Palabras del Subcomandante Insurgente Moisés en el Seminario El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista (6 y 7 de mayo)
Palabras del Subcomandante Insurgente Moisés en
el Seminario “El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista”
6 de mayo de 2015
Buenas tardes, compañeros, compañeras, hermanos
y hermanas.
Les voy a compartir sobre el cómo es que nosotros, nosotras, la tenemos
como nuestras armas la resistencia y la rebeldía.
Antes de empezar eso, el cómo es que hacemos la
resistencia y la rebeldía, les quiero recordarles que nosotros somos armados.
Ahí tenemos nuestras armas, como una herramienta más en la lucha, así lo
decimos ahora. Nuestras armas es una herramienta de lucha, es como machete,
hacha, martillo, pico, pala, azadones, esas cosas; porque cada herramienta
tiene su función, pero el arma, su función es, si las usas, es que matas.
Entonces al principio cuando salimos en el
amanecer del año 1994 salió el movimiento de miles de mexicanos y mexicanas, en
todas partes, donde salen hasta que se convirtió a millones, donde presionan al
gobierno, al pelón, le decimos
nosotros, el pelón de Salinas, que
tiene que sentarse a dialogar a nosotros; y a la vez también a nosotros nos
están diciendo que tenemos que dialogar y negociar.
Bueno, entonces lo entendimos pues, la voz del
pueblo de México. Entonces se dio la orden de que tenemos que replegarnos en la
lucha violenta; entonces descubrimos, por parte de las compañeras, porque
tuvimos nuestros muertos en el combate, que esas compañeras empezaron a dar
otra forma de pelear, digamos así. Porque entonces el gobierno, meses, un año,
dos años después, nos quieren comprar, como decimos, quieren que nosotros
recibamos para que nos olvidamos de la lucha.
Entonces muchas compañeras hablaron y dijeron de
que por qué y para qué murieron los compañeros en el amanecer del 94. Así como
ellos, ellas, o sea los combatientes salimos a pelear contra el enemigo,
entonces tenemos que ver como enemigo también el que nos quiere comprar, o sea
que no recibir eso, lo que quieren dar.
Entonces así empezó. Nos costó mucho porque no
podíamos hacer los contactos de zonas a otras zonas porque se llenó de
militares, entonces poco a poco fuimos haciendo los contactos con los
compañeros de una zona a otra zona para empezar a pasar esa voz que empezaron a
decir las compañeras, que no hay que recibir lo que da el mal gobierno, que así
como los combatientes salieron a pelear en contra de los enemigos que nos
explota, así tenemos que hacer también como bases en que no hay que recibir
eso. Entonces así, poco a poco, fue extendiéndose en todas las zonas.
Ya ahorita ya podemos dar varios sentidos lo que
es rebeldía y resistencia para nosotros, porque es que ya fuimos descubriendo,
practicando en los hechos, o sea ya podemos dar teoría, como se dice. Para
nosotros resistencia es ponerse fuerte, duro, para dar respuesta a todo,
cualquiera de los ataques del enemigo, del sistema; y rebelde es ser bravos,
bravas para igual responder o para hacer las acciones, según la que convenga,
ser bravas, bravos para hacer las acciones o lo que necesitamos hacer.
Entonces la resistencia descubrimos que no es
nada más resistir a tu enemigo, de no recibir lo que da, las limosnas o
sobrantes. Descubrimos que la resistencia, hay que resistir las amenazas o
provocaciones que hace el enemigo, hasta por ejemplo, los ruidos de los helicópteros;
sólo nada más con el ruido de los helicópteros empiezas a tener miedo, porque
la cabeza te avisa que te va a matar, entonces sales corriendo y es ahí donde
te ven, y es ahí donde ya te ametrallan. Entonces es no tenerle miedo, hay que
tener resistencia, o sea tienes que ponerte fuerte de que no corras cuando
escuchas el ruido. De por sí el pinche ruidero del helicóptero da miedo, te
espanta, y es nada más no tenerle miedo, quedarte quieto, quieta.
Descubrimos eso, que no sólo es la de no
recibir. Nuestra rabia, nuestro coraje contra el sistema también tenemos que
resistirla, y lo difícil o lo bueno, difícil y bueno al mismo tiempo, es que
esa resistencia y rebeldía hay que organizarla. ¿Y cuál es lo difícil? Es que
somos miles los que usamos esa arma de resistencia y somos miles también que se
puede convertir la rabia, entonces, cómo controlar eso, cómo usar al mismo
tiempo para hacer la lucha, son dos cosas difíciles, por eso empecé diciendo
que ahí tenemos nuestras armas.
