La revolución social en Rojava: Comunalismo libertario, confederalismo democrático y autodefensa kurda
Colaboración
por Daniel Vernegg, socialista libertario de Motmakt y miembro de LAG Noruega.
Traducción del noruego:
Ingrid Fadnes.
Publicación original en Radikal Portal
Fotografía de portada: cooperativa.cat
Desde que empezó el
levantamiento en contra del régimen de Assad en 2011, Siria se ha
caracterizado por una guerra civil sectaria que ha cobrado miles de vidas y
expulsado a millones de personas de su tierra, condenándolas al estatus de
refugiadas.
En el
otoño del 2011, en el contexto de la guerra, el Partido de la Unión
Democrática (PYD) –vinculado al Partido de Trabajadores Kurdo (PKK) y al
movimiento democrático (TEVDEM)– asumió el control en la región Rojava dominada
por kurdos al norte de Siria, a través de las milicias de las Unidades de
Defensa de los Pueblos (YPG) y las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ).
Todos los representantes del odiado régimen de Assad fueron expulsados y
éste fue reemplazado con democracia directa por medio de consejos con
la participación popular de vecindades y en los lugares de trabajo. Así, la
defensa militar de la región ha sido sustituida por milicias populares y las
mujeres han aumentado su participación en los consejos y en la administración
mediante una auto-organización como la milicia YPJ.
El
antropólogo y anarquista David Graeber describe lo acontecido en los últimos
cuatro años como un «llamativo
experimento de democracia» y relaciona Rojava con lo que los
anarquistas hicieron durante la revolución española y en la Guerra Civil entre
1936 y 1939.
PKK, Abdullah Öcalan y comunismo libertario
El PKK lleva más de 30 años luchando por la autonomía kurda y ha
tenido una fuerte influencia en el movimiento revolucionario en Rojava. Hasta
el inicio del año 2000 el PKK se había comprometido a un programa más o menos
clasista marxista-leninista, donde la liberación nacional a través de la
adquisición del poder del Estado y la creación de un estado Kurdo era central.
El PKK planteaba una táctica guerrillera contra el estado Turco al atacar
a sus representantes, entre otras acciones. Durante los años de guerra y por su
estrategia de liberación, los miembros del PKK terminaron siendo clasificados
como terroristas en las listas de Estados Unidos, la Unión Europea y otros.
En 1999, el líder del PKK, Abdullah Öcalan, fue
secuestrado en Kenya y llevado a Turquía por la CIA y el gobierno turco.
Lo condenaron a muerte para después modificar
su sentencia a pasar la vida en la cárcel, por lo
que permanece preso en Turquía. Dentro del la cárcel, Öcalan comenzó
a estudiar las ideas del anarquista estadounidense Murray Bookchin
(1921-2006), lo que resultó en un cambio de estrategia, objetivo y táctica del
PKK. De los cambios más drásticos en el programa de la organización está el de
sustituir el objetivo de crear un Estado Nación Kurdo a buscar lo que Öcalan
nombra «confederalismo democrático».
¿Qué es comunalismo?
El confederalismo democrático tiene una fuerte influencia del
comunalismo libertario de Murray Bookchin, el cual se puede describir como una
tendencia libertaria enfocada a establecer consejos populares en un nivel local
con principios de democracia directa, para luego impulsar una
organización federativa en varios niveles geográficos (por ejemplo:
vecindades, distritos, ciudades y campo). Esto implicaría la construcción de
democracia directa como alternativa al poder del estado.
A diferencia de muchas otras tendencias
libertarias y socialistas que se enfocan en la lucha de clases y la
construcción del poder de las clases trabajadoras –como el anarco-sindicalismo,
los consejos comunistas, etcétera– el comunalismo argumenta que la
prioridad debe ser una construcción de consejos locales basándose en la
geografía, tomando en cuenta que estas son instituciones que, a cambio de los
sindicatos y consejos de los trabajadores, tienen el potencial de organizar
a la población entera. Con esta forma de organización es posible crear un
contra-poder al estado capitalista, y en el largo plazo puede desafiar su
condición de existencia, al mismo tiempo que propicia la base para una
administración de la sociedad post-estado.
