19 febrero, 2015
http://elzenzontle.org/hemeroteca/Historiasdevida.pdf
En algunos documentos también se le ubica como Aída Bracamontes Patiño.
Aída era muy joven cuando se incorporó a la Brigada Campesina de
Ajusticiamiento. Fue una de las compañeras muy consecuentes, ella fue
aprendiendo de las discusiones y participaba. Participó activamente en muchas
actividades de la guerrilla del Partido de los Pobres. Allá en la sierra las
mujeres hacían trabajo parejo. Cuando los hombres echaban las tortillas gruesas
y ellas colaboraban para mejorarlas, eran cuestionadas. Porque los hombres
también hacían tortillas y labores de cocina. Ella era blanca, pelo rubio,
guapa, muy noble y trabajadora.
Junto con Marta,
Hilda, Hortensia, Estela, Nidia fue de la primeras mujeres que se
integraron a la Brigada Campesina de Ajusticiamiento donde se dio la primera
lección de equidad de género de que se tenga memoria en el municipio de Atoyac,
porque cuando se incorporaron pensaron que iban de cocineras, pero allá su
participación fue como militantes y guerrilleras con todas las atribuciones que
ello implicaba “no eran mujeres que iban por hacer el quehacer ni nada, sino que allí era el trato igual, igual le
tocaban comisiones a las mujeres, igual le tocaban comisiones a los hombres
tanto de hacer alimentos en la cocina, como hacer guardia, como ir por
alimentos, o sea, la participación era igual, iguales derechos”, recogió
Eneida Martínez en su tesis: Los
alzados del monte. Historia de la guerrilla de Lucio Cabañas.
Participaba en todas las comisiones incluso en
aquella que implicaba un riesgo mayor, por ejemplo, Ramiro, Nidia, Mauricio y Rufino fue la comisión
enviada para ajusticiar a Juan Ponce. Uno de los pistoleros que la Brigada
sentenció a muerte acusados de ser delatores. O la visita a San Juan de las
Flores, el 24 de marzo de 1974, “a las
cinco de la mañana estábamos tomando el barrio, tapamos las principales
entradas y el grupo de compañeras encabezadas por Hortensia,
Estela, Martha, Beatriz, Nidia
y otros compañeros fueron a invitar a la población a una asamblea, llevándose a
cabo a las once de la mañana; el recibimiento del pueblo fue bastante bueno, y
a pesar de que tenía mucho tiempo de haberse ajusticiado al cacique Enrique
Juárez, ya que aquí tenía a toda su familia, a pesar de todo la gente nos dio
solidaridad y aún familiares del cacique”.
En algunos textos testimoniales podemos encontrar
que Nidia dejó de la Brigada Campesina
de Ajusticiamiento en el 14 de agosto de 1974 junto con otros 10 compañeros
entre los que estaban Élmer,
Beatriz, Víctor, Ramiro, Manuel, Estela, Francisco y Hortensia,
quienes continuaron en la lucha pero en la ciudad. Un 14 de julio de 1977, es
detenido-desaparecido por elementos de la Policía Judicial de Guerrero el
estudiante Salomé Ríos Serafín, miembro de la Organización Revolucionaria de
los Campesinos Armados (ORCA), reducto de la Brigada Campesina de
Ajusticiamiento del Partido de los Pobres. Al día siguiente, en Oaxaca, agentes
de la DFS y Policía Judicial de Guerrero detienen al dirigente de la ORCA
Florentino Loza Patiño.
El 26 de julio de 1977, en Acapulco, agentes de la
Policía Judicial de Guerrero detienen y desaparecen en una casa de seguridad de
la ORCA a los activistas Ascensión García Juárez y José Trinidad Jacinto
Iturio. El mismo día es detenida y desaparecida María Sonia Esquivel. Dos días
después, el 28 de julio de 1977 en Acapulco, también son detenidos y
desaparecidos los militantes de la ORCA Aída Ramales Patiño y Pablo Santana
López, por agentes de la Policía Judicial del Estado bajo el mando del capitán
Aguirre Quintana. El 29 también es detenido-desaparecido el activista Humberto
Brito Nájera. Cuando Octaviano Santiago Dionicio fue trasladado el 8 de
noviembre de 1978 a una cárcel clandestina de Acapulco, que estaba a unos
metros de la oficina del entonces jefe de la policía teniente coronel Mario
Arturo Acosta Chaparro. Se enteró que ahí habían estado otros ex guerrilleros
como Aída Ramales Patiño, Nidia;
Pablo Santana López, Óscar; Fredy Radilla Silva, Jorge; Eusebio Peñaloza Silva, El abuelo y Concepción Jiménez
Rendón, La gorda, desaparecidos desde entonces.
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