Pero lo que hemos visto es que la resistencia
sabiéndola organizarla y teniendo organización primero, por supuesto, no puede
haber así nada más resistencia y rebeldía si no hay organización, entonces
organizar esas dos armas de lucha nos ayudó mucho para tener, digamos que se
abre más la mente, la forma de ver.
Recuerdo de una asamblea de compañeros y
compañeras, de qué forma, porque es que se hace con trabajo político,
ideológico, mucha plática, mucha orientación a los pueblos sobre la resistencia
y la rebeldía. Entonces recuerdo que los compañeros y compañeras ponen en la
balanza, esa que se dice la lucha política pacífica y la lucha
violenta. Entonces algunos de nuestros compañeros, compañeras, dicen: ¿qué
les pasó a nuestros hermanos de Guatemala? –nos hacemos la pregunta– 30 años
de lucha violenta y qué cosa hay lo que tienen ahora nuestros hermanos.
¿Por qué tenemos que organizar bien la
resistencia en la lucha política pacífica? ¿Por qué tenemos que preparar nuestra
resistencia militar? ¿Cuál es la que nos conviene?
Entonces nos damos cuenta ahí que lo que
queremos es la vida, como lo que decíamos antes de la sociedad civil mexicana,
que esa movilización que hicieron el 12 de enero de 94 es que quieren nuestra vida,
que no nos muriéramos. ¿Entonces cómo tenemos que hacer eso? ¿Qué cosa tenemos
que hacer más para hacer la resistencia y la rebeldía?
Es ahí donde descubrimos que hay que resistir
sobre las burlas que nos vaya a hacer la gente sobre nuestro gobernar, nuestra
autonomía. Hay que resistir las provocaciones del ejército y la policía. Hay
que resistir los problemas que vayan a causar las organizaciones sociales. Hay
que resistir todas las informaciones que salgan en los medios, de eso que dicen
que los zapatistas ya se acabaron, ya no tienen fuerza, en este caso, que el
finado Marcos que ya está negociando bajo la mesa con Calderón, o que está
dándole paga para su salud el Calderón porque ya se va a morir, bueno, ya está
muerto ya, murió de por sí (inaudible), pero no porque él se fue a (inaudible)
al Calderón, sino por darle vida a otro compañero.
Bueno todos esos bombardeos psicológicos,
podemos decir, para que entonces se desmoralicen nuestras bases, un montón de
cosas que hay que resistir.
Luego descubrimos la resistencia a todos
nosotros, porque empezamos a tener varios trabajos, responsabilidades, pues en
este caso a nosotros hay problemas en la casa, no sé ustedes a lo mejor no,
entonces surgen los problemas y la resistencia se empieza a aplicar individualmente,
y al mismo tiempo la resistencia se aplica colectivamente.
Cuando hacemos individualmente es cuando pues mi
papá, mi mamá o mi mujer ‘¿dónde estás?,
¿qué estás haciendo?, ¿con quién andas?’, etcétera, ¿no? Entonces uno tiene
que resistir de que no vaya a hacer nada mal que pega a la mujer o abandona su
trabajo, porque luego hay reclamos, que no hay maíz, que no hay frijol, que no
está la leña, y hay problemas con los hijos. Es ahí donde se individualiza la
resistencia.
Cuando se hace en colectivo la resistencia es
que es con disciplina, es decir, con acuerdo. Es que nos ponemos de acuerdo
cómo le vamos a hacer para enfrentar algunos problemas. Por ejemplo, les voy a
dar un ejemplo reciente. Hace cosa de… pues creo el mes de febrero, un grupo de
personas con otro grupo de un terreno recuperado que ahí está viviendo esa
gente que no son zapatistas, que no les estamos diciendo nada, pero ellos
tienen la idea de que quieren ser dueños de la tierra, entonces están
gestionando la tierra para que se legalice.
Entonces se ve de que el señor Velasco les está
diciendo que se necesita cierta cantidad de personas, entonces esas personas
empiezan a buscar en otros lados más miembros del pueblo, entonces esos
miembros ahora sí empezaron a llegar armados. Llegaron a ser 58 personas,
entonces empezaron a invadir el terreno de los compas, la tierra recuperada.
