “hay plazas para todos” no sabían las
ubicaciones de las mismas.
Ante la inconformidad de
los maestros presentes, el Lic. José Luis Novelo, quien dijo ser el Director de
Empleo de la AFSEDF, tuvo que dar la cara y aclaró que a las horas/plaza
requeridas por escuela decidieron fraccionarlas, para que alcanzaran a cubrir
la demanda de los aspirantes “idóneos”.
Por ejemplo, si cierta
escuela solicitaba un maestro con 30 horas, ellos pensaron que era mejor tener
2 maestros con 15 horas cada uno, en una muestra patente de la lógica con la
que buscan precarizar el “servicio
docente”. Pero -a decir del mismo funcionario- las direcciones operativas
-que, como su nombre lo indica, se encargan directamente de la operación de las
escuelas-, “no estuvieron de acuerdo”
y los responsables de las plazas tuvieron que retroceder, dejando sin opción a
muchos aspirantes de los que ya habían convocado.
No obstante, el
funcionario les dijo que no se preocuparan ya que todos iban a obtener una
plaza… pero quién sabe cuándo.
Estas declaraciones
muestran la completa ignorancia que tienen los mismos responsables de
implementar la “reforma educativa”,
tanto del sistema educativo como de sus necesidades. Ya era sabido que las
plazas ofertadas a nivel nacional no serían suficientes para todos aquellos
maestros que resultaron “idóneos”.
Sin embargo, como se está demostrando, la asignación de plazas es una decisión
política que poco o nada tiene que ver con las necesidades de las escuelas,
como nos quieren hacer creer; el aparato burocrático de la SEP sigue manejando
las plazas a su antojo, lo que no ha cambiado con la aplicación del examen.
Aumento del presupuesto educativo
La generación de nuevas plazas necesita de recursos. La
intención de “partir” las horas
requeridas y hacer con ellas dos o más plazas, busca abaratar el costo para el
estado ocupando maestros en servicio mal pagados, precarizados y con escasas
horas de trabajo, lo que va directamente en contra no sólo de sus derechos sino
de mejorar la educación pública. Frente a eso, es más actual que nunca luchar
por el aumento del presupuesto para la educación, sobre la base del No Pago de
la Deuda Externa e impuestos progresivos a las fortunas de los grandes magnates
como Slim.
Mientras la educación
continúe en manos de la casta de funcionarios corruptos e ineptos que forman
parte del régimen político; mientras las decisiones educativas no se tomen
democráticamente entre los maestros, alumnos y comunidades y sean ellos los que
expresen las necesidades de las escuelas; mientras se continúen imponiendo los
criterios empresariales en la educación pública, el caos y las arbitrariedades seguirán
siendo cosa de todos los días... así evalúen mil veces a los maestros. Es el
magisterio, organizado desde las bases, junto al conjunto de la comunidad
educativa, el que puede decidir el curso de la educación de acuerdo a los
intereses de las grandes mayorías populares.
Los aspirantes “idóneos” y no idóneos, normalistas o no
normalistas, tienen el reto de unirse y movilizarse con el fin de lograr
trabajo para todos y recuperar el derecho a una plaza automática basificable
para los egresados normalistas.
Comentarios