Ambos Consejos Populares y parlamento
Al igual que el PKK, el PYD tiene el objetivo
declarado de establecer una sociedad regida por los principios
del confederalismo democrático en Rojava. El Partido Democrático ha
organizado consejos de vecinos con base en los principios de la democracia
directa, pero al mismo tiempo ha participado en la fundación de un parlamento
en Rojava donde representantes del PYD controlan la gran mayoría de los
lugares. David Graeber señala que así el PYD ha creado una situación de
poder aparentemente contradictorio, donde el partido controla tanto al
Estado como su contrapeso. Sin embargo, de acuerdo con Graeber, el poder real
está en la segunda propuesta, dado que controla las milicias y las fuerzas de
seguridad, mientras que el parlamento y el estado principalmente fueron creados
para complacer a la sociedad civil.
Las milicias de autodefensa y la guerra en
contra de ISIL
Durante los primeros años de la guerra civil, Rojava se encontraba fuera
«del calor de la guerra» y, en
comparación con muchas otras áreas del país, la región
experimentó pocos actos de combate. Todo esto cambió cuando el Estado
Islámico en Irak y Levante (ISIL o ISIS, por sus siglas en inglés) atravesó
Irak y entró a Siria en 2014. Cientos de comunidades y varias ciudades en
Rojava fueron asediadas, entre ellas, la ciudad Kobane que estuvo ocupada desde
septiembre del 2014 hasta que ISIL fue expulsado en enero de este año. Los
enfrentamientos en Kobane recibieron mucha atención en los medios de
comunicación occidentales, pero desafortunadamente poco se reportó sobre la
revolución social en la región.
Las fuerzas militares que luchan contra ISIL
consisten principalmente en milicias vinculadas a diferentes
agrupaciones políticas y algunas étnicas. La mayor de ellas
es la milicia afiliada al PYD. Ésta se nombra la Unidad de Autodefensa del
Pueblo (YPG) y se refiere a sí misma como una milicia popular y
democrática. A diferencia de la mayoría de las organizaciones militares, los
comandantes de la YPG se nombran por elecciones democráticas de los
soldados, un tercio de los cuales son mujeres. Ellas se organizan por
separado en una brigada bajo el nombre de la Unidad de Autodefensa de las
Mujeres (YPJ). Todas las comandantas y soldadas son mujeres y luchan al igual que
los hombres.
Una revolución feminista
Junto con la guerra en contra de ISIL en lo general, parece ser que el
número de mujeres en las milicias es lo que le interesa más a los medios de
comunicación occidental. Hay una gran cantidad de reportajes sensacionalistas,
y no siempre tan buenos, que se enfocan en que las mujeres en Medio Oriente
pueden, al igual a los hombres, ser protagonistas en la guerra. Pero el aspecto
feminista de la revolución no se puede reducir a la participación de las
mujeres en las milicias. En las elecciones de las diferentes unidades
administrativas siempre se nombran una mujer y un hombre para todos los cargos.
La participación de las mujeres se garantiza mínimo
en el 40% de todos los órganos democráticos. La comunalista Janet Biehl afirma
que «las mujeres son para esta revolución lo que el proletariado era para la
revolución marxista-leninista en el siglo pasado».
¿Una alternativa que pueda sobrevivir?
¿Será que
TEVDEM y PYD tendrán éxito de forma permanente en la creación de una
alternativa viable al Estado-Nación capitalista? El movimiento revolucionario
en Rojava ha logrado victorias importantes, pero el camino de ahora
en adelante es incierto. Aunque se puede decir que la amenaza militar de
ISIL es el desafío más grande, también hay otros obstáculos. Uno de ellos es el
gobierno Turco que, por la influencia del PKK en Rojava, se ha posicionado
fuertemente en contra de su autonomía y en la práctica trabajan en contra del
experimento democrático por medio del embargo, cerrando las fronteras y –según
algunos informes– con apoyo práctico no oficial de ISIL. Esperemos que el
poder popular, expresado a través de los consejos directos, superará a los
dos extremos: el ISIL de la extrema derecha y el régimen autoritario en
Turquía.
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