Entonces los compas no lo vamos a dejar.
– ¿Cuántos son?
– Pues son cerca de 60.
– Basta que llevamos 600 armas y lo acabamos, porque es que tantas
burlas que ya hicieron.
El potrero de los compañeros se metieron ese
líquido para quemar, con el líquido mataron a un semental, destruyeron casas de
los compañeros antes. Entonces los compas ya estaban así rebeldes, bravos, ya
no quieren más la maldad que hacen. Entonces es cuando intervienen los compas
así:
– Recuerden, compas, nosotros somos un colectivo.
Y le dicen a los compañeros, los 600 que se
reunieron:
– Acuérdense de la naranja, ¿qué hemos dicho cuando una fruta se pica?,
¿qué pasa?
– Ah sí. ¿Sí, pero entonces esos cabrones acaso lo entienden así?
– Esos cabrones no nos van a imponer su tiempo de esos cabrones, sino
era de nosotros.
¿Qué es lo que pasa a una naranja o una lima si
lo picamos? Es que se pudre todo, ¿y en este caso qué quiere decir? Que lo
vamos a afectar al resto de nuestra organización. Tenemos que preguntarle a la
base si es que entonces vamos a dar respuestas violentas, entonces ya que sepan
nuestras bases que vamos a entrar en otro modo. Entonces como ya veníamos
pensando de por sí esto, lo que estamos llevando a cabo ahora, lo que estamos
haciendo ahorita, entonces nuestras bases no permiten que se haga así.
Entonces, lo que se les dijo a los compas es que
los que están muy rebeldes, bravos, encabronados, no van a ir, sólo dejen dicho
nada más con sus representantes que no se van a ir porque si van, van a matar,
entonces mejor no se van, digan a su responsable y que ya se sepa, y el que no
se reporta es su problema de él. También los que tienen mucho miedo, tampoco se
vayan. Sólo los que entienden hay que ir, no va a ir a provocar, sino va a ir a
trabajar la tierra, o sea a trabajar la milpa, la casa y lo que se tiene que
construir. Amaneciendo, los 600 se fueron, lo dejaron sus armas. Se coordinaron
quién va a controlar.
Entonces es como se hace el control de las dos
cosas, la rabia pero también el miedo. Se busca, se da explicación, se da
plática, se da de entender, porque es verdad, que no van a permitir eso la gran
mayoría de los compañeros.
Esa resistencia a lo largo ya de 20 años que
venimos trabajando, al principio nos costó mucho porque son situaciones que nos
enfrentamos y que tenemos que saber solucionar. Les voy a dar un ejemplo, ¿cómo
es que nos cuesta cambiarlo? Cuando estaba en su gobierno de Salinas entonces
daban los proyectos, daban proyectos en efectivo, o sea daban crédito, entonces
recibían los compas, entonces imagínense pues que ya son milicianos, cabos,
sargentos, o sea zapatistas. Entonces esto lo que está dando este cabrón la
mitad se va para las balas, el arma y el equipo, y la otra mitad es que vamos a
comprar la vaca, o sea de lo mismo que dio el gobierno se consiguió una vaca,
por eso ya el gobierno después ya no dio, nomás les dio a los hermanos
partidistas.
Entonces los compas tenían esa idea, por eso
estoy diciendo, entonces cuando salió eso empezamos a planificar eso de ya no
recibir. Nos costó mucho, pero sí lo entendieron los compas. Dijeron los
compas, bueno, sí lo vamos a hacer, vamos a hacer esa resistencia. Entonces el
negativo donde nos da el resultado es que cuando nos vamos a reunir, entonces
dicen ‘yo no pude llegar porque yo estoy
en resistencia, no tengo dinero, no tengo para mi pasaje’, eso es el
pretexto, no es porque no, sino es para taparse, es un pretexto.
Pero como fuimos agarrando en serio eso de no
agarrar nada del sistema, entonces descubrimos que tenemos que darle duro al
trabajo de la madre tierra, eso ya les conté estos días que hemos estado acá.
Es ahí donde empezaron a tener sus productos los compañeros y se dieron cuenta
los compas de que más vale trabajar la tierra y así nos olvidamos de lo que da
el gobierno.
Entonces en la resistencia y la rebeldía nos
empezamos a darnos cuenta de la seguridad a la organización en que estamos.
Entonces se empezó a descubrir un montón de cosas, por ejemplo eso que les
digo, que no hablamos con el gobierno, ni nuestras bases, ni aún haya
asesinatos. Descubrimos que con resistencia y con rebeldía podemos gobernarse y
que con resistencia y con rebeldía podemos desarrollar nuestras propias
iniciativas.
Nuestra resistencia de hacer las cosas, ya sea
en el terreno económico, ya sea en el terreno ideológico, político, cada quién
la zona organiza. Unos tienen más posibilidades, otros tienen menos
posibilidades, entonces vamos haciendo experimento. Por ejemplo, los compañeros
de Los Altos durante sus vidas ellos están comprando el maíz, siembran pero muy
poco, la gran parte tienen que comprar; y en otras zonas lo que hacen es llevar
el maíz, en vez de que compran en almacén, en la bodega del gobierno, y que su
dinerito de los compas de Los Altos se va en el gobierno, entonces mejor que se
vaya en otro caracol. Entonces algunas veces nos ha salido bien, otras veces
nos ha salido mal, pero es el mal que nosotros mismos lo producimos, porque sí,
es que se lleva por tonelada, entonces los compañeros encargados de juntar el
maíz no lo revisan y los compas bases de apoyo, así de cabrones, meten en medio
el (inaudible) del maíz, y ya los
otros compas tampoco lo revisan, entonces pasa, se va. Ya cuando llega a su
destino donde se va a consumir entonces ahí sí lo revisan bien, y es ahí donde
les caen que están vendiendo maíz (inaudible)
entre compas, a los compas pues.
Entonces vamos corrigiendo eso, de que no se
trata de eso. Si estamos en resistencia es organizar bien la resistencia. El
intercambio, como se dice, o el trueque no funcionó para nosotros, porque en
Los Altos no podemos llevarlo toneladas de pera o manzana, no se vende en la
selva, que es lo que producen mucho los compas, verdura. Entonces no, estamos
viendo cómo lo vamos a hacer, ya estamos discutiéndola, que casi vamos a la
mitad sobre eso de cómo organizarlo.
Les voy a empezar a dar una serie de ejemplos.
En el año 98, que es cuando desmantelaron nuestros municipios autónomos, cuando
estaba todavía el Croquetas, el
Albores de gobernador, en Tierra y Libertad, allá por el Caracol I, en la
Realidad, entraron los judiciales, destruyeron la casa del municipio autónomo y
los compañeros milicianos sobre todo, estaban pidiendo de que entonces le van a
darle a los judiciales, realmente son soldados, estaban disfrazados de
judiciales, y se les dijo no. Acudimos a las bases de apoyo, porque son los
compas milicianos que estaban con la rabia, de que para qué nos están
destruyendo nuestra casa en la autonomía.
Entonces acudimos a los pueblos, y los pueblos
dicen: que lo destruyan, la autonomía la tenemos aquí y la tenemos aquí, la
casa no es casa. Entonces recibimos apoyo y con más razón se da la orden de que
no pueden hacer nada los milicianos, y nosotros pagamos el costo de la rabia,
entonces nuestros milicianos decían ‘pinches
mandos’. Entonces esas cosas empezamos a descubrir que a veces el coraje de
la base, y que se ve que no nos va a ayudar a lo que se quiere hacer, entonces
a veces paga el comité clandestino, o el regional, a los que tienen
responsabilidad.
Otro ejemplo está cuando nos destruyeron nuestro
primer Aguascalientes, el ejército. Es lo mismo, nosotros estábamos puestos,
insurgentes y milicianos, porque sabíamos que como que si te quitan una parte
sientes que ya estás derrotado, es que lo pensamos muy militarmente. Porque
militarmente si es que pierdes una batalla ya te chingaste y te da gana de
volver a recuperar, pero tienes que hacer el doble para que recuperes. Entonces
otra vez eso nos orienta.
– ¿Qué es lo que queremos, la muerte o la vida?
– Pues la vida.
– Entonces que entren estos cabrones, no lo vamos a matar pero tampoco
nos matan.
– ¿Entonces cómo vamos a hacerlo si ya están tendidas las emboscadas?
– Pues hay que mandar la comunicación.
Entonces tuvimos que levantar y así lo evitamos
mucha muerte, por parte de nosotros y también por parte del enemigo. En una de
las emboscadas sí se dio la (inaudible),
y es ahí donde cayó, luego lo (inaudible),
al general que cayó en Momón, el general Monterola, era Coronel creo, en ese
tiempo.
Y así pasó también en el Caracol de la Garrucha
cuando hubo la desmantelación de los municipios autónomos, sobre el Municipio
Autónomo Ricardo Flores Magón. Lo mismo, se manda decir de que no se tiene que
dar respuesta a la violencia que querían el enemigo y el gobierno. Y así la
hemos pasado tantas provocaciones que buscan los que se dejan manipularse, en
este caso de los partidistas.
Eso le ha pasado a los compañeros los que han
recibido mucho esos golpes, búsqueda de provocaciones, son los compañeros del Caracol
de Morelia, el de Oventik, de Garrucha y Roberto Barrios, donde han actuado muy
cruel los paramilitares es en Roberto Barrios y en Garrucha, en Morelia, en
Oventik.
Por ejemplo, en San Marcos Avilés, donde están
nuestras bases, tantas veces que han molestado. Lo que hacen los paramilitares
es lo obligan a que caiga, se ve que está bien entrenado por parte del ejército
y del gobierno, porque es que te fastidia; está llevando tu café, tu frijol, tu
maíz, te arrancan las plantas que siembras, tumban el platanal, llevan la piña
que siembras, o sea te fastidian. Hasta que un día ya nuestras bases dijeron
ya, y lo bueno es porque esa rebeldía y esa resistencia es que se organiza en
colectivo, entonces los compañeros y compañeras bases de San Marcos Avilés
acuden a la Junta de Buen Gobierno a decir: venimos a decir que ya no
aguantamos, no nos importa que nos vamos a morir pero también los vamos a
llevar.
Entonces ahí es donde la Junta de Buen Gobierno
y el Comité Clandestino los llaman a los compas y les explican: nosotros no
vamos a decir que no, primero somos organización; segundo es que si ustedes van
a quedar alguien sobreviviente ya no tienes que estar en tu población, te ves
obligado a que tienes que esconderte porque no te van a dejar vivo, viva, esos
cabrones, porque lo que quieren es terminar ahí las bases. Entonces lo que hay
que hacer es hagan su escrito, hagan la grabación y entonces donde vamos a
hacer que le llegue a ese pinche gobierno, que lo sepa que se van a morir los
que están ahí y que también nos vamos a morir, y que entonces, pase lo que
pase.
Luego ya buscamos otra forma más. Hicieron la
grabación los compañeros, compañeras, y buscamos la forma que le llegue al
gobierno, hasta ahora eso está vigente. Entonces el gobierno, lo sabemos, yo
creo que les dio el dinero a esos partidistas que están ahí, se calmaron porque
es su forma el gobierno cómo los ha calmado. En todo lo que han hecho es su
forma del gobierno que les da un proyecto o le dan un poco de dinero para que
se reparta, siempre ha hecho así el gobierno. Quién sabe que va a pasar ahora
porque no va a tener el dinero el gobierno.
Sólo para dar mención de eso, de cómo resistir,
porque hemos tratado, porque lo que nos damos cuenta nosotros es que por qué
vamos a matar a otro indígena. Eso nos da rabia, si lo dijera tal cual lo
hablamos en nuestra asamblea es horrible, porque es que entonces le empezamos a
dar todos los tipos de menta al gobierno. Porque es que el coraje que nos da es
por qué son tan cabrones de cómo los manipula; y luego por qué, disculpen la
palabra, por qué hay pendejos, pendejas que se dejan también para que manipula
a su propia raza pues.
Por ejemplo, esos los de la ORCAO. Una parte de
la ORCAO ya se están dando cuenta que está totalmente mal lo que están
haciendo, pero luego hay otra parte que nadie les interesa, por pago, ahí
siguen amenazando. Hace un mes los compañeros de Morelia, montón de resistir lo
que han hecho los de la ORCAO. ¿La CIOAC? Ni se diga, está eso del compa
Galeano y está lo que pasó en Morelia, son los mismos de la CIOAC Histórica.
Entonces, como nosotros queremos la vida, pero
gracias a la resistencia que la usamos, por eso no hemos acudido más a eso de matarnos
entre nosotros por la manipulación que hace el gobierno.
También hemos resistido que nos llegan, es que
llegan algunas visitas de México, les dicen o nos dicen a nosotros, les dicen a
nuestros pueblos que por qué nosotros no seguimos la lucha armada, que porque
somos unos reformistas nos dicen, otros nos dicen que porque somos unos ultras,
¿entonces a quién le creemos? No, hay que resistir esas habladas que dicen,
porque se dicen las cosas, y la respuesta que decimos es que una cosa es lo que
se dice y otra es la que se hace, porque decir es muy fácil, puedo gritar y
todo, pero ya cuando estás ahí es otra cosa, cambia.
Gracias a la resistencia, compañeros,
compañeras, hermanas y hermanos, no decimos que no es necesario las armas, pero
hemos visto de que en la parte, como se ha dicho, la desobediencia, nada más
que es una desobediencia organizada, es la verdad, aquí ya no entra el mal
gobierno gracias a los compañeros, a las compañeras, entonces vemos que sí
vamos a poder hacer mejor, más organizada la resistencia y la rebeldía en
demostrar que no pidamos permiso a nadie.
Que nos pongamos de acuerdo qué es lo que
tenemos que hacer nosotros, nosotras, eso es lo que nos anima, además de que la
generación que está ahora con nosotros, con nosotras, o sea los que tienen ya
20 años, los jóvenes y las jóvenas, es que ellos dicen: nosotros estamos
puestos y puestas, pero enséñanos cómo es lo que se quiere, el gobernarse.
Entonces ahora las zonas, con organización de resistencia y rebeldía ya están
formando la nueva generación de jóvenas y jóvenes para que realmente se pueda
cumplir eso que dijimos ya, la palabra esa de que siglos y por los siglos y
para siempre, parece ser religioso eso, pero, es de rebelde; porque es para
siempre, entonces se necesita que se tienen que estar preparándose las
generaciones para que nunca jamás vuelve el nieto de Absalón Castellanos
Domínguez, o Javier Solórzano, uno de los grandes finqueros pues.
Entonces tenemos un gran trabajo para mejorar
eso. No quiere decir, compañeros y compañeras, hermanos y hermanas, no quiere
decir que estamos renunciando a nuestras armas sino que es ese entendimiento
político, ideológico, rebelde, que nos da la forma de ver cómo hay que
convertirlo realmente en arma de lucha esta resistencia. Ya los compañeros de
las Juntas de Buen Gobierno nos están diciendo que ya se necesita otra
instancia, entonces nosotros preguntábamos con los compas del CCRI ¿por qué
dicen eso, compañeros, compañeras? Entonces dicen ‘es que ya lo percibimos por qué tuvo que nacer la Junta de Buen
Gobierno’.
Entonces ya nos platicaron, ya nos dijeron, ya
nos explicaron. Cuando los MAREZ, los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas estaban
sueltos, unos sí tienen proyecto, otros no tienen proyecto, otros nada,
entonces cuando la Junta de Buen Gobierno ya se forma empieza a controlar los
municipios para que sea parejo, igual los proyectos. Ahora como Junta de Buen
Gobierno otra vez se están dando cuenta que no es igual. Unos sí tienen más
proyectos porque están más a la mano, en pie de carretera, y los otros están
muy lejanos, entonces no, pero nosotros como Junta de Buen Gobierno no podemos,
nosotros tenemos que someter en la asamblea y en la compartición de las zonas
ahí se tiene que discutir si ya es momento que tenemos que formar otra
instancia, porque además estamos organizando esta resistencia y rebeldía contra
esta tormenta que viene. Y más los compañeros ahora dicen: ya es hora, su
momento que nos dicen, ya es su momento que tiene que haber otra instancia ,
porque vamos a tener que empezar a actuar en la resistencia y rebeldía, ahora
sí que inter zonas, de todos los miles de zapatistas tienen que luchar con
resistencia y rebeldía, entonces se tienen que organizarse. Pero gracias a ese
terreno de lucha, de resistencia y rebeldía es lo que nos ha ayudado, nos ha
dado orientación de cómo tenemos que llevar a cabo. Y si con eso, porque no
vamos a pedirle permiso a nadie, ya para nosotros se acabó eso de que no nos la
reconocieron la Ley sobre Derechos y Cultura Indígena, nos vamos; si es que
entonces no nos la quieren respetar ahí está la herramienta.
Palabras del Subcomandante Insurgente Moisés en
el Seminario “El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista”
7 de mayo de 2015
Bueno, compañeros, compañeras, hermanos y
hermanas.
Eso es lo que vimos y escuchamos, que nos preocupa, y hay una serie de
cosas que vemos, sentimos, pensamos. Es que se trata de que vamos a ver cómo es
el capitalismo, entonces si habláramos con las compañeras, compañeros, bases de
apoyo, conozco el modo, la forma. Los compañeros, las compañeras, es que cada
vez que trabajamos nos avisamos antes el tema que vamos a hablar, y ya cada
quién cada uno o una, ya trae lo que piensa, entonces así como esto pues
avisamos antes públicamente, de qué se trata.
Entonces nosotros no sabemos eso, que si es que
sabe leer, escribir la persona, y si no pues para eso hay diccionario, ¿qué
quiere decir seminario? A veces hay
problema en el diccionario porque vas, buscas la palabra seminario, y
luego te manda en otro y luego te regresa otra vez, y ya pierdes eso, es un
problema pues.
Otra cosa de lo que vemos es, cuando vamos a
tratar de empezar a discutir, a pensar, por nuestra forma, nos recomendamos
pues así como zapatistas, es que dos formas tenemos que pensar. Una el criticar
al capitalismo de cómo son de cabrones, como hablamos, como decimos acá. El
otro es cómo es que pensamos de ese mal que vemos.
O sea, no es nada más saber criticar del mal, lo
que hace el capitalismo, sino entonces qué tenemos que hacer, cuál es el cambio
que tenemos que hacer. Entonces eso es lo que nos preocupa, por eso nos obligó
a cambiar para platicar esto, porque nuestro pensamiento es de que se
multiplique esto. Como decíamos cuando empezó esto, es que somos millones los
pobres, y son unos cuantos los que nos tienen como nos tienen, ¿entonces por
qué es lo que nos pasa?
Precisamente es eso lo que se necesita, que
donde se reúnan, donde se juntan, y háblenlo, díganlo, de lo mal, de lo fiero,
de lo doloroso, de lo triste, de lo amargo, y qué se ha hecho con esas
palabras, dolores, tristes, amargos, y no ha dado solución. Entonces pensamos
que eso nos lleva hacia entonces qué hacer, o de ahí va a ir saliendo poco a
poco qué hacer, cómo hacer, el chiste es encontrar eso.
Pero se necesita que tenemos que ayudarnos en
entender eso, en conocer.
Y otra cosa , lo que vemos, es que está bien
pues de que vamos a pensar cómo es el mal del capitalismo, pero también
nosotros, los que vamos a luchar, mujeres, hombres, tenemos que saber también
cómo vamos a luchar entre todos nosotros. Les digo eso pues porque ambos nos
necesitamos, o sea los que se encargan de explicarnos en teoría de cómo está,
como ésos que participaron, nos dijeron de cuántos, en cifras de números, nos
ayuda para entenderlo, pero hay otras cosas que se necesita aprender, se
necesita hacer.
Necesitamos sentirnos uno solo como pueblo.
Miren así por ejemplo estoy acá, no me gusta como estoy acá, no me gusta, no
quiero estar aquí en esta mesa, pero los compañeros, las compañeras dicen, es
que se necesita que transmites lo que estamos haciendo, entonces no es mi
pensamiento lo que digo. Entonces, como dicen los compañeros, las compañeras: compañeros
y compañeras que entienden porque estudian, tuvieron la oportunidad de
entender, de conocerlo, pero no pueden destruir el capitalismo sólo, nada más,
con mucha teoría, se necesita lo otro.
Es como nosotros, podemos ser buenos, como se
dice, buenos estrategas, buenos tácticos, de qué servimos si no tenemos el
pueblo. Nuestro pueblo se necesita ayudar, apoyar, en conocer, en saber cómo
está y entonces nos acompañamos en la lucha. O sea ambos nos necesitamos, es
decir, nadie es chingón, chingona; todos somos chingones, chingonas, pero hay que trabajarlo eso. Hay que discutir eso, hay
que pensarla eso.
Eso es lo que nos preocupa porque lo que
quisiéramos es que verdaderamente ayudáramos a nuestros pueblos, a que
provoquemos una buena discusión, un buen qué pensar, un buen qué ver, o sea un
buen analizar. A lo mejor nos vamos a tardar menos, o mucho, en estar
analizando, o no, o la situación ya nos obliga y con lo poco que encontramos de
cómo está eso nos obliga, porque ya lo estamos viendo la situación en donde
estamos viviendo.
Si no nos va a ganar el caminar, el tiempo, nos
va a quedar poco tiempo de lo que va a hacer el capitalismo. Entonces todos los
que tenemos buenos pensamientos vayámonos en eso de qué hacer contra ese
sistema capitalista, ayudémonos. Pero no es nada más para decirnos, es que no
sirve, no sirves, quién dice así como que en sí mismo se está diciendo que
también él o ella no sirve, porque es nada más decir ‘no sirve lo que estás
diciendo’, ¿qué él, ella, qué sirve? Nosotros así trabajamos, decimos que no
estamos de acuerdo con eso pero pensamos así también esto, así ambos vamos a ir
buscando hasta que encontramos cómo.
Entonces quisiéramos pues eso, que lo supieran,
porque ya lo hemos caminado ya a lo largo de estos 20 años a la luz pública,
cuántos encuentros hemos hecho, y tratamos de que decimos cuál es el tema de lo
que se quiere discutir, aclarar, y hemos visto de que entonces salen mil ideas
y de las mil ideas ni una idea queda de qué hacer, cómo hacer, porque entonces
hace falta el saber hacer ver las ventajas y desventajas de cada idea que hay,
eso es lo que hace falta; y luego falta de unidad pues, porque todos creemos de
que es más chingón el mío, súper chingón es mi propuesta yo, luego el otro,
así. Entonces como que nos falta eso de entenderlo, qué es el punto principal
que nos haga que lleguemos en qué hacer mejor dentro de todas nuestras ideas.
En este caso el tema es de que viene lo cabrón
del capitalismo, a nadie va respetar, sea del campo o la ciudad, entonces qué
vamos a hacer. Es allí donde nosotros decimos que los que estudian libros,
historias, pensamos nosotros que en eso están más claros, o sea que les ayude
en entenderlo, es la que hace falta, que eso lleguen, o que lleguemos en
entenderlo eso, y mucho cuidado porque entonces, como decimos acá nosotros, y
es un dicho muy real, entonces nos van a agarrar como los compas cuando se van
en su milpa, ahí lo encuentran pues el ratón durmiendo, y como está durmiendo
no sintió en qué momento lo mataron. Es lo que nos va a pasar a nosotros,
estamos aquí, estamos donde estamos, cansados por estar diciéndonos cosas nada
más entre nosotros, no del capitalismo, entonces cansados que regresamos y
luego nos va a garrar durmiendo el capitalismo.
Entonces nosotros decimos que no importa que
estamos cansados, cansadas, pero es el ver qué vamos a ver de esa tormenta que
viene, cansados por el buscar, por el trabajar, y así nos vamos a despertar con
los golpes que vienen pero vamos a saber qué hacer; si no sólo los que están
organizados, organizadas van a saber qué hacer.
Entonces dejemos ya nuestras diferencias de
nosotros, porque muchas veces es que empiezan esas cosas, cruzar las malas
palabras, ideas, porque nos vemos nuestra diferencia, todos los que estamos acá
no somos capitalistas, no somos los que explotamos al pueblo, entonces miremos
primero eso, los que nos están explotando, ya después vamos a ver si nos quedan
ganas todavía después de que hayamos tumbado al capitalismo, pues nos
arreglamos después, pero creo que ya no sobran ganas para eso o ya nos
entendimos para eso.
Entonces sí les queremos decir esto para que
vayan claro, regresen claro allá en sus lugares, y que quisiéramos que sí lo
multipliquen este semillas, pero de esa forma, bajo esa idea pues, que estamos
hablando directamente con ustedes. Y el que lo va a trabajar se va a ver, se va
a saber pues, y el que va a ir a dormir igual, y el que lo va a ir a decir
buenas o malas las palabras igual se va a saber, no hay cosa que no se va a
saber del bueno y del malo. Lo que nosotros queremos, pensamos, del enemigo,
del capitalismo, es busquemos cómo nos vamos a ayudarnos de entender, busquemos
cómo encontremos qué pasos necesitamos hacer para ir organizándonos, porque
queremos eso, que sí haya muchos semilleros en todas partes.
Eso es lo que les queremos decir, compañeros,
compañeras, hermanos y hermanas.
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